Un problema que no parece tener cura ni solución

Un problema que no parece tener cura ni solución

VÍCTIMAS. Fans pagaron miles de dólares por ticket. VÍCTIMAS. Fans pagaron miles de dólares por ticket.
16 Julio 2014
El Mundial de Brasil acabó, pero las investigaciones policiales sobre el escándalo de reventa de entradas está todavía lejos de su fin, y ahora apuntan también a la AFA.

ESPN Brasil registró imágenes de reventa en el mismo lobby del hotel de Brasilia donde se hospedó la delegación para el partido que selló la clasificación de Argentina a las semifinales. En Brasilia habría participado Julio Ricardo Grondona, hijo del jefe de la AFA, Julio Grondona, quien es a su vez una de las máximas autoridades de la FIFA. En Río, según informaciones del medio brasileño, habrían actuado el jefe de seguridad argentino, Alberto Capuchetti, y el vicepresidente de la AFA, Luis Segura.

Hasta ahora, sin embargo, la policía brasileña no tiene pruebas de que los dirigentes argentinos hayan obtenido ganancias con la reventa. Tres aficionados argentinos que compraron boletos aseguraron a las autoridades brasileñas que los adquirieron por el precio nominal. “Nosotros vendemos todos nuestros tickets por el valor nominal. Luego hay tres millones de boletos fuera del sistema, que van a delegaciones futbolísticas, socios comerciales... Creo que no hay forma de controlar totalmente la venta de entradas fuera del sistema”, afirmó en una rueda de prensa en Río de Janeiro el secretario general de la FIFA Jerome Valcke.

“Estoy seguro de que en el futuro habrá otras historias, pero lo que no se puede decir es que nosotros no estamos combatiendo este negocio. La FIFA siempre lo está combatiendo, estamos en contra de esto y otorgamos total apoyo a las investigaciones”, enfatizó.

En marzo pasado, sin embargo, el director de Marketing de la FIFA, Thierry Weil, aseguró que el ente rector tomaría medidas para impedir la actividad de cambistas. “Si tú regalas tu ticket a un amigo y este amigo intenta revenderlo, tú tendrás problemas”, afirmó entonces. Por lo tanto, aún cuando hubiese vendido entradas por el precio nominal, la AFA podría verse en problemas en caso de que alguno de los compradores las haya revendido más cara.

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