09 Julio 2014
LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
Durante la homilía que leyó en el Tedeum del 9 de Julio, el arzobispo de Tucumán Alfredo Zecca, llamó a la unidad del país y remarcó la necesidad de dialogar para resolver las dificultades. El oficio religioso se desarrolló en la Iglesia Catedral, y contó con la presencia de la comitiva oficial del Gobierno de la provincia, que encabezó el mandatario, José Alperovich.
En su mensaje, la máxima autoridad eclesiástica de Tucumán remarcó que "una sociedad arraigada en Dios no puede ser sino naturalmente inclusiva”, integradora, no discriminadora". "Esta sociedad se convierte en una sociedad dialogante, que busca la comunión y trata de solucionar el conflicto. Lamentablemente esta visión se deja de lado cuando se pretende construir desde el conflicto; en cambio, todo es posible para un pueblo que busca la comunión entre sus miembros", subrayó.
Zecca insistió en la importancia de recuperar la comunicación entre los actores sociales para subsanar las diferencias y para buscar soluciones que mejoren la calidad de vida los ciudadanos. "Si no hay unidad no hay nación. Así de simple y así de dramático", expresó.
Por otro lado, pidió a los católicos "que reflexionen sobre su propio compromiso de ser sal y luz en esta sociedad y en este momento histórico que vivimos". "Creo que la sociedad tiene todo el derecho de esperar una rica y auténtica contribución de los católicos al afianzamiento del bien común. Mantengámonos firmes en esta hora de la historia sin claudicar de nuestras responsabilidades como ciudadanos y como cristianos", señaló.
En su mensaje, la máxima autoridad eclesiástica de Tucumán remarcó que "una sociedad arraigada en Dios no puede ser sino naturalmente inclusiva”, integradora, no discriminadora". "Esta sociedad se convierte en una sociedad dialogante, que busca la comunión y trata de solucionar el conflicto. Lamentablemente esta visión se deja de lado cuando se pretende construir desde el conflicto; en cambio, todo es posible para un pueblo que busca la comunión entre sus miembros", subrayó.
Zecca insistió en la importancia de recuperar la comunicación entre los actores sociales para subsanar las diferencias y para buscar soluciones que mejoren la calidad de vida los ciudadanos. "Si no hay unidad no hay nación. Así de simple y así de dramático", expresó.
Por otro lado, pidió a los católicos "que reflexionen sobre su propio compromiso de ser sal y luz en esta sociedad y en este momento histórico que vivimos". "Creo que la sociedad tiene todo el derecho de esperar una rica y auténtica contribución de los católicos al afianzamiento del bien común. Mantengámonos firmes en esta hora de la historia sin claudicar de nuestras responsabilidades como ciudadanos y como cristianos", señaló.
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