08 Julio 2014
ENCUENTRO. José Elsinger, periodista de LA GACETA, charló con Di Stéfano mientras Boca estuvo en San Javier.
El recuerdo de las visitas de Alfredo Di Stéfano por Tucumán está tan presente como si hubiera sido ayer. Boca campeón de la Copa Argentina de 1969 vino a la provincia y no solo a jugar contra Atlético sino también pasó una semana en San Javier preparándose para encarar el Torneo Nacional. Fue la primera de las dos oportunidades que la “Saeta Rubia” estuvo en el “Jardín”. En 1981 regresó pero para enfrentarse con River a San Martín en una temporada que lo consagró campeón en el “millonario”. “Era una persona muy cordial, atenta, para nada agrandada”, recuerda José Elsinger, periodista de deportes de LA GACETA, quien siguió muy de cerca la preparación del “xeneize”.
La estadía de Boca motivó a una revolución de hinchas. Ese plantel sintió más el afecto del público que el típico calor de verano tucumano. “El día del partido con Atlético, en el Monumental hubo una multitud. Nadie quiso perderse la oportunidad de ver a un grande (a dos, en realidad). Ver a Di Stéfano dando indicaciones era todo un lujo”, revela Elsinger, y luego agrega palabras de una figura que persistirá por el resto de la eternidad.
“Decía que venir a jugar a Tucumán era importante porque los clubes de acá tenían muy buenos futbolistas”. El desafío no era sencillo. Esa serie terminó siendo favorable a los de La Ribera: el primer duelo se disputó el jueves 6 de febrero y fue 3 a 2 favorable a la visita. En el segundo, tres días después, igualaron 0 a 0. Boca avanzó de ronda y luego logró el título. También ganó el Nacional.
“Tenerlo cerca nuestro fue inolvidable. Fue unos de los mejores futbolistas que dio el país. Era un distinto, sabía hacer la diferencia en la cancha. Fueron años de ver excelentes futbolistas, pero nadie como él, era único. Sabía hacer la diferencia en una cancha de fútbol”, retrocede aún más en el tiempo Elsinger sobre lo que fue Di Stéfano con los botines puestos.
Años después, el crack de Real Madrid regresó con River, por el Nacional 1981, y a enfrentarse con San Martín. Volvió a irse victorioso, gracias a los goles de José María Vieta y Ramón Díaz.
No sólo brilló a nivel local Di Stéfano com técnico Además, ganó la Liga de España de 1971 (Valencia), la Recopa de Europa de 1980 (Valencia) y la Supercopa Española de 1991 (Real Madrid).
La estadía de Boca motivó a una revolución de hinchas. Ese plantel sintió más el afecto del público que el típico calor de verano tucumano. “El día del partido con Atlético, en el Monumental hubo una multitud. Nadie quiso perderse la oportunidad de ver a un grande (a dos, en realidad). Ver a Di Stéfano dando indicaciones era todo un lujo”, revela Elsinger, y luego agrega palabras de una figura que persistirá por el resto de la eternidad.
“Decía que venir a jugar a Tucumán era importante porque los clubes de acá tenían muy buenos futbolistas”. El desafío no era sencillo. Esa serie terminó siendo favorable a los de La Ribera: el primer duelo se disputó el jueves 6 de febrero y fue 3 a 2 favorable a la visita. En el segundo, tres días después, igualaron 0 a 0. Boca avanzó de ronda y luego logró el título. También ganó el Nacional.
“Tenerlo cerca nuestro fue inolvidable. Fue unos de los mejores futbolistas que dio el país. Era un distinto, sabía hacer la diferencia en la cancha. Fueron años de ver excelentes futbolistas, pero nadie como él, era único. Sabía hacer la diferencia en una cancha de fútbol”, retrocede aún más en el tiempo Elsinger sobre lo que fue Di Stéfano con los botines puestos.
Años después, el crack de Real Madrid regresó con River, por el Nacional 1981, y a enfrentarse con San Martín. Volvió a irse victorioso, gracias a los goles de José María Vieta y Ramón Díaz.
No sólo brilló a nivel local Di Stéfano com técnico Además, ganó la Liga de España de 1971 (Valencia), la Recopa de Europa de 1980 (Valencia) y la Supercopa Española de 1991 (Real Madrid).