02 Julio 2014
IMPUTADO. “Karateca” Martínez (de bufanda) reiteró que es inocente. télam
LA PLATA.- Los dos imputados por el cuádruple crimen de La Plata, en el que fueron asesinadas tres mujeres adultas y una niña en 2011, volvieron a declararse inocentes, mientras que un remisero que es testigo clave admitió que tramitó el cobro de la recompensa ofrecida por el caso.
En la jornada de ayer, Leandro “La Hiena” Quiroga (35), uno de los imputados, pidió perdón a los familiares de las víctimas, pero afirmó su inocencia y culpó otra vez a Osvaldo “Karateca” Martínez (30), el otro acusado.
“Pido perdón por no haber podido hacer nada por salvarlas”, expresó Quiroga ante el tribunal. “La Hiena” reiteró su versión de haber estado en el lugar de los hechos, pero repitió que no había matado a la niña Micaela Galle (11); a su madre, Bárbara Santos (29); a su abuela, Susana De Bártole (63), y a la amiga de esta, Marisol Pereyra (35).
Arreglando cajones
Quiroga explicó que la noche del 26 de noviembre de 2011 estaba en el departamento ubicado en las calles 28, entre 41 y 42, de La Plata, donde vivían De Bártole, su hija y su nieta, arreglando los cajones de un mueble cuando sintió un “ay” de dolor de Susana.
Según explicó, Martínez comenzó a matar a las mujeres, en tanto él quedaba paralizado por el miedo y escondido detrás de una mesa. De acuerdo a su versión, “karateca” le hizo un corte en la mano con una cuchilla y lo obligó a tocar un palo de amasar y los cuchillos empleados en los crímenes para dejar sus huellas.
“La Hiena” aseguró que creyó que iba a ser asesinado también, pero vio que Martínez se cambiaba el calzado, lo guardaba en una bolsa y se retiraba, haciendo él lo mismo unos 15 minutos después.
Por su parte, Martínez insistió ante los medios de prensa en que es inocente y que quiere que esto quede demostrado, por lo que pidió declarar, lo que se concretará mañana a las 9.30.
“Mataron a mi novia (por Santos) y, encima, en el juicio, me pusieron al lado del principal acusado”, agregó Martínez, quien llegó a juicio en libertad por falta de mérito.
El remisero
El imputado reiteró que esa noche no estuvo en la casa de su novia, con lo que rechazó la versión del principal testigo en la causa, el remisero Marcelo Tagliaferro, que ayer volvió a declarar que vio a “karateca” en la puerta de la casa de las víctimas cuando llevó hasta allí a Pereyra.
“Tagliaferro es un mitómano”, consideró Martínez, luego de que el remisero admitiera por primera vez ante el tribunal que realizó los trámites para cobrar la recompensa que ofreció el Gobierno bonaerense por los datos para esclarecer el cuádruple crimen.
El testigo fue citado a declarar nuevamente a raíz de algunas contradicciones en que incurrió en los dos anteriores testimonios que brindó ante los jueces. En esas ocasiones, cuando le preguntaron si tenía algún interés en la causa, el remisero lo negó.
“Presenté una nota en el Ministerio de Justicia y Seguridad porque mis allegados y amigos me dijeron que me correspondía (una recompensa) por haber proporcionado datos sobre el cuádruple crimen”, expresó Tagliaferro ante los jueces Santiago Paolini, Andrés Vitali y Ernesto Domenech.
Posteriormente, dijo que quienes le recomendaron presentar el escrito fueron “Miguel Pereyra (padre de Marisol), y Daniel Galle (padre de Micaela)”, dos de las víctimas. También mencionó que la nota llegó a manos del fiscal Álvaro Garanta y destacó que tras presentar el pedido se olvidó del tema. “Después no seguí el trámite”, expresó Tagliaferro. (Télam)
En la jornada de ayer, Leandro “La Hiena” Quiroga (35), uno de los imputados, pidió perdón a los familiares de las víctimas, pero afirmó su inocencia y culpó otra vez a Osvaldo “Karateca” Martínez (30), el otro acusado.
“Pido perdón por no haber podido hacer nada por salvarlas”, expresó Quiroga ante el tribunal. “La Hiena” reiteró su versión de haber estado en el lugar de los hechos, pero repitió que no había matado a la niña Micaela Galle (11); a su madre, Bárbara Santos (29); a su abuela, Susana De Bártole (63), y a la amiga de esta, Marisol Pereyra (35).
Arreglando cajones
Quiroga explicó que la noche del 26 de noviembre de 2011 estaba en el departamento ubicado en las calles 28, entre 41 y 42, de La Plata, donde vivían De Bártole, su hija y su nieta, arreglando los cajones de un mueble cuando sintió un “ay” de dolor de Susana.
Según explicó, Martínez comenzó a matar a las mujeres, en tanto él quedaba paralizado por el miedo y escondido detrás de una mesa. De acuerdo a su versión, “karateca” le hizo un corte en la mano con una cuchilla y lo obligó a tocar un palo de amasar y los cuchillos empleados en los crímenes para dejar sus huellas.
“La Hiena” aseguró que creyó que iba a ser asesinado también, pero vio que Martínez se cambiaba el calzado, lo guardaba en una bolsa y se retiraba, haciendo él lo mismo unos 15 minutos después.
Por su parte, Martínez insistió ante los medios de prensa en que es inocente y que quiere que esto quede demostrado, por lo que pidió declarar, lo que se concretará mañana a las 9.30.
“Mataron a mi novia (por Santos) y, encima, en el juicio, me pusieron al lado del principal acusado”, agregó Martínez, quien llegó a juicio en libertad por falta de mérito.
El remisero
El imputado reiteró que esa noche no estuvo en la casa de su novia, con lo que rechazó la versión del principal testigo en la causa, el remisero Marcelo Tagliaferro, que ayer volvió a declarar que vio a “karateca” en la puerta de la casa de las víctimas cuando llevó hasta allí a Pereyra.
“Tagliaferro es un mitómano”, consideró Martínez, luego de que el remisero admitiera por primera vez ante el tribunal que realizó los trámites para cobrar la recompensa que ofreció el Gobierno bonaerense por los datos para esclarecer el cuádruple crimen.
El testigo fue citado a declarar nuevamente a raíz de algunas contradicciones en que incurrió en los dos anteriores testimonios que brindó ante los jueces. En esas ocasiones, cuando le preguntaron si tenía algún interés en la causa, el remisero lo negó.
“Presenté una nota en el Ministerio de Justicia y Seguridad porque mis allegados y amigos me dijeron que me correspondía (una recompensa) por haber proporcionado datos sobre el cuádruple crimen”, expresó Tagliaferro ante los jueces Santiago Paolini, Andrés Vitali y Ernesto Domenech.
Posteriormente, dijo que quienes le recomendaron presentar el escrito fueron “Miguel Pereyra (padre de Marisol), y Daniel Galle (padre de Micaela)”, dos de las víctimas. También mencionó que la nota llegó a manos del fiscal Álvaro Garanta y destacó que tras presentar el pedido se olvidó del tema. “Después no seguí el trámite”, expresó Tagliaferro. (Télam)
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