10 Julio 2014
Un recorrido por los orígenes de la industria azucarera
Un nuevo punto se suma a la propuesta turística del circuito Las Yungas. Los visitantes pueden descubrir la típica postal azucarera recorriendo el ingenio San Pablo. El cultivo de caña y la fábrica fueron iniciados en 1830, pero el lugar conoció su esplendor con Luis F. Nougués durante el siglo XIX. Hoy sobreviven las monumentales estructuras y en el predio funciona una universidad privada
CHALET. Fue un diseño de Luis F. Nougués y era la residencia familiar. Hoy funciona la administración de la Universidad San Pablo-T. la gaceta / fotos de jorge olmos sgrosso
El olor a tierra húmeda y a césped recién cortado es lo primero que recibe al visitante cuando cruza el pórtico del predio en el que funcionó el ingenio San Pablo.
Dos monumentales edificios de ladrillos: la ex refinería y los galpones se alzan en medio del verde. Por detrás asoman las chimeneas, las cuales ya se pueden divisar desde la ruta que atraviesa el viejo pueblo de San Pablo. La postal azucarera arranca un sentimiento incontrolable de haber querido conocer en funcionamiento ese lugar.
Desde esta semana los turistas tienen un punto más para visitar en el circuito de Las Yungas. La propuesta es conocer San Pablo y luego continuar camino hacia Villa Nougués (por ruta 338), San Javier y bajar hacia Yerba Buena. O desde San Javier continuar camino hacia Raco (ruta 340) y El Siambón.
El martes, Marcos Cáceres y Micaela Chehuán recibieron al primer grupo de turistas provenientes de Carlos Paz y les ofrecieron una visita guiada por el parque. Los estudiantes de turismo les explicaron la historia de cada uno de los edificios que integran el conjunto y algunas otras curiosidades. Ezequiel y Nilda Peretti, junto a su hijo Miguel Ángel, se maravillaron con la inmensidad del edifico de la refinería, la elegancia del chalet y el tamaño del ficus macrophylla (o gomero) ubicado en el centro del predio y de origen africano.
Postal azucarera
Esas tierras fueron propiedad de los Jesuitas, quienes luego se las vendieron a José Domingo de Ayala. Posteriormente fueron adquiridas por Jean Nougués, fundador del ingenio y abuelo de Luis F. Nougués. Fue Jean quien plantó los primeros surcos de caña de azúcar entre 1830 y 1832 con semillas regaladas por el propio Obispo Colombres.
Hasta 1836 Nougués repartía el cultivo de caña con la actividad de curtiembres, pero luego se abocó sólo a la industria azucarera. La planta comenzó a modernizarse regularmente y en 1881 llegaron los primeros trapiches franceses, los dos motores a vapor y unos años más tarde las prensas y centrífugas. Por esos años se elevan las dos chimeneas ubicadas hacia la derecha de la refinería.
Hoy es posible llegar hasta la entrada de ese edificio, donde descansa el esqueleto de hierro que contenía las maquinarias. Ese edificio fabril se alimentaba con la luz solar, por eso se entiende la gran cantidad de ventanales.
En 1989, luego de 157 años de labor, la fábrica cerró sus puertas definitivamente. Hoy es propiedad de Compañía Azucarera Los Balcanes y allí funciona la Universidad privada San Pablo-T.
El señorial chalet de dos plantas fue la casa de la familia. El proyecto es de 1894 y fue el mismo Luis F. Nougués quien lo hizo mientras cursaba el cuarto año de ingeniería. Se accede por una escalera doble que desemboca en la galería y desde allí se ingresa a la vivienda por un vestíbulo. Hoy en esos ambientes funciona la administración de la Universidad y está cerrada al público.
Como era costumbre en las familias distinguidas la propiedad contaba con una capilla privada. También fue proyectada por Luis F. Nougués hacia finales del siglo XIX. Está dedicada a la advocación de Nuestra Señora del Carmen y cuenta con vistosos vitrales con imágenes de santos. Lamentablemente la curiosidad del visitante no podrá ser saciada mientras las puertas de este templo estén cerradas.
El recorrido continúa hacia el fondo del predio donde se puede ver una vieja gruta de piedra, los restos de un invernadero, las dos represas (ahora están sin agua) y unos baños subterráneos que utilizaban las esposas de los obreros de la fábrica. Todo eso, mientras se va descubriendo la vegetación típica de la zona.
Un majestuoso ejemplar
El gran gomero
La historia y la tradición indican que este impresionante Ficus Macrophylla proviene del África. Su semilla fue un obsequio de la Reina Victoria a Julio A. Roca quien, a su vez, se lo regaló a Luis F. Nougués para que lo plantara en esa finca. Se lo considera el ejemplar de esa especie más grande de la Argentina. Sus raíces ocupan tanto como su copa por debajo de la tierra y a pocos metros crecieron otros que provienen de este ejemplar.
Datos para no perderse la visita
- Los recorridos guiados arrancan a las 10 de la mañana y tienen una duración de 20 minutos.
- Se puede llegar en auto y estacionar dentro del predio o en ómnibus de la empresa El Provincial que sale de la terminal de ómnibus.
- Si se quiere conocer una fábrica en funcionamiento se puede visitar el ingenio La Florida que posee guías especializados y del lugar.
- Después de la visita se puede tomar un café en cualquier bar de Yerba Buena o seguir camino hacia Villa Nougués, donde funciona un restaurante en la vieja hostería.
Dos monumentales edificios de ladrillos: la ex refinería y los galpones se alzan en medio del verde. Por detrás asoman las chimeneas, las cuales ya se pueden divisar desde la ruta que atraviesa el viejo pueblo de San Pablo. La postal azucarera arranca un sentimiento incontrolable de haber querido conocer en funcionamiento ese lugar.
Desde esta semana los turistas tienen un punto más para visitar en el circuito de Las Yungas. La propuesta es conocer San Pablo y luego continuar camino hacia Villa Nougués (por ruta 338), San Javier y bajar hacia Yerba Buena. O desde San Javier continuar camino hacia Raco (ruta 340) y El Siambón.
El martes, Marcos Cáceres y Micaela Chehuán recibieron al primer grupo de turistas provenientes de Carlos Paz y les ofrecieron una visita guiada por el parque. Los estudiantes de turismo les explicaron la historia de cada uno de los edificios que integran el conjunto y algunas otras curiosidades. Ezequiel y Nilda Peretti, junto a su hijo Miguel Ángel, se maravillaron con la inmensidad del edifico de la refinería, la elegancia del chalet y el tamaño del ficus macrophylla (o gomero) ubicado en el centro del predio y de origen africano.
Postal azucarera
Esas tierras fueron propiedad de los Jesuitas, quienes luego se las vendieron a José Domingo de Ayala. Posteriormente fueron adquiridas por Jean Nougués, fundador del ingenio y abuelo de Luis F. Nougués. Fue Jean quien plantó los primeros surcos de caña de azúcar entre 1830 y 1832 con semillas regaladas por el propio Obispo Colombres.
Hasta 1836 Nougués repartía el cultivo de caña con la actividad de curtiembres, pero luego se abocó sólo a la industria azucarera. La planta comenzó a modernizarse regularmente y en 1881 llegaron los primeros trapiches franceses, los dos motores a vapor y unos años más tarde las prensas y centrífugas. Por esos años se elevan las dos chimeneas ubicadas hacia la derecha de la refinería.
Hoy es posible llegar hasta la entrada de ese edificio, donde descansa el esqueleto de hierro que contenía las maquinarias. Ese edificio fabril se alimentaba con la luz solar, por eso se entiende la gran cantidad de ventanales.
En 1989, luego de 157 años de labor, la fábrica cerró sus puertas definitivamente. Hoy es propiedad de Compañía Azucarera Los Balcanes y allí funciona la Universidad privada San Pablo-T.
El señorial chalet de dos plantas fue la casa de la familia. El proyecto es de 1894 y fue el mismo Luis F. Nougués quien lo hizo mientras cursaba el cuarto año de ingeniería. Se accede por una escalera doble que desemboca en la galería y desde allí se ingresa a la vivienda por un vestíbulo. Hoy en esos ambientes funciona la administración de la Universidad y está cerrada al público.
Como era costumbre en las familias distinguidas la propiedad contaba con una capilla privada. También fue proyectada por Luis F. Nougués hacia finales del siglo XIX. Está dedicada a la advocación de Nuestra Señora del Carmen y cuenta con vistosos vitrales con imágenes de santos. Lamentablemente la curiosidad del visitante no podrá ser saciada mientras las puertas de este templo estén cerradas.
El recorrido continúa hacia el fondo del predio donde se puede ver una vieja gruta de piedra, los restos de un invernadero, las dos represas (ahora están sin agua) y unos baños subterráneos que utilizaban las esposas de los obreros de la fábrica. Todo eso, mientras se va descubriendo la vegetación típica de la zona.
Un majestuoso ejemplar
El gran gomero
La historia y la tradición indican que este impresionante Ficus Macrophylla proviene del África. Su semilla fue un obsequio de la Reina Victoria a Julio A. Roca quien, a su vez, se lo regaló a Luis F. Nougués para que lo plantara en esa finca. Se lo considera el ejemplar de esa especie más grande de la Argentina. Sus raíces ocupan tanto como su copa por debajo de la tierra y a pocos metros crecieron otros que provienen de este ejemplar.
Datos para no perderse la visita
- Los recorridos guiados arrancan a las 10 de la mañana y tienen una duración de 20 minutos.
- Se puede llegar en auto y estacionar dentro del predio o en ómnibus de la empresa El Provincial que sale de la terminal de ómnibus.
- Si se quiere conocer una fábrica en funcionamiento se puede visitar el ingenio La Florida que posee guías especializados y del lugar.
- Después de la visita se puede tomar un café en cualquier bar de Yerba Buena o seguir camino hacia Villa Nougués, donde funciona un restaurante en la vieja hostería.
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