15 Julio 2014
REUTERS
KIEV.- Tanto los insurgentes de Ucrania del Este como el gobierno central de Kiev concentraron sus fuerzas en torno a las ciudades de Donetsk y Lugansk, de donde huyen miles de personas hacia Rusia.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anunció la limitación del área de conflicto en la ofensiva contra los insurgentes al ordenar una reducción de la zona geográfica de la operación antiterrorista.
Los rebeldes negaron que el aeropuerto de Lugansk esté ahora bajo control de las tropas ucranianas y dijeron que todos los ataques fueron repelidos. La administración de Lugansk pidió a los habitantes de la ciudad que no salgan a la calle.
Los insurgentes acusan a las tropas ucranianas de castigar a la población civil con fuego de artillería en los suburbios de Donetsk, ciudad de casi un millón de habitantes donde además reportan continuos combates. El mando de las milicias pro rusas no descarta que las tropas ucranianas intenten tomar Donetsk por asalto.
Según Poroshenko, el propósito del Gobierno es sitiar Donetsk a fin de obligar a los separatistas a deponer las armas. Dijo que sus fuerzas -que, insiste, combaten contra unidades dirigidas por oficiales del Ejército ruso- recuperaron el control sobre varios bastiones rebeldes en la región insurrecta. El Ministerio de Defensa de Kiev, que acusa a los rebeldes de estar dirigidos por oficiales rusos, confirmó que se produjeron cinco ataques aéreos. “El enemigo sufrió considerables pérdidas”, añadió. También fue destruido equipo técnico de combate.
Los combates continuaron ayer en otros puntos de la frontera ruso-ucraniana, como en el paso internacional Izvarino, donde los insurgentes aseguraron haber derribado un avión de transporte militar Antónov An-26. Ucrania admitió la pérdida de comunicación con la aeronave, con veinte ocupantes.
Más de 30.400 ucranianos han solicitado formalmente refugio en Rusia a raíz del conflicto y 130.000 ucranianos que viajaron a Rusia han solicitado “prolongar su estancia” en el país. (Télam)
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anunció la limitación del área de conflicto en la ofensiva contra los insurgentes al ordenar una reducción de la zona geográfica de la operación antiterrorista.
Los rebeldes negaron que el aeropuerto de Lugansk esté ahora bajo control de las tropas ucranianas y dijeron que todos los ataques fueron repelidos. La administración de Lugansk pidió a los habitantes de la ciudad que no salgan a la calle.
Los insurgentes acusan a las tropas ucranianas de castigar a la población civil con fuego de artillería en los suburbios de Donetsk, ciudad de casi un millón de habitantes donde además reportan continuos combates. El mando de las milicias pro rusas no descarta que las tropas ucranianas intenten tomar Donetsk por asalto.
Según Poroshenko, el propósito del Gobierno es sitiar Donetsk a fin de obligar a los separatistas a deponer las armas. Dijo que sus fuerzas -que, insiste, combaten contra unidades dirigidas por oficiales del Ejército ruso- recuperaron el control sobre varios bastiones rebeldes en la región insurrecta. El Ministerio de Defensa de Kiev, que acusa a los rebeldes de estar dirigidos por oficiales rusos, confirmó que se produjeron cinco ataques aéreos. “El enemigo sufrió considerables pérdidas”, añadió. También fue destruido equipo técnico de combate.
Los combates continuaron ayer en otros puntos de la frontera ruso-ucraniana, como en el paso internacional Izvarino, donde los insurgentes aseguraron haber derribado un avión de transporte militar Antónov An-26. Ucrania admitió la pérdida de comunicación con la aeronave, con veinte ocupantes.
Más de 30.400 ucranianos han solicitado formalmente refugio en Rusia a raíz del conflicto y 130.000 ucranianos que viajaron a Rusia han solicitado “prolongar su estancia” en el país. (Télam)
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