19 Julio 2014
Obama culpa de la caída del avión a los prorrusos
El presidente de Estados Unidos exigió un alto al fuego inmediato en la zona donde fue abatido el Boeing 777-200 de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo. Los separatistas dificultan el acceso al lugar de la caída. Niegan haber lanzado el misil.
reuters
MOSCÚ.- El Gobierno de Estados Unidos exigió un alto el fuego en Ucrania mientras continuaban las acusaciones cruzadas entre Kiev y Moscú por la caída del avión de Malaysia Airlines en el Este de la ex república soviética y Holanda lloraba a sus muertos, ya que 189 de las 298 personas a bordo del vuelo eran holandesas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigió un alto el fuego en Ucrania para que pueda realizarse una investigación internacional. “Las evidencias indican que un avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado de un área que está controlada por los separatistas prorrusos dentro de Ucrania”, dijo en la Casa Blanca.
El mandatario denunció que “estos separatistas han recibido un flujo continúo de apoyo de Rusia”, incluyendo “armas, entrenamiento, armas pesadas y armas antiaéreas”. Aún así, consideró “demasiado pronto para saber las intenciones de quienes dispararon el misil” y evitó culpar directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, que el viernes acusó a Ucrania por la tragedia.
El siniestro del Boeing 777-200, que el jueves partió de Ámsterdam a Kuala Lumpur, se produjo sobre el Este de Ucrania, donde las tensiones entre separatistas prorrusos y las fuerzas regulares del Ejército de Kiev libran combates desde hace semanas. Además de los 189 holandeses, viajaban en el avión 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, 9 británicos, 4 alemanes y 4 belgas, 3 filipinos, un estadounidense, un canadiense y un neozelandés, aunque falta confirmar la nacionalidad de algunas víctimas.
Según expertos, el avión comercial fue derribado por un misil “Buk”. Sin embargo, Rusia rechazó rotundamente haber brindado asistencia a los separatistas.
El Ministerio de Defensa ruso negó el presunto traslado de un sistema de defensa antiaérea “Buk” al Este de Ucrania. Un portavoz del ministerio informó que Moscú no ha proporcionado ni equipo de defensa ni ningún otro aparato.
Los medios estatales rusos habían informado el mes pasado que los rebeldes tomaron una base del Ejército con misiles “Buk”, mientras que el Ministerio de Defensa ucraniano indicó que los misiles habían sido sacados de allí a tiempo. “No nos incautamos de ningún sistema de misiles Buk”, sostuvo el separatista Andrei Purgin, líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Un diplomático suizo denunció que separatistas prorrusos impidieron que monitores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) inspeccionaran exhaustivamente el lugar en el que se estrelló el avión.
“No tuvieron la libertad de movimiento que necesitaban”, indicó el embajador suizo Thomas Greminger en representación de la actual presidencia de su país de la OSCE. Los observadores tratarán de acceder al área nuevamente mañana. Igualmente, miembros del servicio de emergencias ucraniano dijeron además que los separatistas estaban dificultando las tareas de rescate. El jefe de gobierno ucraniano Arseni Yatseniuk acusó a los separatistas de obstaculizar considerablemente la labor de los equipos de rescate. “Esos bandidos no permiten que nuestra gente investigue la tragedia”, dijo Yatseniuk.
Las dos cajas negras del avión han sido ya recuperadas, según informó un portavoz de la administración de Donetsk leal al gobierno. El Consejo de Seguridad y Defensa ucraniano dijo estar en conversaciones con los separatistas para permitir a los familiares de las víctimas que visiten el lugar.
Purgin, el líder de la República Popular de Donetsk, afirmó que los cadáveres serán llevados probablemente a Mariupol, una ciudad 150 kilómetros al sur del sitio del siniestro. Añadió que aún no se decidió si es conveniente que los familiares viajen a esa ciudad.
El avión malasio cayó a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, cerca de la capital regional de Donetsk, que está controlada por los rebeldes, quienes luchan contra el Gobierno y ya habían derribado aeronaves militares ucranianas. El mundo quedó consternado por esta tragedia. (DPA-Reuters-Télam)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigió un alto el fuego en Ucrania para que pueda realizarse una investigación internacional. “Las evidencias indican que un avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado de un área que está controlada por los separatistas prorrusos dentro de Ucrania”, dijo en la Casa Blanca.
El mandatario denunció que “estos separatistas han recibido un flujo continúo de apoyo de Rusia”, incluyendo “armas, entrenamiento, armas pesadas y armas antiaéreas”. Aún así, consideró “demasiado pronto para saber las intenciones de quienes dispararon el misil” y evitó culpar directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, que el viernes acusó a Ucrania por la tragedia.
El siniestro del Boeing 777-200, que el jueves partió de Ámsterdam a Kuala Lumpur, se produjo sobre el Este de Ucrania, donde las tensiones entre separatistas prorrusos y las fuerzas regulares del Ejército de Kiev libran combates desde hace semanas. Además de los 189 holandeses, viajaban en el avión 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, 9 británicos, 4 alemanes y 4 belgas, 3 filipinos, un estadounidense, un canadiense y un neozelandés, aunque falta confirmar la nacionalidad de algunas víctimas.
Según expertos, el avión comercial fue derribado por un misil “Buk”. Sin embargo, Rusia rechazó rotundamente haber brindado asistencia a los separatistas.
El Ministerio de Defensa ruso negó el presunto traslado de un sistema de defensa antiaérea “Buk” al Este de Ucrania. Un portavoz del ministerio informó que Moscú no ha proporcionado ni equipo de defensa ni ningún otro aparato.
Los medios estatales rusos habían informado el mes pasado que los rebeldes tomaron una base del Ejército con misiles “Buk”, mientras que el Ministerio de Defensa ucraniano indicó que los misiles habían sido sacados de allí a tiempo. “No nos incautamos de ningún sistema de misiles Buk”, sostuvo el separatista Andrei Purgin, líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Un diplomático suizo denunció que separatistas prorrusos impidieron que monitores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) inspeccionaran exhaustivamente el lugar en el que se estrelló el avión.
“No tuvieron la libertad de movimiento que necesitaban”, indicó el embajador suizo Thomas Greminger en representación de la actual presidencia de su país de la OSCE. Los observadores tratarán de acceder al área nuevamente mañana. Igualmente, miembros del servicio de emergencias ucraniano dijeron además que los separatistas estaban dificultando las tareas de rescate. El jefe de gobierno ucraniano Arseni Yatseniuk acusó a los separatistas de obstaculizar considerablemente la labor de los equipos de rescate. “Esos bandidos no permiten que nuestra gente investigue la tragedia”, dijo Yatseniuk.
Las dos cajas negras del avión han sido ya recuperadas, según informó un portavoz de la administración de Donetsk leal al gobierno. El Consejo de Seguridad y Defensa ucraniano dijo estar en conversaciones con los separatistas para permitir a los familiares de las víctimas que visiten el lugar.
Purgin, el líder de la República Popular de Donetsk, afirmó que los cadáveres serán llevados probablemente a Mariupol, una ciudad 150 kilómetros al sur del sitio del siniestro. Añadió que aún no se decidió si es conveniente que los familiares viajen a esa ciudad.
El avión malasio cayó a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, cerca de la capital regional de Donetsk, que está controlada por los rebeldes, quienes luchan contra el Gobierno y ya habían derribado aeronaves militares ucranianas. El mundo quedó consternado por esta tragedia. (DPA-Reuters-Télam)