Por Federico Espósito
10 Julio 2014
LAS MANOS MILAGROSAS. Sergio Romero detuvo dos penales en la definición y le dio el pase a la Argentina a la final.
Marche un pedido de disculpas públicas para Sergio Romero. Ocho de cada 10 argentinos levantó la mano en señal de protesta cuando Alejandro Sabella lo ratificó en el cuidado de los palos argentinos en el Mundial, una confianza que en su propio club no le habían tenido. Quien tenga un poco de vergüenza se golpeará el pecho: Romero es uno de los accionistas mayoritarios de esta Argentina finalista. Es cierto que Holanda atacó menos que Irán durante los 120 minutos, pero el “1” nunca mostró dudas. Y cuando el equipo más lo necesitó, “Chiquito” se hizo gigante: atajó dos de los cuatro penales holandeses y despejó el camino para que los ejecutores argentinos completen la hazaña.
“Hoy te convertís en héroe”, le anticipó Mascherano antes de la tanda. Además de gladiador, “Masche” es adivino: Romero le atajó el primero a Ron Vlaar y el tercero a Wesley Sneijder, con una volada espectacular. ¿Fue el instinto o el machete que se guardó adentro del pantalón? “Era un mensaje personal para motivarme”, desmintió el ex Racing. “Pero más o menos tenía una idea. Por dentro se me cruzó que Sneijder la iba a patear ahí, como también que Robben iba a tirar a mi izquierda. Al final me volé para la derecha, por eso me puteé tanto”, explicó.
Tras sepultar tanto escepticismo, lo primero que hizo el de Misiones fue agradecer el respaldo del DT. “Me ayudó en el momento más difícil de mi carrera, porque es la primera vez que me toca estar tanto tiempo sentado en el banco de los suplentes”, destacó Romero, que también se acordó del técnico holandés, Louis van Gaal: “me ayudó muchísimo cuando llegué a Holanda, un país totalmente diferente al nuestro. Y él hablaba español, así que me dio una gran mano cuando estuve en el AZ (Alkmaar, club de la primera división holandesa).
Como hace 24 años, Argentina llega a la final gracias a un arquero que ataja dos penales. Aquella vez fue Sergio Goycochea. Ayer fue Romero. Esperemos que esta vez la historia tenga un final diferente.
“Hoy te convertís en héroe”, le anticipó Mascherano antes de la tanda. Además de gladiador, “Masche” es adivino: Romero le atajó el primero a Ron Vlaar y el tercero a Wesley Sneijder, con una volada espectacular. ¿Fue el instinto o el machete que se guardó adentro del pantalón? “Era un mensaje personal para motivarme”, desmintió el ex Racing. “Pero más o menos tenía una idea. Por dentro se me cruzó que Sneijder la iba a patear ahí, como también que Robben iba a tirar a mi izquierda. Al final me volé para la derecha, por eso me puteé tanto”, explicó.
Tras sepultar tanto escepticismo, lo primero que hizo el de Misiones fue agradecer el respaldo del DT. “Me ayudó en el momento más difícil de mi carrera, porque es la primera vez que me toca estar tanto tiempo sentado en el banco de los suplentes”, destacó Romero, que también se acordó del técnico holandés, Louis van Gaal: “me ayudó muchísimo cuando llegué a Holanda, un país totalmente diferente al nuestro. Y él hablaba español, así que me dio una gran mano cuando estuve en el AZ (Alkmaar, club de la primera división holandesa).
Como hace 24 años, Argentina llega a la final gracias a un arquero que ataja dos penales. Aquella vez fue Sergio Goycochea. Ayer fue Romero. Esperemos que esta vez la historia tenga un final diferente.
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