08 Julio 2014
MADRID.- “Alfredo cambió la historia de este club y del fútbol. Él ayudó a transformar Real Madrid y lo convirtió en la institución que es hoy en día. Di Stéfano es Real Madrid. Cambió el destino de esta institución”. Con esas palabras recordó Florentino Pérez, presidente del club “blanco” a Alfredo Di Stéfano, principal responsable de que la FIFA haya nombrado a Real Madrid como el mejor club del siglo XX.
No fueron palabras meramente simbólicas; fue a partir de “La Saeta Rubia” que el club de la capital española se transformó en un verdadero gigante mundial. Por ello es que Di Stéfano puede ser considerado el primer “galáctico”.
Antes de su llegada, Real Madrid había conquistado apenas dos títulos de liga en 50 años previos, el último obtenido en 1936. Luego de prevalecer en la pulseada sobre Barcelona (con el que debía compartir al astro por orden de la FIFA, algo a los que el club catalán se negó), todo fue diferente. Gracias a su polifuncionalidad y sus goles, Real Madrid ganó cinco Copas de Europa (la Champions actual) de manera consecutiva, ocho títulos de la liga y la primera Copa del Mundo de Clubes en 1960. Junto a Di Stéfano, había en aquél equipo glorioso otros grandes como Ferenc Puskas, Raymond Kopa, Paco Gento y Héctor Rial.
No tenía miedo de discutir con el presidente Santiago Bernabéu cuando estaba en desacuerdo con las políticas del club. Tras uno de estos altercados, abandonó el club después de 11 temporadas y se mudó a Espanyol, de Barcelona, donde se retiró dos años más tarde, cuando ya tenía 40.
Casi 20 años más tarde, volvería a la “casa blanca”, pero ya como entrenador. Entre 1982 y 1984, consiguió dos subcampeonatos con los “merengues”. Antes había sido campeón con Boca, River y Valencia, con el que también conquistó la Recopa de Europa.
Volvería una vez más a Real Madrid, la casa que él hizo grande, cuando Pérez decidió nombrarlo presidente honorario en 2000, como una forma de agradecer al jugador que puso al club en el mapa europeo y mundial.
Pérez le dio gracias a Di Stéfano por haber convertido al Madrid en el club más querido y admirado del mundo. “Su estancia en el Madrid es eterna. El madridismo jamás lo olvidará”, afirmó. (Reuters-Dpa-Especial)
No fueron palabras meramente simbólicas; fue a partir de “La Saeta Rubia” que el club de la capital española se transformó en un verdadero gigante mundial. Por ello es que Di Stéfano puede ser considerado el primer “galáctico”.
Antes de su llegada, Real Madrid había conquistado apenas dos títulos de liga en 50 años previos, el último obtenido en 1936. Luego de prevalecer en la pulseada sobre Barcelona (con el que debía compartir al astro por orden de la FIFA, algo a los que el club catalán se negó), todo fue diferente. Gracias a su polifuncionalidad y sus goles, Real Madrid ganó cinco Copas de Europa (la Champions actual) de manera consecutiva, ocho títulos de la liga y la primera Copa del Mundo de Clubes en 1960. Junto a Di Stéfano, había en aquél equipo glorioso otros grandes como Ferenc Puskas, Raymond Kopa, Paco Gento y Héctor Rial.
No tenía miedo de discutir con el presidente Santiago Bernabéu cuando estaba en desacuerdo con las políticas del club. Tras uno de estos altercados, abandonó el club después de 11 temporadas y se mudó a Espanyol, de Barcelona, donde se retiró dos años más tarde, cuando ya tenía 40.
Casi 20 años más tarde, volvería a la “casa blanca”, pero ya como entrenador. Entre 1982 y 1984, consiguió dos subcampeonatos con los “merengues”. Antes había sido campeón con Boca, River y Valencia, con el que también conquistó la Recopa de Europa.
Volvería una vez más a Real Madrid, la casa que él hizo grande, cuando Pérez decidió nombrarlo presidente honorario en 2000, como una forma de agradecer al jugador que puso al club en el mapa europeo y mundial.
Pérez le dio gracias a Di Stéfano por haber convertido al Madrid en el club más querido y admirado del mundo. “Su estancia en el Madrid es eterna. El madridismo jamás lo olvidará”, afirmó. (Reuters-Dpa-Especial)
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