18 Julio 2014
CARTELES. Con datos y características del sendero, también hay balizas para identificar el camino correcto. la gaceta / fotos de franco vera
La humedad se pega al cuerpo y el olor a tierra mojada impregna el aire. Tres pasos y ya estás ahí en medio de la selva: salvaje, fascinante, verde, sonora, cautivante, relajante, inmensa, enigmática... cualquier adjetivo se queda corto. Yerba Buena, específicamente la zona de Horco Molle regala múltiples senderos que se abren en el cerro para conocer y admirar las yungas.
Esta grieta que te sumerge en el verde de la montaña, en algunos tramos, está señalizada para que el caminante solo se preocupe en disfrutar y nada más.
Hoy te proponemos un viaje exigente hasta la cima del cerro San Javier. “La puerta del cielo” es un hermoso recorrido de trekking que va desde el pedemonte hasta una planicie en lo alto del cerro. Un paseo por momentos empinado y resbaladizo que te obliga a estar con los cinco sentidos alerta. Pero también con tramos más planos que llegan como alivio.
“Este sendero pertenece a un circuito de ecosendas que está desarrollando el Ente Tucumán Turismo en toda la provincia”, explicó Mariano Hevia, del área de Desarrollo de ese organismo. Antes de ingresar hay un guardaparques que anota los datos del visitante para llevar un control. “Muchas veces al senderista le ocurre que mientras camina comienza a tener dudas sobre si agarró el camino correcto o no, por eso hemos puesto más señalización”, agregó.
“La Puerta del Cielo” se encuentra dentro del Parque Sierra de San Javier, un área protegida. Antes de iniciar el recorrido el caminante se va a encontrar con las viejas vías del funicular. Un viejo anhelo que en la década de 1940 proponía unir el pedemonte con la cima del cerro. El proyecto nunca terminó de concretarse, pero las vías quedaron allí y hoy resultan una curiosidad que ya se integró al paisaje.
Un cartel de madera da la bienvenida a la senda. A partir de allí el visitante se enfrentará a una subida que a buen ritmo puede llevarle una hora y media o dos. No es difícil y hasta la pueden hacer los niños en compañía de un adulto. Solo hay que tomar algunos recaudos antes de arrancar.
En el cerro San Javier -comentó Hevia- hay otra eco senda que atraviesa el barrio 33 viviendas ubicado en ese paraje. “Tucumán cuenta con muchos senderos que estamos revalorizando con la intención de desarrollar esta actividad que cada vez tiene más demanda”, añadió.
Antes de salir
“Lo primero es tener unas buenas zapatillas con agarre porque hay tramos muy resbalosos”, explica el entrenador Sergio Acuña. Ropa cómoda y remeras dry fit pueden ayudar. No se recomienda usar algodón porque con la transpiración se mojan y tardan en secarse. Aunque el esfuerzo físico suba la temperatura corporal al llegar a la cima del cerro puede estar muy frío.
Si van con niños, Acuña recomienda llevar casco de mountain bike para evitar que si se tropiezan se golpeen. “Es importante ir atentos, porque hay raíces y ramas, o tramos que pueden tener algo de barro”, aconsejó. En lo posible hay que cargar una mochila con un botiquín muy básico que incluya gasas, desinfectante y algún corticoide. Si es verano, un repelente de mosquitos viene bien. También es bueno llevar medio litro de agua y unos caramelos o una banana. Con este equipo ya estarás listo para enfrentarte a uno de los paseos más pintorescos de la selva tucumana.
Recomendaciones
El sendero no ofrece obstáculos importantes, pero hay que estar atentos
La cartelería ubicada en el lugar indica que la dificultad es media. La subida puede llevar dos horas a un ritmo tranquilo, pero constante. Quienes tienen más práctica los hacen en media hora o 50 minutos, lo que es un excelente promedio. “Lo más peligroso puede ser la bajada. Por lo general se cree que es lo más sencillo, pero se complica si no se tiene técnica”, explica Sergio Acuña, entrenador. Lo ideal es no lanzarse en picada porque, además de un mal movimiento, las raíces, las piedras, el barro y los desniveles pueden hacerte trastabillar. Si seguís estos consejos nada puede salir mal.
¿En qué voy?- Si vas en auto lo podés dejar al inicio de la senda, donde hay personas que los cuidan. También podés llegar en ómnibus de la línea 100 y pedir que te avisen al llegar al CAPS de Horco Molle que está ubicado en la ruta que lleva a la escuela de Agricultura.
Antes de llegar a la cima.- Observá, respirá el aire puro y si querés llevá una cámara de fotos para registrar algunos tramos maravillosos. La senda te permite conocer ejemplares inmensos de árboles, como por ejemplo el Laurel. debido a la humedad hay troncos cubiertos de musgos. También hay troncos caídos que se atraviesan la senda.
¿Cómo vuelvo?- Desde San Javier podés bajar a la ciudad de Yerba Buena en ómnibus de la línea 118. De lunes a lunes, los horarios desde San Javier son 6.35, 10.20, 14.35 y 18.35 (regresan a la terminal de ómnibus). El que pasa a las 22.20 llega solo hasta El Mástil de la avenida Aconquija. El precio del pasaje desde la Terminal de Ómnibus hasta El Cristo es de $16 y desde Yerba Buena hasta El Cristo, de $14.
Servicios en San Javier.- Hay un hotel donde se puede comer o merendar. Una visita que vale la pena es El Cristo y su centro de interpretación. Allí se pueden comprar artesanías y dulces regionales en los puestos ubicados en el ingreso. A pocos kilómetros se encuentra el complejo Loma Bola desde donde se hacen vuelos en parapente. Allí funciona un bar con drugstore.
Esta grieta que te sumerge en el verde de la montaña, en algunos tramos, está señalizada para que el caminante solo se preocupe en disfrutar y nada más.
Hoy te proponemos un viaje exigente hasta la cima del cerro San Javier. “La puerta del cielo” es un hermoso recorrido de trekking que va desde el pedemonte hasta una planicie en lo alto del cerro. Un paseo por momentos empinado y resbaladizo que te obliga a estar con los cinco sentidos alerta. Pero también con tramos más planos que llegan como alivio.
“Este sendero pertenece a un circuito de ecosendas que está desarrollando el Ente Tucumán Turismo en toda la provincia”, explicó Mariano Hevia, del área de Desarrollo de ese organismo. Antes de ingresar hay un guardaparques que anota los datos del visitante para llevar un control. “Muchas veces al senderista le ocurre que mientras camina comienza a tener dudas sobre si agarró el camino correcto o no, por eso hemos puesto más señalización”, agregó.
“La Puerta del Cielo” se encuentra dentro del Parque Sierra de San Javier, un área protegida. Antes de iniciar el recorrido el caminante se va a encontrar con las viejas vías del funicular. Un viejo anhelo que en la década de 1940 proponía unir el pedemonte con la cima del cerro. El proyecto nunca terminó de concretarse, pero las vías quedaron allí y hoy resultan una curiosidad que ya se integró al paisaje.
Un cartel de madera da la bienvenida a la senda. A partir de allí el visitante se enfrentará a una subida que a buen ritmo puede llevarle una hora y media o dos. No es difícil y hasta la pueden hacer los niños en compañía de un adulto. Solo hay que tomar algunos recaudos antes de arrancar.
En el cerro San Javier -comentó Hevia- hay otra eco senda que atraviesa el barrio 33 viviendas ubicado en ese paraje. “Tucumán cuenta con muchos senderos que estamos revalorizando con la intención de desarrollar esta actividad que cada vez tiene más demanda”, añadió.
Antes de salir
“Lo primero es tener unas buenas zapatillas con agarre porque hay tramos muy resbalosos”, explica el entrenador Sergio Acuña. Ropa cómoda y remeras dry fit pueden ayudar. No se recomienda usar algodón porque con la transpiración se mojan y tardan en secarse. Aunque el esfuerzo físico suba la temperatura corporal al llegar a la cima del cerro puede estar muy frío.
Si van con niños, Acuña recomienda llevar casco de mountain bike para evitar que si se tropiezan se golpeen. “Es importante ir atentos, porque hay raíces y ramas, o tramos que pueden tener algo de barro”, aconsejó. En lo posible hay que cargar una mochila con un botiquín muy básico que incluya gasas, desinfectante y algún corticoide. Si es verano, un repelente de mosquitos viene bien. También es bueno llevar medio litro de agua y unos caramelos o una banana. Con este equipo ya estarás listo para enfrentarte a uno de los paseos más pintorescos de la selva tucumana.
Recomendaciones
El sendero no ofrece obstáculos importantes, pero hay que estar atentos
La cartelería ubicada en el lugar indica que la dificultad es media. La subida puede llevar dos horas a un ritmo tranquilo, pero constante. Quienes tienen más práctica los hacen en media hora o 50 minutos, lo que es un excelente promedio. “Lo más peligroso puede ser la bajada. Por lo general se cree que es lo más sencillo, pero se complica si no se tiene técnica”, explica Sergio Acuña, entrenador. Lo ideal es no lanzarse en picada porque, además de un mal movimiento, las raíces, las piedras, el barro y los desniveles pueden hacerte trastabillar. Si seguís estos consejos nada puede salir mal.
¿En qué voy?- Si vas en auto lo podés dejar al inicio de la senda, donde hay personas que los cuidan. También podés llegar en ómnibus de la línea 100 y pedir que te avisen al llegar al CAPS de Horco Molle que está ubicado en la ruta que lleva a la escuela de Agricultura.
Antes de llegar a la cima.- Observá, respirá el aire puro y si querés llevá una cámara de fotos para registrar algunos tramos maravillosos. La senda te permite conocer ejemplares inmensos de árboles, como por ejemplo el Laurel. debido a la humedad hay troncos cubiertos de musgos. También hay troncos caídos que se atraviesan la senda.
¿Cómo vuelvo?- Desde San Javier podés bajar a la ciudad de Yerba Buena en ómnibus de la línea 118. De lunes a lunes, los horarios desde San Javier son 6.35, 10.20, 14.35 y 18.35 (regresan a la terminal de ómnibus). El que pasa a las 22.20 llega solo hasta El Mástil de la avenida Aconquija. El precio del pasaje desde la Terminal de Ómnibus hasta El Cristo es de $16 y desde Yerba Buena hasta El Cristo, de $14.
Servicios en San Javier.- Hay un hotel donde se puede comer o merendar. Una visita que vale la pena es El Cristo y su centro de interpretación. Allí se pueden comprar artesanías y dulces regionales en los puestos ubicados en el ingreso. A pocos kilómetros se encuentra el complejo Loma Bola desde donde se hacen vuelos en parapente. Allí funciona un bar con drugstore.
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