09 Julio 2014
CON CONFIANZA. Lucas Mohamed le pone mucho entusiasmo al trabajo, una actitud que se repite en el resto del equipo, con su papá “Lito” a la cabeza. El VW Gol está en perfecto estado para el próximo desafío.
Vistiendo ropas de líder de campeonato de la Clase 2 del Turismo Nacional viajará Lucas Mohamed a San Luis. El piloto, en lo que va de la temporada, nunca bajó del top ten en las clasificaciones finales: ganó en La Plata; fue 10° en la primera incursión de la categoría este año por tierra puntana; terminó 4° en Neuquén; 9° en Concordia y 3° en San Jorge.
- Para lo que viene, ¿vas a mantener la estrategia de sumar lo más posible en cada carrera?
- San Luis tiene un circuito que me gusta, que me es favorable. Por eso voy de mínima a pelear arriba: ojalá logre un triunfo o haga un podio. Porque además después viene la carrera de Las Termas, y a ella me gustaría llegar tranquilo, sin tantas presiones. Sería hermoso que se dé. Igual, lo fundamental aquí es andar bien en todas las carreras. Conmigo las especulaciones no van.
- ¿Estás sintiendo presión externa por la posición que tenés?
- En los fines de semana de carrera eso se siente. Hay pilotos que endurecieron el trato. El compañerismo de siempre empezó a acotarse: antes se iba a pedir algo, o cierta gente venía a pedir, y eso ya casi no ocurre. Hay quienes te miran distinto, o hacen ciertos comentarios del auto. Se nota que les duele mi presente. Obviamente no todo el mundo es así. Destaco en ese sentido lo de Adrián Percaz, que en San Jorge tuvo una pérdida de ritmo cuando yo iba a pasarlo, y se tiró a la derecha para no generar inconvenientes. Después, se pegó detrás de mí. De esa gente de ley no hay muchos.
- En lo personal, cómo estás manejando la condición de líder?
- Yo no caigo mucho en eso. Como todos los años, con el equipo pensamos carrera a carrera. Seguimos analizando cada circuito en base a apuntes tomados en visitas anteriores. Eso nos sirve mucho, porque lo que se anota sirve para ser puesto en práctica, para modificar lo que sea necesario, para sacar lo positivo. Me sustraigo tanto que ni sé puntualmente quiénes ocupan los puestos de avanzada en el certamen. No estoy pendiente de eso ni tampoco de la idea de campeonato. Creo que es muy pronto para eso, pero no puedo negar que es un tema que me interesa, que es un sueño. Pero recién en las últimas dos o tres fechas quizás hagamos un cambio de estrategia, antes no.
- ¿Qué es lo lógico que debería suceder con tu carrera hasta el final del campeonato 2014?
- A esta altura del año empiezan a perfilarse los pilotos que suben seguido a los podios, los que suman gran cantidad de puntos en cada carrera. Y para estar a ese nivel, tengo que adoptar la actitud de ir a correr no para sumar un punto, sino para hacer una buena cosecha. Si no se da ganar, voy por el puesto más alto que pueda lograr.
- Desde el año pasado al presente, ¿qué cosas cambiaron en el equipo para que se dé este salto de calidad?
- Muchas cosas. Se trabaja mejor. El factor humano fue clave. Incluso, por fin estamos aprovechando la experiencia de haber corrido tantos años. También ayudó lo presupuestario, aunque eso siempre está al límite. Por caso, las cosas no dejan de aumentar y eso es inquietante. Es fundamente poner en el auto los elementos de calidad que necesita. Y aunque faltan cosas, no nos podemos quejar. Esto es como un equipo de fútbol: cuando los jugadores se entienden bien y son los mismos los que salen a la cancha todos los partidos, los resultados mejoran.
- Para lo que viene, ¿vas a mantener la estrategia de sumar lo más posible en cada carrera?
- San Luis tiene un circuito que me gusta, que me es favorable. Por eso voy de mínima a pelear arriba: ojalá logre un triunfo o haga un podio. Porque además después viene la carrera de Las Termas, y a ella me gustaría llegar tranquilo, sin tantas presiones. Sería hermoso que se dé. Igual, lo fundamental aquí es andar bien en todas las carreras. Conmigo las especulaciones no van.
- ¿Estás sintiendo presión externa por la posición que tenés?
- En los fines de semana de carrera eso se siente. Hay pilotos que endurecieron el trato. El compañerismo de siempre empezó a acotarse: antes se iba a pedir algo, o cierta gente venía a pedir, y eso ya casi no ocurre. Hay quienes te miran distinto, o hacen ciertos comentarios del auto. Se nota que les duele mi presente. Obviamente no todo el mundo es así. Destaco en ese sentido lo de Adrián Percaz, que en San Jorge tuvo una pérdida de ritmo cuando yo iba a pasarlo, y se tiró a la derecha para no generar inconvenientes. Después, se pegó detrás de mí. De esa gente de ley no hay muchos.
- En lo personal, cómo estás manejando la condición de líder?
- Yo no caigo mucho en eso. Como todos los años, con el equipo pensamos carrera a carrera. Seguimos analizando cada circuito en base a apuntes tomados en visitas anteriores. Eso nos sirve mucho, porque lo que se anota sirve para ser puesto en práctica, para modificar lo que sea necesario, para sacar lo positivo. Me sustraigo tanto que ni sé puntualmente quiénes ocupan los puestos de avanzada en el certamen. No estoy pendiente de eso ni tampoco de la idea de campeonato. Creo que es muy pronto para eso, pero no puedo negar que es un tema que me interesa, que es un sueño. Pero recién en las últimas dos o tres fechas quizás hagamos un cambio de estrategia, antes no.
- ¿Qué es lo lógico que debería suceder con tu carrera hasta el final del campeonato 2014?
- A esta altura del año empiezan a perfilarse los pilotos que suben seguido a los podios, los que suman gran cantidad de puntos en cada carrera. Y para estar a ese nivel, tengo que adoptar la actitud de ir a correr no para sumar un punto, sino para hacer una buena cosecha. Si no se da ganar, voy por el puesto más alto que pueda lograr.
- Desde el año pasado al presente, ¿qué cosas cambiaron en el equipo para que se dé este salto de calidad?
- Muchas cosas. Se trabaja mejor. El factor humano fue clave. Incluso, por fin estamos aprovechando la experiencia de haber corrido tantos años. También ayudó lo presupuestario, aunque eso siempre está al límite. Por caso, las cosas no dejan de aumentar y eso es inquietante. Es fundamente poner en el auto los elementos de calidad que necesita. Y aunque faltan cosas, no nos podemos quejar. Esto es como un equipo de fútbol: cuando los jugadores se entienden bien y son los mismos los que salen a la cancha todos los partidos, los resultados mejoran.