09 Julio 2014
TRES MANDATARIOS EN 1991. Menem toma mate con sus pares Luis Lacalle (Uruguay) y Jaime Paz Zamora (Bolivia). la gaceta / archivo
Hoy será la primera vez en 15 años que el presidente de la Nación no encabezará las celebraciones patrias y políticas por el 9 de Julio en Tucumán. Será también la única falta de Cristina Fernández de Kirchner a los actos por el aniversario de la Declaración de la Independencia desde que es jefa de Estado (diciembre de 2007).
En 1991, el ex mandatario Carlos Menem había firmado el decreto 81/91, que instituía a San Miguel de Tucumán como capital del país durante los 8 y 9 de julio. Curiosamente, las únicas ausencias desde entonces fueron de Menem. En 1995, a sólo dos días de haber asumido su segundo mandato, envió al vicepresidente Carlos Ruckauf. En 1996 y 1997, el riojano fue suplantado por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. En 1999, en tanto, envió al ministro de Educación, Manuel García Solá. El resto de los últimos presidentes asistió a todas las citas: Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
En 2008, Fernández presidió su primer acto político en el hipódromo. No había sido un buen comienzo: hubo un militante del oficialismo muerto y otros 30 resultaron heridos al desplomarse una tribuna. En un contexto de pleno conflicto con el campo por las retenciones, la Presidenta evocó entonces la gesta de 1816 y llamó a construir una “independencia económica”.
En 2009, la convocatoria se mudó a la plaza Independencia y las autoridades hablaron desde el salón Blanco de la Casa de Gobierno. En su habitual discurso, llamó al diálogo y consideró que la democracia necesitaba “partidos sólidos”. Fue el año que más tiempo la Presidenta estuvo en la provincia. Desde la noche anterior estaba alojada en un hotel frente al Parque.
En 2010, Cristina encabezó un multitudinario desfile cívico militar (desde 2001 no se celebraban en Tucumán). Con el ex presidente Kirchner a su lado, defendió el proyecto de matrimonio igualitario.
El año posterior fue electoral. Como consecuencia, el despliegue político fue mayor y las palabras de las autoridades, netamente proselitistas. Cristina ensalzó la figura de Kirchner (había fallecido en octubre de 2010) y halagó a los jóvenes militantes de su espacio. El gobernador, José Alperovich, instó entonces a los tucumanos a llenar las urnas con votos con “memoria”.
Los festejos que se desarrollaron en la plaza habían estado marcados por la tensión. Los autoconvocados de la salud habían instalado la “Carpa de la Dignidad” en el pase público y fueron agredidos- según denunciaron- por miembros del Gobierno.
En 2012, una multitud colmó el hipódromo. La Presidenta y el gobernador defendieron las políticas kirchneristas. Sobre todo, en materia económica. Alperovich había hecho hincapié en las figuras de Néstor y Cristina.
El año pasado, los festejos fueron a meses de las elecciones de parlamentarios nacionales. Pero la Presidenta omitió mencionar a los postulantes locales, que estaban en el hipódromo. En cambio, mimó a Susana Trimarco, madre de Marita Verón; reclamó la reforma judicial y anunció subsidios para pequeños cañeros. Durante la mañana, se habían producido incidentes en inmediaciones de la Casa Histórica.
La Policía había reprimido a Alberto Lebbos, padre de Paulina, y organizaciones sociales y políticas que lo acompañaban. Lebbos había intentado acercar su reclamo de justicia a la mandataria.
Homenaje y política
Fernández tenía asistencia completa, al menos en el homenaje a los próceres en la Casa Histórica y en el posterior acto político.
En cambio, la Presidenta- cumple reposo por un cuadro de faringolaringitis aguda- esquivó participar del tedeum en la Catedral. Sólo asistió una vez, en 2009. Los roces con la Iglesia por la situación social y por el matrimonio igualitario, y las duras críticas del ex obispo Luis Villalba en esas ceremonias, habrían generado la resistencia.
En 1991, el ex mandatario Carlos Menem había firmado el decreto 81/91, que instituía a San Miguel de Tucumán como capital del país durante los 8 y 9 de julio. Curiosamente, las únicas ausencias desde entonces fueron de Menem. En 1995, a sólo dos días de haber asumido su segundo mandato, envió al vicepresidente Carlos Ruckauf. En 1996 y 1997, el riojano fue suplantado por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. En 1999, en tanto, envió al ministro de Educación, Manuel García Solá. El resto de los últimos presidentes asistió a todas las citas: Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
En 2008, Fernández presidió su primer acto político en el hipódromo. No había sido un buen comienzo: hubo un militante del oficialismo muerto y otros 30 resultaron heridos al desplomarse una tribuna. En un contexto de pleno conflicto con el campo por las retenciones, la Presidenta evocó entonces la gesta de 1816 y llamó a construir una “independencia económica”.
En 2009, la convocatoria se mudó a la plaza Independencia y las autoridades hablaron desde el salón Blanco de la Casa de Gobierno. En su habitual discurso, llamó al diálogo y consideró que la democracia necesitaba “partidos sólidos”. Fue el año que más tiempo la Presidenta estuvo en la provincia. Desde la noche anterior estaba alojada en un hotel frente al Parque.
En 2010, Cristina encabezó un multitudinario desfile cívico militar (desde 2001 no se celebraban en Tucumán). Con el ex presidente Kirchner a su lado, defendió el proyecto de matrimonio igualitario.
El año posterior fue electoral. Como consecuencia, el despliegue político fue mayor y las palabras de las autoridades, netamente proselitistas. Cristina ensalzó la figura de Kirchner (había fallecido en octubre de 2010) y halagó a los jóvenes militantes de su espacio. El gobernador, José Alperovich, instó entonces a los tucumanos a llenar las urnas con votos con “memoria”.
Los festejos que se desarrollaron en la plaza habían estado marcados por la tensión. Los autoconvocados de la salud habían instalado la “Carpa de la Dignidad” en el pase público y fueron agredidos- según denunciaron- por miembros del Gobierno.
En 2012, una multitud colmó el hipódromo. La Presidenta y el gobernador defendieron las políticas kirchneristas. Sobre todo, en materia económica. Alperovich había hecho hincapié en las figuras de Néstor y Cristina.
El año pasado, los festejos fueron a meses de las elecciones de parlamentarios nacionales. Pero la Presidenta omitió mencionar a los postulantes locales, que estaban en el hipódromo. En cambio, mimó a Susana Trimarco, madre de Marita Verón; reclamó la reforma judicial y anunció subsidios para pequeños cañeros. Durante la mañana, se habían producido incidentes en inmediaciones de la Casa Histórica.
La Policía había reprimido a Alberto Lebbos, padre de Paulina, y organizaciones sociales y políticas que lo acompañaban. Lebbos había intentado acercar su reclamo de justicia a la mandataria.
Homenaje y política
Fernández tenía asistencia completa, al menos en el homenaje a los próceres en la Casa Histórica y en el posterior acto político.
En cambio, la Presidenta- cumple reposo por un cuadro de faringolaringitis aguda- esquivó participar del tedeum en la Catedral. Sólo asistió una vez, en 2009. Los roces con la Iglesia por la situación social y por el matrimonio igualitario, y las duras críticas del ex obispo Luis Villalba en esas ceremonias, habrían generado la resistencia.
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