El IDEP trabaja en la inserción nacional e internacional

El IDEP trabaja en la inserción nacional e internacional

Juan Fernández opinó que la infraestructura de la Ruta del Vino debe mejorarse

INVERSIÓN. Los viñateros deberán mejorar sus bodegas y plantaciones.  INVERSIÓN. Los viñateros deberán mejorar sus bodegas y plantaciones.
04 Julio 2014
El Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) ocupa un rol muy importante en el desarrollo de la vitivinicultura de la provincia, como también lo ha sido con la producción de arándanos, lo que ha permitido que Tucumán sea un referente mundial a la hora de producir y comercializar esta fruta fina que se exporta a Estados Unidos y varios países de la Unión Europea. El “hangar con frío” en el Aeropuerto Benjamín Matienzo, la posibilidad de que la aeroestación funcione 24 horas y la llegada de un importante conjunto de vuelos internacionales a retirar la ‘fruta azul’, son algunos de esos logros que benefician a los arandaneros.

“¿Qué fuimos haciendo con el vino? Logramos, desde el IDEP, junto a la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán y el Ente Tucumán Turismo, armar un plan estratégico a mediano plazo compatible, en términos de los costos que tenía por el desarrollo de bodegas y viñedos, por la creación de la Ruta del Vino y por la visibilidad de de las bodegas a nivel nacional e internacional, lo que permitió posicionar a la Provincia de Tucumán como productora de vinos”, comentó Juan Luis Fernández, Director Ejecutivo del IDEP.

“Pero también se consiguieron importantes exenciones impositivas por parte del Gobierno de Tucumán, porque el desarrollo de la vitivinicultura en nuestra provincia es de interés del Estado. La meta no es solo desarrollar esta actividad productiva, sino también evitar la migración de la gente hacia las grandes ciudades en busca de trabajo”, destacó.

Trabajo por delante

¿Quedan muchos desafíos por delante?, consultó LA GACETA Rural.

“Lograr crecer en volumen y calidad de los vinos que se producen; seguir trabajando sobre la inserción regional y nacional de la producción vitivinícola de nuestros Valles Calchaquíes, y también seguir trabajando para que los tucumanos sigan consumiendo los vinos hechos en Tucumán”, describió.

Fernández también delineó otras líneas de trabajo que, desde el IDEP, consideran que deberían ponerse en marcha.

“Hay que terminar toda la infraestructura que conforma la Ruta del Vino, por ejemplo, y lograr que las bodegas se preparen, hacia adentro, para ser receptoras del ‘enoturismo’, que es algo que está creciendo con fuerza, y donde la zona de los Valles Calchaquíes tucumanos tiene mucho para ofrecer, con buenos y mejores servicios al turista”, consideró como prioritario.

Pueblos originarios

Sin embargo, el Director Ejecutivo del IDEP reconoció que existen algunos problemas que perduran en el tiempo.

“Por ejemplo, el sector vitivinicultor de Tucumán necesita que baje el nivel de conflictividad que existe en la región de los Valles Calchaquíes entre los pueblos originarios, de tal manera de crear las condiciones para que el capital privado, que tiene interés de desarrollarse en la zona, pueda crecer con tranquilidad”, mencionó Fernández.

¿Algo más debería desarrollar el sector privado por propia iniciativa?, fue otro de los interrogantes planteados.

“Los productores deben trabajar para mejorar la producción y la calidad. Y en cuanto a los mercados, sabemos que es difícil posicionar un producto porque en la Argentina existen muchas marcas de vino. Hay que mejorar e intensificar el posicionamiento y el marketing; son fundamentales”, consideró Fernández.

“Hay que tener constancia y poner mucho empeño. La calidad no se hace sola, de un día para otro. Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Con calidad se consolida la producción y se conquistan más y mejores mercados”, concluyó.

Comentarios