03 Julio 2014
HASTA LA FINAL NO PARA. Agostina salió ayer al césped del estadio Monumental con los “tapones de punta”: promete nuevas producciones, mucho más osadas, en caso de que avance la Selección nacional. LA GACETA / FOTOS DE HÉCTOR PERALTA
Si la tentación se midiera con un sismógrafo, Agostina Costilla sería un eterno grado 8 en la escala de Richter. Puede causar graves daños en zonas de varios cientos de kilómetros. Es un cable de alta tensión esta bomba tan tucumana como la empanada. Dueña de curvas peligrosas y de una sonrisa letal, “Agos”, como se llamará de ahora en adelante, sale por uno de los túneles de la cancha de Atlético a quemar el césped. Prometió una producción fotográfica si Argentina pasaba a cuartos de final y, como es una chica de palabra, cumplió.
Esta especie de sirena terrenal sabe cómo menear las caderas, cómo quemarle la cabeza a una tribuna que se derrumba y que a la vez se contiene de invadir la cancha porque la tela Olímpica se lo prohíbe. La sensación es que acá puede explotar el mundo en cualquier momento. “Agos” entrega una infidencia. Esta soltera, dispuesta a volver a creer en el amor como 40 millones de argentinos creen en que Messi será el abanderado de un tercer campeonato del mundo en la tierra de Pelé.
“La Selección es lo más, hay que apoyarla”, dice la nena sin ofrecer sus atributos de sustento a la imaginación. Habla de aliento, de motivación, de ganas de cumplir un objetivo como cualquier otra meta en la vida. “Mirame a mí, soy casi periodista, me faltan dos años para recibirme de abogada y, además voy al gimnasio, hago mi programa de TV y sé cocinar”. A “Agos” le falta aprender a coser y diría el vecino, “es la chica ideal”. Ella ríe y te reta. No le gustan las comparaciones ni las etiquetas. Tampoco que se abusen de su nobleza.
“A veces porque sos más o menos linda te etiquetan. Para algunas cosas está muy bueno, como ser no pagar en boliches y esas cosas, ja. Pero en otras no. Porque saliste una vez en bikini no quiere decir que cualquiera pueda avanzarte”. Ahí es cuando la sirena se convierte en un dragón y escupe de furia. Las propuestas indecentes entre casi 40.000 seguidores en Facebook van de la A a la Z.
“De un viaje a México a comer un chopirán en el parque 9 de Julio. Hay un varieté importante en las propuestas que recibí”, comenta sin escrachar a nadie esta fan de la Selección, cuya simpatía por Sergio Agüero la haría romper una ley personal y convertirse en botinera. “No me gustan los futbolistas, son mujeriegos. Yo prefiero los chicos malos, ja”, aclara, aunque... “Sí, sí, le robaría el ‘Kun’ a Karina, ja, ja, ja. Espero que sus fans no me maten”, implora como quien quiere sacarse una foto con ella. “Agos” siente que su cábala va viento en popa. Mientras Argentina siga avanzando en el Mundial, ella seguirá bancando la parada a su manera. Ni hablar de lo que pasará si Messi y Cia. levantan la Copa. “Ahí sí haría algo que nunca hice, una producción osada en las playas de Río de Janeiro... Es más, estoy pensando en ir a alentar a la Selección. Iría a la final sólo para ver al ‘Kun’”, confiesa y te obliga a suspirar.
Lejos de sentirse atada a los estereotipos del mundo, Costilla dice ser la misma en cualquier ámbito. Siempre será Agostina, la culpable de varios temblores. “Tengo ganas de conocer a alguien, vengo de una mala experiencia y me costó mucho salir. Me siento liberada de nuevo. Estoy lista”. Candidatos, en marcha... En la boca de uno de los infaltables mirones de turno podría caber un regimiento de moscas. Está como poseído el tipo. “Agos” es la culpable.
Mientras sube y baja por una de las plateas del Monumental, repite. “Gana la Selección y me desnudo, je. Pero antes, debo organizar mi cumple, el 15. Voy a hacer un festejo a lo conejita de Playboy, ¿Les gusta?”. ¡Boom!
Esta especie de sirena terrenal sabe cómo menear las caderas, cómo quemarle la cabeza a una tribuna que se derrumba y que a la vez se contiene de invadir la cancha porque la tela Olímpica se lo prohíbe. La sensación es que acá puede explotar el mundo en cualquier momento. “Agos” entrega una infidencia. Esta soltera, dispuesta a volver a creer en el amor como 40 millones de argentinos creen en que Messi será el abanderado de un tercer campeonato del mundo en la tierra de Pelé.
“La Selección es lo más, hay que apoyarla”, dice la nena sin ofrecer sus atributos de sustento a la imaginación. Habla de aliento, de motivación, de ganas de cumplir un objetivo como cualquier otra meta en la vida. “Mirame a mí, soy casi periodista, me faltan dos años para recibirme de abogada y, además voy al gimnasio, hago mi programa de TV y sé cocinar”. A “Agos” le falta aprender a coser y diría el vecino, “es la chica ideal”. Ella ríe y te reta. No le gustan las comparaciones ni las etiquetas. Tampoco que se abusen de su nobleza.
“A veces porque sos más o menos linda te etiquetan. Para algunas cosas está muy bueno, como ser no pagar en boliches y esas cosas, ja. Pero en otras no. Porque saliste una vez en bikini no quiere decir que cualquiera pueda avanzarte”. Ahí es cuando la sirena se convierte en un dragón y escupe de furia. Las propuestas indecentes entre casi 40.000 seguidores en Facebook van de la A a la Z.
“De un viaje a México a comer un chopirán en el parque 9 de Julio. Hay un varieté importante en las propuestas que recibí”, comenta sin escrachar a nadie esta fan de la Selección, cuya simpatía por Sergio Agüero la haría romper una ley personal y convertirse en botinera. “No me gustan los futbolistas, son mujeriegos. Yo prefiero los chicos malos, ja”, aclara, aunque... “Sí, sí, le robaría el ‘Kun’ a Karina, ja, ja, ja. Espero que sus fans no me maten”, implora como quien quiere sacarse una foto con ella. “Agos” siente que su cábala va viento en popa. Mientras Argentina siga avanzando en el Mundial, ella seguirá bancando la parada a su manera. Ni hablar de lo que pasará si Messi y Cia. levantan la Copa. “Ahí sí haría algo que nunca hice, una producción osada en las playas de Río de Janeiro... Es más, estoy pensando en ir a alentar a la Selección. Iría a la final sólo para ver al ‘Kun’”, confiesa y te obliga a suspirar.
Lejos de sentirse atada a los estereotipos del mundo, Costilla dice ser la misma en cualquier ámbito. Siempre será Agostina, la culpable de varios temblores. “Tengo ganas de conocer a alguien, vengo de una mala experiencia y me costó mucho salir. Me siento liberada de nuevo. Estoy lista”. Candidatos, en marcha... En la boca de uno de los infaltables mirones de turno podría caber un regimiento de moscas. Está como poseído el tipo. “Agos” es la culpable.
Mientras sube y baja por una de las plateas del Monumental, repite. “Gana la Selección y me desnudo, je. Pero antes, debo organizar mi cumple, el 15. Voy a hacer un festejo a lo conejita de Playboy, ¿Les gusta?”. ¡Boom!
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