“No sirve ser oportunista, sino serio”

“No sirve ser oportunista, sino serio”

El director ejecutivo del IDEP cree que habrá una baja de exportaciones y remarca las condiciones de las empresas

COMERCIO EXTERIOR. Fernández resaltó la capacidad del empresariado tucumano. gentileza área comunicaciones del idep COMERCIO EXTERIOR. Fernández resaltó la capacidad del empresariado tucumano. gentileza área comunicaciones del idep
06 Julio 2014
“La competitividad no implica sólo el tipo de cambio (relación peso y dólar). Se trata de un factor real y concreto, pero no es el único elemento”, dijo Juan Luis Fernández. El director ejecutivo del Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) marcó las pautas para lograr el desarrollo y el posicionamiento de una empresa local: “no sirve ser un oportunista, sino serio”. “La diversificación de producción y exportación que ha conseguido la provincia respondió a un proceso que viene gestándose desde hace mucho tiempo, que tiene que ver con la calidad y las capacidades de nuestros empresarios. El aporte del IDEP fue, en ese sentido, hacer visible y poner en relieve esas condiciones para el conjunto de la sociedad”, evaluó el directivo en una entrevista con LA GACETA, al conmemorarse el noveno aniversario de la creación de esa entidad.

-¿Hubo cambio de mentalidad del empresario tucumano ante ese proceso?

-Se mostró que Tucumán tiene al empresariado más importante, agresivo y creativo en todo el norte del país, lo que permitió que la provincia tenga un crecimiento. El IDEP ayudó a que en el país y en algunos lugares del mundo se conozca que hay un potencial en la provincia que está lo suficientemente explotado, pero que no ha alcanzado su techo. A través de ese trabajo, entre lo público y lo privado, se logran estas cosas. Ese esfuerzo no sólo ayuda a la provincia en su posicionamiento, sino que también a las empresas tucumanas, tanto en el mercado local como el externo.

-¿Qué resta por hacer?

-Hay cosas que faltan en cada tipo de producción, y en general también (por el sistema comercial). El sector citrícola es maduro y con fuerte posición, que puede explotar en cualquier momento, más allá de las condiciones climáticas de esta campaña que la tornan especial. Puede explotar en referencia a la reapertura de la plaza de Estados Unidos y el ingreso en pleno del mercado chino. Ello generará mayor volumen de exportación, y está preparado para eso porque tiene conocimiento, capital y recurso natural. También hay muchos sectores que están consolidándose en el área de la agroexportación, como las frutas finas y la industria metalmecánica, más allá de la situación macroeconómica. Estos últimos, en línea con lo que resta por hacer, necesitan mayor visibilidad: llevarlos al exterior y participación en ferias, para que amplíen sus negocios.

-¿Logró incorporarse de manera efectiva el sector privado dentro de la estructura mixta?

-Se trata de una política comercial, una estrategia que fijó el Gobierno provincial a través del IDEP. El sector privado ha entrado con desconfianza a la estructura de vinculación con el sector público por muchas razones. Pero con el paso de los años encontramos el camino de trabajo en común. El hecho que las empresas recurran ahora al Instituto se ha convertido en algo normal, rutinario.

-Nombró a la actividad citrícola como abanderada de la exportación tucumana, entre otras… ¿quién falta entrar en el circuito comercial?

-Los sectores que tienen mayor potencialidad son la metalmecánica y el software, en la medida que alcancen el desarrollo equiparable al de las grandes empresas que se instalaron en la provincia. El ingreso de las firmas foráneas generó competitividad. La producción metalmecánica debe aprovechar las expectativas en torno de la explotación minera que se presentó a lo largo de la Cordillera de Los Andes: en Argentina, Chile, Bolivia y Perú, nichos que debe servir al crecimiento.

-¿Es más factible hoy posicionar una empresa, tanto a nivel local como en el mercado externo, si se compara con épocas anteriores?

-No es fácil insertarse en algún tipo mercado. La exportación tiene reglas básicas y de hierro: calidad, volumen y continuidad. Eso construye prestigio. Y el prestigio es lo que vende finalmente. En la medida que se cumpla con esas premisas, el posicionamiento es firme. Ningún negocio de exportación es de corto plazo. Los importadores no quieren trabajar con empresas que hoy están en el mercado y mañana, no; quieren tener empresarios confiables y con la calidad, el volumen y el tiempo requeridos. Eso implica un desarrollo de la compañía local, con relación a la certificación de calidad, a la logística. Son procesos que no se logran de un día a otro. No sirve ser un oportunista, sino serio.

-Argentina está dando señales de recesión… ¿Cómo impactó la caída de la actividad económica del país en las empresas locales?

-El año pasado, Tucumán fue una de las pocas provincias donde aumentaron las exportaciones. En el NOA, prácticamente, la única. Creo que este año será distinto, fundamentalmente, por el impacto de las condiciones climáticas -sequía y las heladas de los últimos años, sumado al temporal de lluvias de los últimos meses-. El sector ‘limonero’, de mayor aporte, tendrá un caída realmente importante. En pocos días tendremos los números de las exportaciones del primer semestre, que, seguramente, no serán buenos, o por lo menos lo que hubiésemos querido. Pero el segundo semestre es el más fuerte en ventas al exterior: habrá que ver cómo será su desempeño este año. El citrus sobrellevará una disminución del volumen de exportación, no así en el total de facturación, ya que por la vía del precio será compensado. Otro que contribuye por su capacidad es Scania (automotriz), que tiene una relación muy directa con el comportamiento de la economía brasileña. Aunque Brasil no atraviesa por sus mejores condiciones, con caídas de su tasa de crecimiento, a pesar del impulso que podría darle el mundial de fútbol. Por lo tanto, no esperamos que las exportaciones de Scania sean superiores a la de 2013, pero (suponemos) que no serán significativamente menores. En arándanos, la actividad tiene un desarrollo y un posicionamiento en el mercado exterior, lo que hace suponer que el nivel de ese año será igual al anterior.

Las ventas al mundo de productos tucumanos en 2013 superaron los U$S 921 millones. Esa cifra significó un crecimiento de un 2% respecto del año anterior, a pesar de la reducción de las exportaciones a nivel nacional y regional. La cartera comercial alcanzó los 152 artículos, que llegaron a más de 145 países del resto del planeta.

Fernández, en la entrevista, afirmó que en la provincia se logró un fuerte desarrollo comercial, aunque avizoró una baja del comercio exterior tucumano para este período anual.

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