Cartas de lectores
 gentileza DE VÍCTOR HUGO RODRÍGUEZ gentileza DE VÍCTOR HUGO RODRÍGUEZ
17 Julio 2014

El Pato Donald

Nos enteramos el mes pasado de que el Pato Donald cumplió 80 años (8/6). Cuando cumplió los 70, fue homenajeado en la sección por el lector Demetrio Kuchimpós, quien nos recordaba cómo era nuestro querido pato: el más humano de los personajes de Disney; el más verdadero; probo y bondadoso; pero también haragán, frustrado, quisquilloso (13/6/04). Así era, y así ganó nuestros corazones de niños. A los veteranos como el suscripto, que leían El Pato Donald en la segunda mitad de la década del 40, con gran satisfacción les hago recordar el contenido del Nº 1 de la revista, que apareció el 18/7/44. Tenía: Los hermanos Huracán; Rex, el justiciero; La pequeña Anita; Namur, el príncipe Anfibio; El piloto enmascarado; El ratón Mickey; Morro, el mágico; Jim Ellis; Ellery Queen; Donald y el anillo de la momia; Los hijos de Bambi; Pluto; El caballero negro. Como se ve, una increíble variedad. Ya en el siglo XXI, sorprende ver que Donald y Mickey, convenientemente “aggiornados”, continúan dando diversión a los más chiquitos con su simpatía. A mediados del siglo pasado, con El Pato Donald y El Tony -o alguna otra revista- teníamos bastante para distraernos. Leímos hace poco una linda página dedicada a “los huérfanos” de Disney, los personajes sin padres (6/7). El tema es interesante. Por eso quería acercar este aporte, que brinda otra perspectiva sobre el asunto. En 1971 se publicó en Chile un libro que fue traducido a varios idiomas: “Para leer el Pato Donald”, de Ariel Dorfman, ensayista, y Armand Mattelart, sociólogo. Apareció en París en 1976 con este sugestivo nombre: “Donald el impostor, o el imperialismo contado a los niños” (Ed. Alain Morceau). En una publicación francesa de 1981, Simone Forster sintetiza así la visión de los autores. La familia Disney de patos, perros, ratoncitos, y otros, viven en alegre armonía. Pero uno no debe dejarse engañar por el carácter anodino y sin pretensiones de estos subproductos de la cultura. Atrás de la amable historieta se encuentra todo un sistema ideológico que tiende a hacer admitir como naturales y deseables ciertos tipos de comportamientos sociales y ciertos valores culturales: los simpáticos animalitos transmiten el modo de vida de los norteamericanos. Extraño mundo el de los personajes: no hay padres. La autoridad paterna no aparece. Así se logra que desaparezca cualquier tentativa de rebelión. Los niños en verdad no son niños, sino adultos en miniatura defendiendo rigurosamente los valores de orden y dominación del mundo adulto (lo cual debe ser interpretado simbólicamente). Para el tío Rico, el fin supremo de la vida es la adquisición de riquezas, sin importar los medios con que la agranda para llenar su enorme caja fuerte, repleta de oro y dólares. La obra de Disney estaría investida de una verdadera función de propaganda, sería “una ideología en imágenes”. Así eran las cosas según los citados autores, y nosotros, ingenuos niños, no nos dábamos cuenta. Con irónico humor, vaya pues este mensaje para todos los adultos que leían El Pato Donald cuando chicos: si creen que sus ideas sobre el respeto a la propiedad privada, al orden social y a ciertas compartidas normas de vida, se las enseñaron sus padres, sus abuelos y la escuela, sepan que están equivocados; que en realidad piensan así porque leyeron, semana tras semana, años tras año, las divertidas aventuras del pato, sus sobrinos y sus compañeros. Ah, y sepan también que si alguna vez soñaron con tener muchos dólares bien guardados, ello se debe a la solapada y nefasta influencia del tío Rico. ¡Cosa’e Mandinga lo que puede una revista!

José E. Santillán
Lizondo Borda 1137
San Miguel de Tucumán


MALTRATO

El lunes pasado, al mediodía, me tocó vivir y presenciar el maltrato y desidia de un gerente del Banco de Tucumán, sucursal Juan B. Justo. Debido a la mala atención de los cajeros, los clientes empezaron a quejarse por la demora, golpeando las manos, tratando de llamar la atención del gerente de esa sucursal. En vez de solucionar la tardanza, este salió de su cubículo vidriado a increpar a los gritos y de malos modos a los clientes; que osaron reclamar una rápida y buena atención. Había personas que estaban esperando su turno desde media mañana. ¿Cuándo aprenderán que las personas que están en un banco son clientes y no gente molesta? El gerente mostró su falta de tacto, educación e incapacidad de resolver un simple tema de cajeros.

Ana Zerda
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LA HUELGA CONSTITUCIONAL

La huelga es una creación del mundo capitalista, siendo su existencia desconocida en el mundo comunista. En la relación entre el capital y el obrero, es decir entre la patronal y el gremio, la huelga constituye el recurso de última instancia, cuando toda negociación ha sido infructuosa, se llega finalmente a la huelga. Esta es por lo tanto una confrontación, una lucha, donde se juegan los intereses de ambas partes y ambas tienen que perder con la prolongación de la huelga. Esto es realmente así, puesto que por el lado patronal, su pérdida se registrara en el capital ocioso, pérdida de su porción de mercado y ausencia de ganancias. Por el lado del obrero, su pérdida se registrara principalmente en el salario perdido por los días no trabajados, y finalmente, arriesgar también hasta su puesto de trabajo. La urgencia de encontrar una solución al conflicto se basa principalmente en el daño que ella ocasiona tanto a la patronal como al obrero. ¿Cuánto tiempo puede aguantar el obrero una situación que lo priva de su salario? ¿Cuánto tiempo puede aguantar la patronal una situación que lo priva de sus ganancias, pone en riesgo su porción del mercado, y afecta su capital? En la empresa privada podemos decir que en general, tanto el industrial como el obrero, son los principales afectados por el conflicto, el resto de la comunidad no es afectada, puesto que otras empresas ofrecerán los productos no producidos por la industria que enfrenta la huelga (aquí está la perdida de mercado). Veamos ahora que ocurre en el caso de huelga de los empleados del Estado. El empleado no arriesga su salario, pues generalmente se pagan los días de huelga, o continúan el paro por el pago de los días perdidos. El empleador, en este caso el Estado, no provee el servicio a la comunidad, y nadie provee lo que el Estado deja de proveer por la situación de la huelga, y por lo tanto, es la comunidad la afectada. Esta que no recibe el servicio, seguramente pagará los salarios de la extensión de la huelga de los empleados, que no trabajaron, y también los sueldos de la patronal, que también es empleada del Estado. En realidad, esto es la desnaturalización de la huelga. Ninguna de las partes en conflicto sufre las consecuencias del enfrentamiento, y es solo la comunidad la afectada y la que terminara pagando los salarios a los obreros y de la patronal. Si consideramos que toda acción del Estado debe propender al bien común, sobre el bien individual, o el bien de un gremio, entenderemos lo acertado de la acción tomada por el ex presidente Reagan en una huelga de quienes dirigían desde la torre de control el tránsito aéreo en el aeropuerto de Nueva York. El gobierno de Reagan despidió a todos los involucrados y los reemplazó inmediatamente. Prevaleció entonces el bien común. ¿Cuál habría sido el resultado si esa huelga, en EE.UU., fuera un “derecho constitucional” de los gremios? Resultado: en nuestro país, en 17 días sin clases para millones de alumnos en Buenos Aires; casi un mes sin clases en la UNT… Y ahora el defensor del Pueblo de Tucumán, solicita a la Justicia que interrumpa el “derecho constitucional” de los docentes (lo que sería inconstitucional). Si nuestras leyes actuales permiten que en situación de huelga de empleados del Estado prevalezca el bien del gremio, a expensas del bien común (fin primordial del gobierno de una república), lógicamente que nuestro gobierno no cumple con su fin primordial. En todo caso el sentido común indica que no es lógico aplicar el mismo criterio en los dos casos mencionados. (Empresa privada y Estado). Sería lógico buscar otro método para lograr un acuerdo en el caso del Estado, tratando de minimizar el efecto de la huelga sobre la comunidad. La huelga como derecho constitucional, vemos que no funciona.

Roberto Walter Sehringer
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EL PARO UNIVERSITARIO (I)

Que el ombudsman se preocupe por la educación de los alumnos es acertado, pero también debemos preocuparnos y lograr que los docentes, que son los que brindan esa educación, tengan un sueldo digno. Es una vergüenza la remuneración que perciben, causa indignación, les corresponde ganar mucho más que los políticos y gobernantes de turno, pues ellos son los forjadores del futuro de nuestra nación. El flamante equipo del rectorado de la UNT debe embanderarse por los docentes universitarios y lograr que se cumplan sus requerimientos que son bien merecidos, no con tibieza si no con exigencia hacia la Nación. Si tenemos educadores bien remunerados, con sueldos dignos, tendrán aún mayor entrega hacia su alumnado. Todos aquellos que cursamos carreras en la UNT, debemos apoyarlos y así rendiremos culto al anhelo de su creador. “Pedes in terra ad sidera visus”.

Germán A. Torrens
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EL PARO UNIVERSITARIO (II)

El reclamo por mejoras salariales de docentes universitarios pierde legitimidad cuando no es llevado a cabo dentro de un marco de racionalidad. Nadie desconoce el carácter constitucional del derecho de huelga, pero no puede utilizarse como moneda de cambio para obtener mejoras económicas o sectoriales cuando implica negar la efectiva operatividad de derechos sustanciales como la educación, reconocido como derecho humano fundamental en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales. Hoy, cientos de niños se ven obligados a presenciar como otros iguales concurren a clases y ellos no, con la amenaza cierta, después de más de 40 días sin clases y ante declaraciones de representantes sindicales que hablan de perder el año lectivo. La inflexibilidad de la postura gremial es tal que, según declaraciones del titular de Adiunt, si la Justicia ordenara la vuelta a clases, sería su asamblea la que decidiría si acatan el fallo. En un estado de derecho, los fallos de los jueces son obligatorios para aquellos a quienes van dirigidos, por ello la desobediencia judicial es delito. No es posible justificar la medida de fuerza en el sistema jurídico, amparándose en el derecho de huelga, para luego desconocerlo pretendiendo someter a decisión de una asamblea el acatamiento de una orden judicial. Ante un conflicto de derechos (huelga-educación), una vez llegada a instancias judiciales, es el juez quien decide y las partes están obligadas a acatar su decisión. Cabe destacar que docentes universitarios e investigadores científicos han obtenido justos reconocimientos por la función social de sus tareas, como la Ley 26508/09 y el Decreto PE 160/2005, que les permitió acceder a una jubilación del 82% y 85% respectivamente. Este reconocimiento, demostración de la importancia que para el Estado tiene la tarea docente, sumado a un aumento salarial del 28,5% para todos los empleados estatales, creo, descarta toda idea de discriminación.

Analía Herrera Sheil
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EL PARO UNIVERSITARIO (III)

Respecto al conflicto existente entre los docentes universitarios y las autoridades de las casas de altos estudios y el Gobierno nacional, y a la frase del gobernador (LA GACETA del 16/7), con el debido respeto que merece su investidura, me permito recordar, entre muchas otras cosas, que tanto él como sus funcionarios siguieron cobrando su sueldo durante los trágicos sucesos de diciembre/2013, y lo siguen cobrando a pesar de la total falta de seguridad que sufrimos a diario los vecinos, que nos obliga a vivir “enjaulados” en nuestras propias viviendas y a circular con miedo por las calles, a pesar de los “70.550” pobres y a que “el desempleo está aumentando un poquito”, a pesar de los problemas existentes en el sector de la salud y en las escuelas, etcétera. Aprovecho la oportunidad para agradecer a los autores del Programa de Seguridad “Alerta Tucumán” que demostraron con hechos su preocupación por la realidad que vivimos los vecinos.

Enzo Della Rocca
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AUMENTO A JUBILADOS

Por medio de esta carta quiero agradecer a la Presidenta el aumento del 11.31% que nos otorgó a los jubilados, pero según el Indec la inflación fue del 15% o sea que estamos algo desfasados (no mucho). Por ello quiero pedirle a la señora que tenga piedad y analice si con $2.750 puede vivir una familia tipo en este país, a menos que viva en Sierra Leona y no tenga en qué gastarlo.

Jorge Isas
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LAS MULTAS

Imaginemos la siguiente situación: Inspectores municipales reciben por la mañana la orden del jefe de confeccionar, cada uno, al menos 150 actas de infracción. Cómodamente sentados a la mesa de un bar, en la vereda, anotan las patentes de 150 incautos que pasan por ese lugar. ¿Cuánto tiempo puede llevarles ese trámite? Tal vez el que demoran en tomar dos cafés. Nueve meses más tarde, los incautos reciben una cédula de notificación, intimándolos a que en el perentorio plazo de 48 horas comparezcan ante el juzgado de Faltas para oír la sentencia. Y no queda otra que pagar. ¿O sí, señor defensor del Pueblo? ¿Qué prueba hay en mi contra de que usé mi celular o manejé sin cinturón en ese lugar hace más de 250 días? ¿Solo la palabra del inspector? ¿No somos todos inocentes hasta que se demuestre lo contrario? ¿Vale la presunción de culpabilidad también para los inspectores? ¿No será cierta la situación descripta al inicio? ¿Acaso la solución es circular sin patente, como lo hacen tantos “vivos”?

Miguel Rohmer
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PAVIMENTO DETERIORADO

No solo es penoso, sino también peligroso, el mal estado del pavimento en San Lorenzo al 600, pasando la calle Buenos Aires. No esperemos que suceda un accidente para ocuparse de la reparación.

Mónica Luisa González
[email protected]


PARQUE TEMÁTICO DE FAMAILLÁ

Felicito al periodista que realizó la nota referida a las obras turísticas que se realizaron en Famaillá, ciudad a la que he tenido la suerte de conocer. También, he llegado a sentirme orgulloso ante unos familiares de Buenos Aires que estuvieron de paseo y conocieron las réplicas del Cabildo, la Casa Histórica y la historia ilustrada de nuestra industria azucarera, entre otras atracciones dignas de visitar. Por esa razón, quisiera decirles a los concejales que ponen condiciones para la aprobación del plan “Más cerca II”. Admito que las obras que ellos aducen son necesarias para el bien de la población y en buena hora que llegasen a realizarse, pero no estoy de acuerdo en la forma irónica en que se refieren a las réplicas del parque temático. De no ser por esas obras, Famaillá pasaría inadvertida, como sucede con otras ciudades de la provincia. Felicito a los señores Orellana y los apoyo a través de la distancia para que sigan realizando obras, así Famaillá continúe siendo un orgullo para los tucumanos y por qué no, para los argentinos.

Ramón Alberto Gramajo
Juan B. Terán s/n
Villa Carmela-Tucumán


CAFÉ LITERARIO (I)

Como escritor del NOA (salteño, para más datos), me siento consternado por lo que colegas tucumanos me hicieron saber, acerca de que estaría por cerrarse el ciclo “Café literario”, que desde hace más de 10 años llevan adelante esas dos hermosos seres humanos, distinguidas personalidades literarias y activos gestores culturales de San Miguel de Tucumán: Julio Carabelli y Myriam Leal. Yo mismo he sido invitado y participé en algún momento de una de sus magníficas jornadas, entendiendo además que es uno de los pocos lugares donde los escritores tucumanos y de allende vuestro Jardín, pueden compartir su labor creativa. Desconozco qué motivos pueden llevar a esa eventual y aciaga decisión; seguramente debe haber alguna opción para que los creadores literarios de Tucumán y del NOA podamos seguir contando con ese fructífero espacio. Escritores tucumanos, reciban mi solidaridad y mi ferviente invocación para poder seguir contando por muchos años más, con ese espacio literario.

David Slodky
[email protected]


CAFÉ LITERARIO (II)

Hace un tiempo recibí la Antología de Escritores, editada por los coordinadores del Café Literario que llevan a cabo desde hace doce años. Gracias a la Secretaría de Extensión Universitaria, a Myriam Leal y Julio Carabelli, el Café Literario ha trascendido los límites de la provincia y que ha permitido que escritores de Tucumán, como de todo el país, pudieran conocerse. Hoy, me entero de que este importante espacio peligra en su continuidad. Sería muy doloroso para los que creemos que la cultura es transformación y esperanza, que esto ocurriera. Por este intermedio quisiera le llegara mi solidaridad a estos incansables gestores culturales, Myriam y Julio, y deseo que continúen con la labor que vienen desempeñando.

Florencia Lo Celso
[email protected]


CAFÉ LITERARIO (III)

Con sorpresa leo las cartas que se publican en esta sección y manifiestan su disconformidad con el posible levantamiento del Café Literario que se realiza en el Centro Cultural Virla. Entiendo que el nuevo secretario de Extensión, que viene de Buenos Aires, puede desconocer los espacios culturales de nuestra provincia. Pero no entiendo que quienes están cerca suyo, y que vienen de la gestión Cerisola-Bardón, no le informaran que hace 12 años el Café Literario se lleva adelante con el esforzado sacrificio de Julio Carabelli y Myriam Leal y la participación de todos los escritores de Tucumán. Y cuando digo Tucumán, me refiero a los escritores que habitan a lo largo de nuestra provincia, sin distinción de edades, sexo ni trayectoria, porque sólo se mira el talento. Con la falta de espacios que tiene la cultura en nuestro país, ¿no le parece señor Marcelo Mirkin que debería asesorarse un poco antes de tomar esta drástica decisión? Apelo al conocimiento de la doctora Bardón, que siendo vicerrectora de nuestra casa de altos estudios, avaló durante cuatro años que poetas, escritores y músicos de todo el país, tuvieran un espacio de creatividad en una de las dependencias de la casa de Juan B. Terán.

Ricardo A. Bocos
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ABOGADOS

En esta provincia, el Colegio de Abogados frustró ante la Justicia varias tentativas del poder de quedarse con la institucionalidad. En esta provincia, se quitó a la Caja de Abogados los fondos remanentes de juicios paralizados, los que por ley le pertenecen. Se sigue intentando destruirnos, y el intento más reciente es de un grupo de abogados que no representa a nadie -porque la representatividad está asignada exclusivamente al Colegio de Abogados y los temas previsionales a la Caja de Abogados-, pretende que quienes no cubren aportes, y así no cumplen la ley, obtengan iguales beneficios que los que sí cumplen. Eso será una estafa y así está planeada. No hay y no debe haber derechos sin sus deberes preexistentes cumplidos. La ley que propone el legislador alperovichista Caponio, además de inmoral, inconstitucional y contraria a razón, está destinada a perjudicar a todos los profesionales, que serían privados por ella de cualquier expectativa de futuro porque, ¿qué posibilidad de subsistir tiene una institución a la que nadie aportará y todos podrán exigir prestaciones? El incumplimiento de deberes legales, societarios y de cualquier índole es una grave falta a la ética, y en eso han incurrido todos los que no cumplieron sus obligaciones con la Caja, sea cual fuere la causa para ello. Premiar esa inconducta será una inmoralidad más grave aún. Tengo la seguridad de que, como en casos anteriores de intentos de este gobierno y de sus seguidores de perjudicar a la profesión, la Justicia le pondrá freno y fin a esta tentativa de saquear a quienes cumplen en beneficio de vividores. La abogacía es no solo profesión de hombres valientes sino también de hombres con dignidad.

Jorge María Miranda
[email protected]


VEREDA ROTA

La vereda del predio donde EDET iba a instalar un transformador, en Ayacucho al 200, esta rota desde hace mucho tiempo. Sería bueno que se la reparara.

Josefa Díaz Aráoz
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FALTA DE HIGIENE Y DE BAÑOS

En San Isidro de Lules, nos caracterizamos por ofrecer un popurrí de diferencias y de maltratos. Si concurrimos al Subsidio de Salud, nos encontramos con la benevolencia y la eficiencia de los empleados, pero también observamos las paredes con telarañas, los vidrios sucios, como si la limpieza se hiciera de vez en cuando, un paisaje tétrico, diría yo. Otro local que se asemeja a una taberna, con perdón de las tabernas, es el de la Caja Popular, cuyo frente es un desprecio a la belleza y a la estética. También es una ofensa a dignidad de las personas el comportamiento de un empleado del Banco Nación, dueño de un mal genio y de un despótico proceder. Párrafo aparte merecen la ausencia de baños en estas sedes. Existen formas de remediar estas situaciones, no sé qué estamos esperando.

Víctor Hugo Rodríguez
Ballesteros 264
San Isidro de Lules
Lules-Tucumán


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