11 Julio 2014
A LA VERA DE LA RUTA 9. Frente a esta casa, donde viven la presunta homicida y su familia, ocurrió el crimen. LA GACETA / FOTO DE Antonio Ferroni
El frío calaba los huesos cuando Carmen Nieves Leal saltó de la cama luego de escuchar un estruendo. La mujer de 64 años contó que tiritaba en la puerta de su casa, desde donde observaba a un hombre muerto en el patio de adelante y a su hija caminando de un lado hacia otro, como fuera de sí. Minutos más tarde llegó la Policía, llamada por los vecinos, y esposó a la joven de 31 años. Mientras tanto, personal de Criminalística analizaba el cadáver, que podía verse desde el kilómetro 1.264 de la ruta 9.
El crimen ocurrió ayer, pasada la 1.30, en una humilde vivienda ubicada a la vera de la ruta, en El Cortaderal, un paraje cercano a la Villa de Leales. José Ariel Pérez, de 35 años, fue asesinado de un escopetazo y la presunta autora del hecho es su ex pareja, Aidé Nieves Amaya, quien vive en ese lugar.
La angustia era visible ayer en el rostro de Carmen, quien quedó a cargo de los cuatro hijos de Aidé cuando se la llevaron detenida en medio de la oscuridad. Aún así, la mujer intentó explicar lo que había pasado. Según relató a este diario, José había llegado a la casa después del partido entre Argentina y Holanda. El hombre -agregó- solía ir a visitar a la hija de ocho años que tenía con Aidé. Más tarde, cuando Carmen y sus nietos se fueron a dormir, la pareja abrió una botella de cerveza.
“Estaban tomando en el comedor y discutían, él era muy celoso”, narró Carmen. Desde su cama, la mujer no pudo escuchar con detalle lo que pasaba en el otro ambiente de la casa. Sin embargo, un tiempo después la despertó un disparo. “Ella estaba ebria, parece que no se daba cuenta de lo que estaba haciendo. Después me dijo que él la había golpeado y la había puesto furiosa, por eso le metió el disparo”, dijo Carmen.
Todo indica que, en medio de una violenta pelea, Aidé le pidió a José que se fuera de la casa y que le disparó por la espalda mientras el hombre se retiraba. La víctima cayó boca abajo y se desangró en el patio de la vivienda.
Según indicó Carmen en su relato, el arma con la que Aidé habría asesinado a su ex pareja es una escopeta que guardaba en la casa para defender a la familia, ante un posible caso de inseguridad.
Una relación tormentosa
La mujer reconoció que su hija es de “carácter fuerte”. No obstante, remarcó que el hombre era violento con ella. “Ellos estaban separados desde hace como dos años, ella no quería saber nada con él, pero este hombre insistía en que quería volver con mi hija”, afirmó la mujer. En ese sentido, comentó que, cuando todavía estaban en pareja, Aidé le contó que José la había amenazado con matarla y luego suicidarse si se atrevía a terminar la relación.
Carmen recordó también que en algunas oportunidades vio signos de violencia en el cuerpo de su hija, que Aidé le había contado varias veces que lo había denunciado en la comisaría y que el hombre tenía una restricción de acercamiento. “Una vez la Policía se lo llevó de acá porque la había golpeado”, añadió.
El hombre -según señaló Carmen- trabajaba como albañil y vivía con sus padres en Mancopa. Aidé, por su parte, es mamá de cuatro chicos de entre ocho y 17 años (sólo la menor es hija de José). La mujer trabaja repartiendo folletos en la peatonal Muñecas para promocionar cursos de computación en un instituto privado del microcentro.
Aidé declaró ayer ante el fiscal de feria Washington Navarro Dávila (V° Nominación), quien ordenó que permanezca detenida en la Brigada Femenina. La investigación del caso está a cargo de la división Homicidios, conducida por los comisarios Luis Núñez y Marcelo Sallas, que intenta determinar cuáles fueron las causas del asesinato.
El crimen ocurrió ayer, pasada la 1.30, en una humilde vivienda ubicada a la vera de la ruta, en El Cortaderal, un paraje cercano a la Villa de Leales. José Ariel Pérez, de 35 años, fue asesinado de un escopetazo y la presunta autora del hecho es su ex pareja, Aidé Nieves Amaya, quien vive en ese lugar.
La angustia era visible ayer en el rostro de Carmen, quien quedó a cargo de los cuatro hijos de Aidé cuando se la llevaron detenida en medio de la oscuridad. Aún así, la mujer intentó explicar lo que había pasado. Según relató a este diario, José había llegado a la casa después del partido entre Argentina y Holanda. El hombre -agregó- solía ir a visitar a la hija de ocho años que tenía con Aidé. Más tarde, cuando Carmen y sus nietos se fueron a dormir, la pareja abrió una botella de cerveza.
“Estaban tomando en el comedor y discutían, él era muy celoso”, narró Carmen. Desde su cama, la mujer no pudo escuchar con detalle lo que pasaba en el otro ambiente de la casa. Sin embargo, un tiempo después la despertó un disparo. “Ella estaba ebria, parece que no se daba cuenta de lo que estaba haciendo. Después me dijo que él la había golpeado y la había puesto furiosa, por eso le metió el disparo”, dijo Carmen.
Todo indica que, en medio de una violenta pelea, Aidé le pidió a José que se fuera de la casa y que le disparó por la espalda mientras el hombre se retiraba. La víctima cayó boca abajo y se desangró en el patio de la vivienda.
Según indicó Carmen en su relato, el arma con la que Aidé habría asesinado a su ex pareja es una escopeta que guardaba en la casa para defender a la familia, ante un posible caso de inseguridad.
Una relación tormentosa
La mujer reconoció que su hija es de “carácter fuerte”. No obstante, remarcó que el hombre era violento con ella. “Ellos estaban separados desde hace como dos años, ella no quería saber nada con él, pero este hombre insistía en que quería volver con mi hija”, afirmó la mujer. En ese sentido, comentó que, cuando todavía estaban en pareja, Aidé le contó que José la había amenazado con matarla y luego suicidarse si se atrevía a terminar la relación.
Carmen recordó también que en algunas oportunidades vio signos de violencia en el cuerpo de su hija, que Aidé le había contado varias veces que lo había denunciado en la comisaría y que el hombre tenía una restricción de acercamiento. “Una vez la Policía se lo llevó de acá porque la había golpeado”, añadió.
El hombre -según señaló Carmen- trabajaba como albañil y vivía con sus padres en Mancopa. Aidé, por su parte, es mamá de cuatro chicos de entre ocho y 17 años (sólo la menor es hija de José). La mujer trabaja repartiendo folletos en la peatonal Muñecas para promocionar cursos de computación en un instituto privado del microcentro.
Aidé declaró ayer ante el fiscal de feria Washington Navarro Dávila (V° Nominación), quien ordenó que permanezca detenida en la Brigada Femenina. La investigación del caso está a cargo de la división Homicidios, conducida por los comisarios Luis Núñez y Marcelo Sallas, que intenta determinar cuáles fueron las causas del asesinato.
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