Por Jose Ariel Ibañez
01 Julio 2014
Las sorpresas estuvieron a la orden del día en la primera fase. La partida prematura de España provocó la mayor conmoción. Los triunfos de Costa Rica dejaron a muchos con la boca abierta y la salida de Italia movió los cimientos del calcio. Pero el Mundial avanza y poco a poco cada cosa se va acomodando en su lugar. Ya hay seis equipos clasificados para jugar a los octavos de final y aparecen seleccionados que, ya sea por historia o por presente, se ganaron su lugar. Casualidad o no, todos ganaron sus grupos. Los escoltas ya se despidieron. Si Bélgica y Argentina se unen al grupo de los ocho, se dará un hecho inédito: irán en busca de las semifinales los mejores de la fase clasificatoria.
Brasil es Brasil. Aunque no juegue bien, es natural que siga en carrera. Está en su casa y es el candidato lógico al título. Alemania y Holanda fueron de más a menos . Por eso les costó tanto dejar en el camino a Argelia y México, respectivamente, pero llegaron. Colombia y Francia son los más regulares. Especialmente los dirigidos por José Pekerman, que superaron a sus cuatro rivales con autoridad y buen fútbol. Lo de Costa Rica dejó de ser sorpresa para convertirse en una reconfortante realidad. Nadie le regaló nada. Sin grandes figuras, impuso su juego colectivo. Ya quedan pocos equipos. Y están los mejores.
Brasil es Brasil. Aunque no juegue bien, es natural que siga en carrera. Está en su casa y es el candidato lógico al título. Alemania y Holanda fueron de más a menos . Por eso les costó tanto dejar en el camino a Argelia y México, respectivamente, pero llegaron. Colombia y Francia son los más regulares. Especialmente los dirigidos por José Pekerman, que superaron a sus cuatro rivales con autoridad y buen fútbol. Lo de Costa Rica dejó de ser sorpresa para convertirse en una reconfortante realidad. Nadie le regaló nada. Sin grandes figuras, impuso su juego colectivo. Ya quedan pocos equipos. Y están los mejores.