04 Julio 2014
Una de las entrevistas celebradas hace una semana en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) dio a Juan Carlos Nacul, aspirante a juez vetado cuatro veces por el Poder Ejecutivo (PE), la oportunidad de rechazar nuevamente los cuestionamientos que recibió su candidatura. Nacul dijo que las objeciones que formuló en su contra Carlos Garmendia, abogado de Susana Trimarco, no son causales de impugnación objetivas previstas en la ley, según el propio concursante comentó por correo electrónico.
“(Garmendia) me impugna por haber defendido a Mario ‘El Malevo’ Ferreyra cuando este fue acusado de haber cometido un delito común y no de lesa humanidad, pero no cuestiona mis actuaciones como juez, fiscal y defensor federal subrogante: las críticas aparecen recién cuando gano el derecho de ser juez titular”, expresó Nacul. Y añadió que rindió más de 40 concursos para cubrir vacantes judiciales en la órbita federal y que quedó ternado en 12 oportunidades, y que se presentó siete veces a los procesos que sustancia el CAM y que siempre terminó entre los tres primeros postulantes. “Si no puedo ser juez, tampoco podría ser conjuez”, añadió Nacul, que se desempeña como tal en la Justicia Federal (en ese carácter, recientemente anuló 60 procesamientos confirmados en el caso de las notas apócrifas detectadas en la Universidad Nacional de Tucumán).
Garmendia recordó en su impugnación que organizaciones de derechos humanos evitaron en 2011 que Nacul fuese designado juez federal en Jujuy (el postulante renunció en el momento en que su pliego era tratado en la comisión de Acuerdos del Senado). “Después de haber superado los controles del Poder Ejecutivo nacional y, ya a punto de ser nombrado en Jujuy, a alguien se le ocurrió que defendí a Ferreyra por delitos de lesa humanidad y que fui funcionario de la dictadura por haber sido abogado externo contratado en la Caja Popular durante un año (1981 a 1982)”, había contestado Nacul en un escrito que presentó en el CAM.
“Si Garmendia pretende, con todo derecho, constituirse en fiscal de la República debe exhibir coherencia y no contradicción, impugnando en unos casos, mientras hace silencio en otros supuestos como si hubiera buenos y malos delitos, y como si ser querellante en la causa ‘Verón’ habilitase per se a la magistratura, y ser defensor en ese proceso o querellante en la causa ‘Lebbos’ alejase al profesional de toda consideración política”, había afirmado. No consta que Nacul, que ingresaría a tres ternas para el fuero penal, haya hecho comentarios sobre el aspecto más delicado de la impugnación de Garmendia. “Fue acusado de poner una bomba en la casa de su ex esposa, la actual fiscala de Cámara Estela Velia Giffoniello, y tiene numerosas denuncias por ejercer violencia contra ella”, había dicho el impugnante.
“(Garmendia) me impugna por haber defendido a Mario ‘El Malevo’ Ferreyra cuando este fue acusado de haber cometido un delito común y no de lesa humanidad, pero no cuestiona mis actuaciones como juez, fiscal y defensor federal subrogante: las críticas aparecen recién cuando gano el derecho de ser juez titular”, expresó Nacul. Y añadió que rindió más de 40 concursos para cubrir vacantes judiciales en la órbita federal y que quedó ternado en 12 oportunidades, y que se presentó siete veces a los procesos que sustancia el CAM y que siempre terminó entre los tres primeros postulantes. “Si no puedo ser juez, tampoco podría ser conjuez”, añadió Nacul, que se desempeña como tal en la Justicia Federal (en ese carácter, recientemente anuló 60 procesamientos confirmados en el caso de las notas apócrifas detectadas en la Universidad Nacional de Tucumán).
Garmendia recordó en su impugnación que organizaciones de derechos humanos evitaron en 2011 que Nacul fuese designado juez federal en Jujuy (el postulante renunció en el momento en que su pliego era tratado en la comisión de Acuerdos del Senado). “Después de haber superado los controles del Poder Ejecutivo nacional y, ya a punto de ser nombrado en Jujuy, a alguien se le ocurrió que defendí a Ferreyra por delitos de lesa humanidad y que fui funcionario de la dictadura por haber sido abogado externo contratado en la Caja Popular durante un año (1981 a 1982)”, había contestado Nacul en un escrito que presentó en el CAM.
“Si Garmendia pretende, con todo derecho, constituirse en fiscal de la República debe exhibir coherencia y no contradicción, impugnando en unos casos, mientras hace silencio en otros supuestos como si hubiera buenos y malos delitos, y como si ser querellante en la causa ‘Verón’ habilitase per se a la magistratura, y ser defensor en ese proceso o querellante en la causa ‘Lebbos’ alejase al profesional de toda consideración política”, había afirmado. No consta que Nacul, que ingresaría a tres ternas para el fuero penal, haya hecho comentarios sobre el aspecto más delicado de la impugnación de Garmendia. “Fue acusado de poner una bomba en la casa de su ex esposa, la actual fiscala de Cámara Estela Velia Giffoniello, y tiene numerosas denuncias por ejercer violencia contra ella”, había dicho el impugnante.
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