18 Julio 2014
La superficie implantada con trigo en Tucumán durante la presente campaña ha sido cuatro veces mayor en relación a la del año pasado, cuando sólo se cultivaron 12.000 hectáreas, la cifra más baja en el período 2004-2013. Así lo afirmó el ingeniero Daniel Gamboa, responsable de los proyectos sobre trigo de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán.
Desde el punto de vista hídrico, el especialista subraya que las condiciones de este año fueron óptimas. “Hemos tenido un otoño con lluvias; no obstante, las siembras fueron tardías debido al retraso que se produjo en la trilla de la soja y, por consiguiente, los lotes permanecieron ocupados”.
Señaló que hay buenas expectativas en cuanto al rendimiento productivo, pero considera “complicado” el tema varietal: “Como no había semillas debido a que el año pasado no se sembró trigo, no hubo selección varietal sino que se utilizó lo que se pudo conseguir. Esto puede traer sorpresas y dificultades en cuanto a sanidad, ciclo largo y calidad”, advierte.
Recomendaciones
En la presente campaña triguera se pueden presentar problemas atípicos debido a la variabilidad de materiales utilizados. Gamboa recomendó realizar un monitoreo constante. “Hay que estar alertos ante la aparición de malezas, y sobre todo repasar los estudios fenológicos del trigo para no producir fitotoxicidad, especialmente mediante el empleo de herbicidas hormonales que pueden dañar el cultivo”. En cuanto a las plagas, debe controlarse que no haya “pulgones” para evitar que la presión de éstos sea muy alta. En estos días también podría realizarse fertilizarse para obtener rindes más altos y granos de mejor calidad, sin problemas con el gluten.
Gamboa dijo que el trigo llegó a ocupar 190.000 ha en Tucumán, expansión favorecida por el sistema de siembra directa; y que es un favorecedor de los cultivos de verano (soja, maíz) ya que se complementan. “En nuestro sistema el trigo es necesario y lo hemos tenido incorporado siempre; sin embargo, se ha complicado la siembra de ese cereal”. El profesional lo atribuye a la falta de agua: “hubo sequía en verano y otoño. Si no hay agua abajo, no podemos sembrar, y no la hubo el año pasado. Como consecuencia, la siembra de trigo 2013, en Tucumán, descendió al nivel histórico más bajo”.
Desde el punto de vista hídrico, el especialista subraya que las condiciones de este año fueron óptimas. “Hemos tenido un otoño con lluvias; no obstante, las siembras fueron tardías debido al retraso que se produjo en la trilla de la soja y, por consiguiente, los lotes permanecieron ocupados”.
Señaló que hay buenas expectativas en cuanto al rendimiento productivo, pero considera “complicado” el tema varietal: “Como no había semillas debido a que el año pasado no se sembró trigo, no hubo selección varietal sino que se utilizó lo que se pudo conseguir. Esto puede traer sorpresas y dificultades en cuanto a sanidad, ciclo largo y calidad”, advierte.
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En la presente campaña triguera se pueden presentar problemas atípicos debido a la variabilidad de materiales utilizados. Gamboa recomendó realizar un monitoreo constante. “Hay que estar alertos ante la aparición de malezas, y sobre todo repasar los estudios fenológicos del trigo para no producir fitotoxicidad, especialmente mediante el empleo de herbicidas hormonales que pueden dañar el cultivo”. En cuanto a las plagas, debe controlarse que no haya “pulgones” para evitar que la presión de éstos sea muy alta. En estos días también podría realizarse fertilizarse para obtener rindes más altos y granos de mejor calidad, sin problemas con el gluten.
Gamboa dijo que el trigo llegó a ocupar 190.000 ha en Tucumán, expansión favorecida por el sistema de siembra directa; y que es un favorecedor de los cultivos de verano (soja, maíz) ya que se complementan. “En nuestro sistema el trigo es necesario y lo hemos tenido incorporado siempre; sin embargo, se ha complicado la siembra de ese cereal”. El profesional lo atribuye a la falta de agua: “hubo sequía en verano y otoño. Si no hay agua abajo, no podemos sembrar, y no la hubo el año pasado. Como consecuencia, la siembra de trigo 2013, en Tucumán, descendió al nivel histórico más bajo”.
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