19 Julio 2014
“Yo no sé si (Domingo Amaya) saldrá por dentro o por fuera del Partido Justicialista (PJ). Estamos en democracia. Que la gente elija y vea. Lo importante es qué proyecto político van a elegir los tucumanos y adónde queremos llegar”. El gobernador, José Alperovich, expresó de esa manera ayer sus dudas respecto de por qué partido o armado político podría candidatearse el intendente capitalino, con vistas a sucederlo en 2015.
El mandatario provincial fue consultado por LA GACETA sobre las intenciones políticas de Amaya durante una recorrida oficial por la avenida de Circunvalación donde la Secretaría de Saneamiento cumple un operativo de limpieza. Consideró que Amaya sería un buen candidato, aunque advirtió que, de presentarse por el PJ, debería primero superar el filtro de los comicios internos.
Sucede que el jueves, en declaraciones a la prensa, Amaya evitó especificar si se presentaría o no en la interna justicialista. Es más, deslizó que podría haber otras opciones. “En política hay variables y nosotros vamos a dar prioridad a lo que sea importante para la provincia. Acá se equivocan los que piensan de manera individual. Aquellos que quieran adueñarse del poder, el pueblo los va a juzgar”, aseguró. También afirmó que deseaba continuar en la función pública: “tenemos que estar a la par de la gente. Si la gente considera que yo tengo que ocupar ese alto cargo (de gobernador) yo encantado”. Por último, criticó la manera de construir poder del alperovichismo y la había relacionado con “politiquería”. “Tenemos que darle respuestas a la gente. No podemos quedarnos a tomar café frente a la plaza Independencia y pensar que somos políticos. La verdadera política es estar a la par de la gente”, cuestionó.
El distanciamiento político entre Alperovich y Amaya se había acentuado a fines del año pasado, cuando el amayismo quedó fuera de la lista del Frente para la Victoria (FpV) de candidatos a diputado nacional. Desde entonces, los cortocircuitos y los cruces entre dirigentes de ambos espacios han sido cada vez más frecuentes.
Si bien aún no lanzó oficialmente su postulación, Amaya comenzó a recorrer el interior y cada una de sus recorridas por obras está enmarcada con carteles que rezan “Amaya 2015”.
Continuidad
Por otro lado, Alperovich subrayó ayer que sería importante que el próximo gobierno continuara con las acciones emprendidas por el suyo. “En estos últimos 11 años pareciera que es normal pagar los sueldos al día; que haya clases o que haya remedios en los hospitales. Quien asuma la gobernación, que no seré yo, (espero) que tenga un proyecto que siga con esto para que no volvamos al Tucumán de antes. Que se siga con lo que se está haciendo”, postuló.
Al valorar las características que deberían tener quienes pretendan reemplazarlo, Alperovich consideró que debería “armarse de un equipo de gobierno” con antelación. “La gente no cree más en los individualismos, hay que formar un proyecto político. No para politiquear (sic), sino de hacer las cosas como las venimos haciendo. Es decir, mantener y mejorar lo que se hizo”, puntualizó. Mencionó que entre los “asuntos pendientes” para trabajar durante el año y medio que le resta de su gestión y para la próxima están la necesidad de reducir el empleo en negro; de generar más puestos de trabajo genuino y reducir los planes sociales; de mejorar la calidad educativa y de optimizar la atención en el sistema de salud.
El mandatario provincial fue consultado por LA GACETA sobre las intenciones políticas de Amaya durante una recorrida oficial por la avenida de Circunvalación donde la Secretaría de Saneamiento cumple un operativo de limpieza. Consideró que Amaya sería un buen candidato, aunque advirtió que, de presentarse por el PJ, debería primero superar el filtro de los comicios internos.
Sucede que el jueves, en declaraciones a la prensa, Amaya evitó especificar si se presentaría o no en la interna justicialista. Es más, deslizó que podría haber otras opciones. “En política hay variables y nosotros vamos a dar prioridad a lo que sea importante para la provincia. Acá se equivocan los que piensan de manera individual. Aquellos que quieran adueñarse del poder, el pueblo los va a juzgar”, aseguró. También afirmó que deseaba continuar en la función pública: “tenemos que estar a la par de la gente. Si la gente considera que yo tengo que ocupar ese alto cargo (de gobernador) yo encantado”. Por último, criticó la manera de construir poder del alperovichismo y la había relacionado con “politiquería”. “Tenemos que darle respuestas a la gente. No podemos quedarnos a tomar café frente a la plaza Independencia y pensar que somos políticos. La verdadera política es estar a la par de la gente”, cuestionó.
El distanciamiento político entre Alperovich y Amaya se había acentuado a fines del año pasado, cuando el amayismo quedó fuera de la lista del Frente para la Victoria (FpV) de candidatos a diputado nacional. Desde entonces, los cortocircuitos y los cruces entre dirigentes de ambos espacios han sido cada vez más frecuentes.
Si bien aún no lanzó oficialmente su postulación, Amaya comenzó a recorrer el interior y cada una de sus recorridas por obras está enmarcada con carteles que rezan “Amaya 2015”.
Continuidad
Por otro lado, Alperovich subrayó ayer que sería importante que el próximo gobierno continuara con las acciones emprendidas por el suyo. “En estos últimos 11 años pareciera que es normal pagar los sueldos al día; que haya clases o que haya remedios en los hospitales. Quien asuma la gobernación, que no seré yo, (espero) que tenga un proyecto que siga con esto para que no volvamos al Tucumán de antes. Que se siga con lo que se está haciendo”, postuló.
Al valorar las características que deberían tener quienes pretendan reemplazarlo, Alperovich consideró que debería “armarse de un equipo de gobierno” con antelación. “La gente no cree más en los individualismos, hay que formar un proyecto político. No para politiquear (sic), sino de hacer las cosas como las venimos haciendo. Es decir, mantener y mejorar lo que se hizo”, puntualizó. Mencionó que entre los “asuntos pendientes” para trabajar durante el año y medio que le resta de su gestión y para la próxima están la necesidad de reducir el empleo en negro; de generar más puestos de trabajo genuino y reducir los planes sociales; de mejorar la calidad educativa y de optimizar la atención en el sistema de salud.
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