06 Julio 2014
FOTO TOMADA DE FINANCIERO.COM
BERLÍN.- La noticia de la detención de un trabajador de los servicios secretos alemanes acusado de filtrar documentos a Estados Unidos hizo saltar las alarmas el viernes, pero desde Alemania se afanaron ayer por aclarar que a pesar de la gravedad, los daños son mínimos.
Por un lado, el comité de investigación del Parlamento alemán (Bundestag), encargado de esclarecer el espionaje en suelo alemán de los servicios secretos estadounidenses que alcanzó hasta las comunicaciones de la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó no tener constancia alguna de haber sido espiado por Estados Unidos.
Y por otro, los propios servicios secretos alemanes (BND) descartaron que los documentos filtrados contengan información delicada y hayan causado gran daño.
Tras una primera valoración, los servicios de inteligencia germanos establecieron que el hombre de 31 años no accedió a ningún dato especialmente sensible, sino que se trató más de documentos generales del BND, según informaron a la agencia dpa círculos de alto rango cercanos al BND.
El trabajador, detenido el miércoles bajo la acusación de ser un doble agente y haber filtrado más de un centenar de documentos a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA), trabajaba como auxiliar en el departamento de misiones en el extranjero (EA) en la localidad de Pullach, en Múnich. “No está bien que los haya filtrado, pero tras una primera valoración, no se trataría de un caso grave”, aseguraron.
Según estas fuentes, el hombre habría suministrado 218 documentos, entre ellos dos del comité parlamentario de investigación. Esto no supone que el comité parlamentario fuera espiado por Estados Unidos.
En total, el hombre recibió por los documentos 25.000 euros, con lo que se confirman las primeras informaciones aparecidas en el diario alemán “Bild”.
Esta información reafirma también las declaraciones del presidente del comité de investigación que negó saber nada de un espionaje. “Sólo puedo decir hoy por hoy que no tengo constancia alguna de que hayan sido espiados documentos del comité de investigación”, aseguró su presidente, Patrick Sensburg, en declaraciones a la radio alemana Deutschlandfunk.
“Esperamos poder mantener seguros nuestros documentos internos para evitar que se filtren al exterior”, indicó Sensburg después de que la noticia volviera a amenazar con socavar los cimientos de las debilitadas relaciones de Alemania con Estados Unidos y obligara al ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, a convocar al embajador de EEUU, Stephan Steinlein, para pedirle explicaciones.
Desde el partido de La Izquierda reclamaron ayer a Merkel una intervención en Washington. “Debe haber junto con las consecuencias penales también consecuencias políticas”, declaró la política de La Izquierda en el comité de investigación, Martina Renner, en la radio RBB.
“Esto es un ataque al Parlamento”, afirmó por su parte su compañera de partido y vicepresidenta del Bundestag, Petra Pau, al diario “Kölner Stadt-Anzeiger”. Pau espera que la Fiscalía General asuma ahora el asunto.
Sin embargo, por el momento en el Gobierno alemán están más concentrados en que el pleito por la filtración de sus documentos tenga un bajo impacto puertas adentro. Como dijeron los voceros, su preocupación no es la información que tiene Estados Unidos, sino los cuestionamientos que surgieron dentro del país. (DPA)
Lo más popular