22 Julio 2014
CONMOCIONADO. Oscar Pérez -de frente- recibió una trompada en la mandíbula por parte de Moreno que casi lo voltea
Una vez más estas páginas tienen que ocuparse de la violencia en los estadios del fútbol tucumano y van..... Esta vez sucedió en el partido que, en el estadio de Concepción FC, jugaban Deportivo Marapa y San Lorenzo de Santa Ana. La víctima fue el árbitro Oscar Pérez, que sufrió la agresión de José Moreno, delantero del conjunto de Juan Bautista Alberdi.
A poco de presentar el informe del cotejo ante las autoridades liguistas, LG Deportiva tuvo la chance de charlar con el juez de 40 años que lleva una década en la actividad y que nunca había sido agredido hasta el domingo.
“Todavía no puedo entender que le pasó por la cabeza de Moreno para tener una reacción así”, comentó el juez en el comienzo de la charla.
Cuando le preguntó que contara detalles de los sucedido, Pérez puntualizó: “todo se inició cuando le anulé un gol al jugador por una posición adelantada. Por el exceso verbal que recibí por parte de Moreno le saqué una tarjeta amarilla. Como seguía con esa postura, incluso pateó la pelota, lo volví a amonestar y lo expulsé automáticamente”.
Pérez luego relató como se desencadenó la agresión física. “En ese momento me tira una trompada que logré esquivarla. Pero lejos de tranquilizarse me pegó una trompada en la mandíbula que me dejó conmovido por la fuerza del impacto. Me tuvieron que auxiliar mis asistentes José Santillán y Cristian Rescala”, remarcó el árbitro.
Cuando salió del estadio junto a sus asistentes, se trasladó hasta la comisaría que se encuentra ubicada frente a la plaza principal de la ciudad de Concepción para denunciar la agresión.
Otro hecho de violencia
Otro hecho repudiable, pero de menor tenor que aquel, se registró en el partido que por la fecha 10 del Anual de la Primera B jugaban Villa Carmela y Central Córdoba. A los 27 minutos del primer tiempo, el árbitro Cristian Marín expulsó a Antonio Méndez de Villa Carmela. Molesto por la medida, el infractor intentará agredir fisicamente al juez. “Gracías a Dios no lo pudo concretar porque conseguí cubrirme con el brazo, mientras sus compañeros lo retiraban del campo de juego”, explicó el árbitro.
El árbitro tenía la atribución de suspender el cotejo,. Sin embargo, decidió seguir dirigiendo normalmente hasta el final.
Por otra parte, Ariel Montero, secretario general de la Seccional Tucumán del SADRA repudió los hechos y mediante un comunicado solicitó una sanción ejemplar para los agresores.
A poco de presentar el informe del cotejo ante las autoridades liguistas, LG Deportiva tuvo la chance de charlar con el juez de 40 años que lleva una década en la actividad y que nunca había sido agredido hasta el domingo.
“Todavía no puedo entender que le pasó por la cabeza de Moreno para tener una reacción así”, comentó el juez en el comienzo de la charla.
Cuando le preguntó que contara detalles de los sucedido, Pérez puntualizó: “todo se inició cuando le anulé un gol al jugador por una posición adelantada. Por el exceso verbal que recibí por parte de Moreno le saqué una tarjeta amarilla. Como seguía con esa postura, incluso pateó la pelota, lo volví a amonestar y lo expulsé automáticamente”.
Pérez luego relató como se desencadenó la agresión física. “En ese momento me tira una trompada que logré esquivarla. Pero lejos de tranquilizarse me pegó una trompada en la mandíbula que me dejó conmovido por la fuerza del impacto. Me tuvieron que auxiliar mis asistentes José Santillán y Cristian Rescala”, remarcó el árbitro.
Cuando salió del estadio junto a sus asistentes, se trasladó hasta la comisaría que se encuentra ubicada frente a la plaza principal de la ciudad de Concepción para denunciar la agresión.
Otro hecho de violencia
Otro hecho repudiable, pero de menor tenor que aquel, se registró en el partido que por la fecha 10 del Anual de la Primera B jugaban Villa Carmela y Central Córdoba. A los 27 minutos del primer tiempo, el árbitro Cristian Marín expulsó a Antonio Méndez de Villa Carmela. Molesto por la medida, el infractor intentará agredir fisicamente al juez. “Gracías a Dios no lo pudo concretar porque conseguí cubrirme con el brazo, mientras sus compañeros lo retiraban del campo de juego”, explicó el árbitro.
El árbitro tenía la atribución de suspender el cotejo,. Sin embargo, decidió seguir dirigiendo normalmente hasta el final.
Por otra parte, Ariel Montero, secretario general de la Seccional Tucumán del SADRA repudió los hechos y mediante un comunicado solicitó una sanción ejemplar para los agresores.
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