Por Federico Diego van Mameren
06 Julio 2014
La Justicia tucumana atraviesa una crisis sin igual. Las tristísimas mezquindades personales han conformado una Corte vacía. La integran cinco vocales incapaces de ser consonantes y mucho menos de ejercer un liderazgo. La causa Lebbos será inolvidable para ellos. Jamás podrán sacarse de encima que hicieron todo mal y que ayudaron a no investigar, a no sancionar, a encubrir...
El Poder Ejecutivo no es ajeno a este deterioro irracional. Alperovich no sólo estuvo inseguro en materia de seguridad; también fue injusto en la Justicia. Privilegió el amiguismo y la protección del “sijosesismo” y de sus ambiciones o venganzas antes que la equidad institucional. A él también la muerte de Paulina le pesará más que muchas de las toneladas de cemento utilizadas en las obras de su gestión.
La vida suele dar revanchas. Ayer le quedó claro al “Pipita” Higuaín, que alguna vez se asoló en las calles tucumanas cuando su papá era DT de Atlético. Esta vez, la biología, la causa Lebbos y la falta de seriedad de nuestra Justicia es la que tiende una alfombra roja de oportunidades. Se va con más pena que gloria Luis De Mitri del Ministerio Fiscal. Es el momento de tomar una decisión. Es un momento único para elegir a la persona ideal. Aquella pueda dar vuelta la historia. Esa que tenga claro que los fiscales no pueden “copiar” y “pegar” como estudiantes desagradecidos que quieren robar un cuatro. Es una persona que puede ayudar que la crisis empieza a convertirse en un proceso de recauchutaje de un palacio derruido, venido a menos.
Hay muchas fiscalías habitadas por inquilinos adormecidos, anestesiados por rutinas donde la palabra investigación está guardada en la caja fuerte y donde los llamados telefónicos desde afuera son narcóticos tranquilizadores y hasta archivadores.
Cada vez que al gobernador José Alperovich se le consulta sobre quién será el ministro fiscal que él propondrá “no sabe, no contesta”. En el entorno “sijosesista”, cuando las preocupaciones por las causas judiciales se los permiten, se animan a hablar y aseguran que el hombre elegido es Edmundo Jiménez, el actual y eterno ministro de Gobierno y Justicia. Un premio para un funcionario fiel. Sería una presea dorada para el arquitecto que diseñó la Justicia actual. ¿La Justicia actual? Su designación sin dudas dará tranquilidad a Alperovich y a una gran cantidad de “sijosesistas”, lo que no asegura es que se produzca la gran transformación que pide a gritos esta crisis en la que se sumergió la Justicia tucumana. ¿Podría Jiménez motorizar investigaciones y promover la autonomía necesaria? La respuesta la tienen el Ejecutivo y el mismo candidato.
El “manolazo”
“El único que hizo travesuras en estos últimos 11 años fue el intendente Espeche”. La frase no es de un ciudadano cualquiera. La dijo el vicepresidente de la Legislatura. Ahora que Manzur sigue de licencia y que Cortalezzi está abocado a hacer lo que el pueblo no le pidió ni ordenó, Manuel Fernández es el tercer hombre en la sucesión del poder provincial. Su palabra es mucho más que autorizada. Sin embargo, él no hizo nada. Si sabe de irregularidades o de hechos que no corresponden en Bella Vista tiene la obligación de iniciar una investigación, de pedir informes. Lo hizo un par suyo, el massista José Teri. Habría que ver si Fernández contribuye a que ese pedido prospere. Lo más curioso o lo más triste es que ningún fiscal reaccionó ante los dichos del número tres de la Provincia.
Los narcóticos que adormecen a la Justicia también llegan a la sangre legislativa y del Ejecutivo. El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, organizó una reunión para que el intendente cuestionado sea retado por el gobernador por no haber avanzado correctamente con algunas obras. Sobre las travesuras nadie habló en el encuentro. Tampoco se hicieron denuncias. Alperovich debería comprender que él no es el juez y que a la Justicia le corresponde investigar este “manolazo”.
El “manotazo”
Sumido en las profundidades más oscuras de confianza y credibilidad, el presidente de la Corte, Antonio Gandur, encontró un cabo suelto en la causa Funsal, uno de los papelones de este gobierno que actuó en complicidad con la Justicia. Se trata de aquella causa en la que el ministro de Salud ordenó pagar por cursos de capacitación a una fundación (Fundación Salud, Funsal) que no se había constituido. El Tribunal de Cuentas sancionó al inocentísimo ministro Pablo Yedlin. Lo castigó no permitiéndole cobrar cinco meses de sueldos. Para la Justicia fue mucho y entonces la fiscal Mercedes Carrizo decidió archivar la causa porque -sostuvo- ya había sido castigado. No importó que LA GACETA detectara que el domicilio de la Funsal fuera el departamento cuya línea de teléfono estaba a nombre de un funcionario del Ministerio de Salud que conduce el hombre que inventó Alperovich. Gandur encontró un intersticio para que se revise todo lo actuado. Es un manotazo de ahogado, pero puede darle oxígeno. Si avanza la causa será una pincelada blanca sobre las miles de manchas de humedad que tiene la Justicia. Pero, también, puede significar un “uppercut” a la mandíbula para el gobernador que estuvo dispuesto a poner las manos en el fuego por este tema.
El “jaldazo”
Los festejos de la Independencia dependían de los pies de Messi. Los definió Higuaín a los ocho minutos del primer tiempo. Alperovich y su esposa irán al tedeum. Cristina no estará en la Catedral. De la plaza irán a buscar a la Presidenta al aeropuerto y de allí a la Casa Histórica. Luego de saludar a Narciso Laprida se trasladarán al teatro Mercedes Sosa donde estarán sentados los más de 1.000 invitados que con entrada numerada ingresarán al coliseo. No habrá pancartas ni gente en los pasillos. Solemnidad se pidió desde la Nación. El barullo estará en la plaza. Estas son las oportunidades en las que los dirigentes rinden exámenes. Deben movilizar por lo menos a 40.000 seres humanos. Cada uno tendrá su lugar. La Cámpora que cuida Jesús Salim tiene lugares reservados especiales para Unidos y Organizados. Tendrá especial cuidado que ningún lugar propio sea tomado por alguien cercano al “hombre que inventó Alperovich”. Entre ellos se abrió una rivalidad por algunos cargos que hoy ocupan jóvenes camporistas.
El 9 de Julio no debe ser un acontecimiento de conflicto, señaló Alperovich. “Al colorado hay que darle un lugar importante”, advirtió el gobernador. Más de uno quedó paralizado. “¿Por qué, si Ceremonial de la Nación no lo pidió?”, refunfuñó Jaldo. Alperovich lo miró y respondió lacónicamente: “debe estar”. Y el ministro del Interior volvió a pecar por su obsecuencia innecesaria.
Demoliendo hoteles
El grito de Beatriz Rojkés a los funcionarios repercutió hondo. Más de uno se preguntó si el equilibrio de la senadora era el necesario para una gobernadora. Otros más “sijosesistas” aún se quejaron de que no pueden hablar libremente ni en la casa del gobernador. Hace tiempo que la residencia del mandatario provincial es el lugar público donde se toman las decisiones. Tanto es así que después de ocho años de desayunos y encuentros en la casa del mandatario, el secretario de Información Pública, Marcelo Ditinis, optó por denominarlas “Reunión de gabinete”. Así lo hace saber por las redes y comunicados de prensa. Por lo tanto, deberían ser públicas. Lamentablemente, la confusión de lo público y de lo privado será un maremagno del que nunca podrá salir el alperovichismo. En el anterior gobierno, el titular de la cátedra política que cursó Alperovich hacía todas sus reuniones en hoteles. Cuando se fue Julio Miranda, el sucesor no cambió nada; sólo trasladó las reuniones del hotel al hogar.
Lo que vendrá
La semana que acaba de empezar no va a ser cómoda ni tranquila. A las tensiones propias de cualquier 9 de Julio se sumará la visita de presidentes amigos. Pero como si esto fuera poco el equipo de Pipita volverá a salir a la cancha el mismísimo Día de la Patria. En las vísperas, vendrán políticos opositores que harán sentir su preocupación por la corrupción. Los bancarios volverán a parar. Ya está arreglada la incorporación de los empleados despedidos de la Caja en las entidades nucleadas en Abappra y en Adeba, pero como aún no se firmó nada. La Asociación Bancaria insistirá hasta que se rubriquen las incorporaciones. Pero no es el único reclamo, ya que además de los que quedaron fuera de la Caja están los pesos que quedaron fuera del bolsillo después de que pasó el rastrillo del Impuesto a las Ganancias.
El día después también será complicado. Para el jueves están convocados los frentistas del shopping a cielo abierto. Allí volverán a verse el titular de la FET, Pedro Omodeo (h), y José López, quienes convirtieron las anteriores reuniones en verdaderos rounds. Omodeo se quejó de que las obras no las hacen empresas locales y López rechazó esa aseveración.
El 9 de Julio llega con tensiones, la madurez de los dirigentes y de los protagonistas puede hacer que sea un homenaje a los que le dieron la independencia a la patria.
El Poder Ejecutivo no es ajeno a este deterioro irracional. Alperovich no sólo estuvo inseguro en materia de seguridad; también fue injusto en la Justicia. Privilegió el amiguismo y la protección del “sijosesismo” y de sus ambiciones o venganzas antes que la equidad institucional. A él también la muerte de Paulina le pesará más que muchas de las toneladas de cemento utilizadas en las obras de su gestión.
La vida suele dar revanchas. Ayer le quedó claro al “Pipita” Higuaín, que alguna vez se asoló en las calles tucumanas cuando su papá era DT de Atlético. Esta vez, la biología, la causa Lebbos y la falta de seriedad de nuestra Justicia es la que tiende una alfombra roja de oportunidades. Se va con más pena que gloria Luis De Mitri del Ministerio Fiscal. Es el momento de tomar una decisión. Es un momento único para elegir a la persona ideal. Aquella pueda dar vuelta la historia. Esa que tenga claro que los fiscales no pueden “copiar” y “pegar” como estudiantes desagradecidos que quieren robar un cuatro. Es una persona que puede ayudar que la crisis empieza a convertirse en un proceso de recauchutaje de un palacio derruido, venido a menos.
Hay muchas fiscalías habitadas por inquilinos adormecidos, anestesiados por rutinas donde la palabra investigación está guardada en la caja fuerte y donde los llamados telefónicos desde afuera son narcóticos tranquilizadores y hasta archivadores.
Cada vez que al gobernador José Alperovich se le consulta sobre quién será el ministro fiscal que él propondrá “no sabe, no contesta”. En el entorno “sijosesista”, cuando las preocupaciones por las causas judiciales se los permiten, se animan a hablar y aseguran que el hombre elegido es Edmundo Jiménez, el actual y eterno ministro de Gobierno y Justicia. Un premio para un funcionario fiel. Sería una presea dorada para el arquitecto que diseñó la Justicia actual. ¿La Justicia actual? Su designación sin dudas dará tranquilidad a Alperovich y a una gran cantidad de “sijosesistas”, lo que no asegura es que se produzca la gran transformación que pide a gritos esta crisis en la que se sumergió la Justicia tucumana. ¿Podría Jiménez motorizar investigaciones y promover la autonomía necesaria? La respuesta la tienen el Ejecutivo y el mismo candidato.
El “manolazo”
“El único que hizo travesuras en estos últimos 11 años fue el intendente Espeche”. La frase no es de un ciudadano cualquiera. La dijo el vicepresidente de la Legislatura. Ahora que Manzur sigue de licencia y que Cortalezzi está abocado a hacer lo que el pueblo no le pidió ni ordenó, Manuel Fernández es el tercer hombre en la sucesión del poder provincial. Su palabra es mucho más que autorizada. Sin embargo, él no hizo nada. Si sabe de irregularidades o de hechos que no corresponden en Bella Vista tiene la obligación de iniciar una investigación, de pedir informes. Lo hizo un par suyo, el massista José Teri. Habría que ver si Fernández contribuye a que ese pedido prospere. Lo más curioso o lo más triste es que ningún fiscal reaccionó ante los dichos del número tres de la Provincia.
Los narcóticos que adormecen a la Justicia también llegan a la sangre legislativa y del Ejecutivo. El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, organizó una reunión para que el intendente cuestionado sea retado por el gobernador por no haber avanzado correctamente con algunas obras. Sobre las travesuras nadie habló en el encuentro. Tampoco se hicieron denuncias. Alperovich debería comprender que él no es el juez y que a la Justicia le corresponde investigar este “manolazo”.
El “manotazo”
Sumido en las profundidades más oscuras de confianza y credibilidad, el presidente de la Corte, Antonio Gandur, encontró un cabo suelto en la causa Funsal, uno de los papelones de este gobierno que actuó en complicidad con la Justicia. Se trata de aquella causa en la que el ministro de Salud ordenó pagar por cursos de capacitación a una fundación (Fundación Salud, Funsal) que no se había constituido. El Tribunal de Cuentas sancionó al inocentísimo ministro Pablo Yedlin. Lo castigó no permitiéndole cobrar cinco meses de sueldos. Para la Justicia fue mucho y entonces la fiscal Mercedes Carrizo decidió archivar la causa porque -sostuvo- ya había sido castigado. No importó que LA GACETA detectara que el domicilio de la Funsal fuera el departamento cuya línea de teléfono estaba a nombre de un funcionario del Ministerio de Salud que conduce el hombre que inventó Alperovich. Gandur encontró un intersticio para que se revise todo lo actuado. Es un manotazo de ahogado, pero puede darle oxígeno. Si avanza la causa será una pincelada blanca sobre las miles de manchas de humedad que tiene la Justicia. Pero, también, puede significar un “uppercut” a la mandíbula para el gobernador que estuvo dispuesto a poner las manos en el fuego por este tema.
El “jaldazo”
Los festejos de la Independencia dependían de los pies de Messi. Los definió Higuaín a los ocho minutos del primer tiempo. Alperovich y su esposa irán al tedeum. Cristina no estará en la Catedral. De la plaza irán a buscar a la Presidenta al aeropuerto y de allí a la Casa Histórica. Luego de saludar a Narciso Laprida se trasladarán al teatro Mercedes Sosa donde estarán sentados los más de 1.000 invitados que con entrada numerada ingresarán al coliseo. No habrá pancartas ni gente en los pasillos. Solemnidad se pidió desde la Nación. El barullo estará en la plaza. Estas son las oportunidades en las que los dirigentes rinden exámenes. Deben movilizar por lo menos a 40.000 seres humanos. Cada uno tendrá su lugar. La Cámpora que cuida Jesús Salim tiene lugares reservados especiales para Unidos y Organizados. Tendrá especial cuidado que ningún lugar propio sea tomado por alguien cercano al “hombre que inventó Alperovich”. Entre ellos se abrió una rivalidad por algunos cargos que hoy ocupan jóvenes camporistas.
El 9 de Julio no debe ser un acontecimiento de conflicto, señaló Alperovich. “Al colorado hay que darle un lugar importante”, advirtió el gobernador. Más de uno quedó paralizado. “¿Por qué, si Ceremonial de la Nación no lo pidió?”, refunfuñó Jaldo. Alperovich lo miró y respondió lacónicamente: “debe estar”. Y el ministro del Interior volvió a pecar por su obsecuencia innecesaria.
Demoliendo hoteles
El grito de Beatriz Rojkés a los funcionarios repercutió hondo. Más de uno se preguntó si el equilibrio de la senadora era el necesario para una gobernadora. Otros más “sijosesistas” aún se quejaron de que no pueden hablar libremente ni en la casa del gobernador. Hace tiempo que la residencia del mandatario provincial es el lugar público donde se toman las decisiones. Tanto es así que después de ocho años de desayunos y encuentros en la casa del mandatario, el secretario de Información Pública, Marcelo Ditinis, optó por denominarlas “Reunión de gabinete”. Así lo hace saber por las redes y comunicados de prensa. Por lo tanto, deberían ser públicas. Lamentablemente, la confusión de lo público y de lo privado será un maremagno del que nunca podrá salir el alperovichismo. En el anterior gobierno, el titular de la cátedra política que cursó Alperovich hacía todas sus reuniones en hoteles. Cuando se fue Julio Miranda, el sucesor no cambió nada; sólo trasladó las reuniones del hotel al hogar.
Lo que vendrá
La semana que acaba de empezar no va a ser cómoda ni tranquila. A las tensiones propias de cualquier 9 de Julio se sumará la visita de presidentes amigos. Pero como si esto fuera poco el equipo de Pipita volverá a salir a la cancha el mismísimo Día de la Patria. En las vísperas, vendrán políticos opositores que harán sentir su preocupación por la corrupción. Los bancarios volverán a parar. Ya está arreglada la incorporación de los empleados despedidos de la Caja en las entidades nucleadas en Abappra y en Adeba, pero como aún no se firmó nada. La Asociación Bancaria insistirá hasta que se rubriquen las incorporaciones. Pero no es el único reclamo, ya que además de los que quedaron fuera de la Caja están los pesos que quedaron fuera del bolsillo después de que pasó el rastrillo del Impuesto a las Ganancias.
El día después también será complicado. Para el jueves están convocados los frentistas del shopping a cielo abierto. Allí volverán a verse el titular de la FET, Pedro Omodeo (h), y José López, quienes convirtieron las anteriores reuniones en verdaderos rounds. Omodeo se quejó de que las obras no las hacen empresas locales y López rechazó esa aseveración.
El 9 de Julio llega con tensiones, la madurez de los dirigentes y de los protagonistas puede hacer que sea un homenaje a los que le dieron la independencia a la patria.