El futuro es más que incierto

El futuro es más que incierto

¿Sigue el DT? ¿Cómo llega este plantel a Rusia ‘18? ¿Y la camada de juveniles?

16 Julio 2014
El futuro del fútbol de Argentina es una incógnita que preocupa. La selección de estrellas liderada por Lionel Messi no pudo en su punto ideal de madurez conquistar el Mundial de Brasil y Rusia 2018 parece asomar muy lejano para una cantera con pocas promesas y sin un proyecto de trabajo a largo plazo.

La única certeza, por el momento, es que Argentina deberá esperar al menos 32 años para lograr su tercera Copa del Mundo después de su último título conseguido en México ‘86. Ninguna potencia, excepto Italia, necesitó un plazo tan largo. Brasil lo consiguió en 12 años, Alemania, en 16.

Y quizás el dato que más preocupa es cómo llegará la Selección al próximo Mundial. Es casi un hecho que Alejandro Sabella dejaría en breve, o a lo sumo en meses, la dirección técnica.

Los “cuatro fantásticos” del ataque argentino serán dentro de cuatro años experimentados jugadores. Messi tendrá 31 años; Ángel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, 30. El sostén del equipo en Brasil 2014, el mundial que pasó, Javier Mascherano, tendrá 34. Figuras como Martín Demichelis y Maxi Rodríguez habrán cumplido ya los 37 y es probable que se hayan retirado o piensen en ello.

Messi, sin embargo, no se resigna. “Lo dimos todo y no se pudo; igual le dimos una alegría al país. Esperamos seguir dándole alegrías”, declaró al regresar de Brasil.

Será el momento de una renovación para combinar la experiencia con la fortaleza física y la explosión de las nuevas generaciones, pero las divisiones juveniles no crean hoy grandes esperanzas. Argentina no consiguió clasificarse a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ni al último Mundial Sub 20 de Turquía 2013.

Llueven además los cuestionamientos al técnico del Sub 20, Humberto Grondona, hijo del poderoso presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y “número dos” de la FIFA, Julio Grondona.

El nivel del fútbol argentino decayó en los últimos años y ya no surgen grandes nombres de sus clubes, acosados también por debacles financieras, la violencia y la influencia de las “barras bravas”. Las promesas juveniles emigran en la adolescencia rumbo a Europa en medio de un voraz negocio del fútbol, vaciando las cada vez más pobres canteras.

El futuro inmediato

Si el largo plazo preocupa, también genera dudas el corto plazo. Con la herida aún abierta por la derrota ante Alemania en la final en el Maracaná, Argentina debate ahora sus próximos pasos más inmediatos.

Sabella se tomará unos días para descansar y evaluar su situación. Fiel a su estilo, podría postergar su salida un tiempo para conseguir una transición más armoniosa. El entrenador podría continuar hasta los amistosos con Alemania, en septiembre, y Brasil, en octubre. No está claro, sin embargo, quién dirigirá a Argentina en la Copa América que se jugará en 2015 en Chile a partir del 11 de junio y hasta el 4 de julio.

Los candidatos a suceder a Sabella son varios, entre ellos Gerardo Martino y Ricardo Gareca.

Diego Simeone, otro de los nombres que se barajaban, preferiría sumar experiencia en el Atlético de Madrid antes de asumir su tarea en la Selección.

La Copa América 2015 asoma sin embargo como una posibilidad clara de redimir a la selección argentina al menos de parte de su frustración en Brasil.

La última vez que Argentina ganó el certamen continental fue en 1993. De hecho, aquella conquista fue su último gran título. Sabella deja para este desafío un equipo compacto, en equilibrio y armonía.

Consiguió fortalecer la defensa y el mediocampo, principales puntos débiles durante años, aunque resignando parte del impactante poder ofensivo que caracterizó a la selección argentina en las eliminatorias sudamericanas. En parte por las lesiones y la falta de estado físico de sus atacantes, en parte por la preferencia del entrenador de cuidar las líneas defensivas.

El factor Grondona

Entre tantos factores que signan hoy al fútbol argentino, uno preponderante es la gestión de Grondona al frente de la AFA ininterrumpidamente desde 1979. Pasaron 35 años bajo el mismo mando. El vicepresidente de la FIFA, de 82 años y con un estilo que ya alejó en el pasado a varios técnicos de la Selección, se encuentra además bajo investigación de la Justicia por supuestas irregularidades en la administración de los millonarios fondos estatales destinados al programa “Fútbol para Todos”.

El año pasado anunció que no se presentará en 2015 a una nueva reelección en la AFA y su sucesión ya depara un nuevo capítulo en la historia importante del fútbol argentino.

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