Por Alejandro Klappenbach
30 Junio 2014
VIENE BIEN. Leonardo Mayer está haciendo un gran torneo.
Ha pasado el tiempo. Algo más de 10 años desde que por primera vez escuché: “Hay un jovencito correntino con un futuro tremendo”. Ese casi niño era Leonardo Mayer. En aquel tiempo se podía ver, como ahora, la facilidad para sacar y pegar de drive, y también cierta versatilidad para manejarse con acierto en cualquier aspecto del juego y en cada rincón de la cancha. Su futuro tenístico parecía asegurado y sólo era cuestión de trabajar y manejar la ansiedad para que el tiempo hiciera su trabajo y acercara la madurez.
Desde Londres se repiten las noticias destacadas, tal como en este 2014. Final en Viña del Mar, cuartos de final (desde la qualy) en Portugal, ronda 3 en Roland Garros. El resto del año se vislumbra tan demandante como atractivo ya que su presente lo señala como un singlista asegurado en el repechaje de Copa Davis. ¿Hay razones para explicar por qué ahora sí y antes no? Justo ahora que no pudo entrenarse en césped por un desgarro en la previa de Wimbledon…Gran parte de la magia del deporte es no saber cuándo van a ocurrir las cosas. Ahora están ocurriendo con “Leo”. Y lo mejor de todo es que nadie puede asegurar cuándo terminará su aventura. Es cierto que el inmenso talento del búlgaro Grigor Dimitrov, aspirante a mejores puestos del ranking, puede marcarle el límite hoy, en partido previsto alrededor de las 10. Si así ocurre, poco cambiará. Porque nadie, nunca, podrá robarle la mejor actuación de su carrera.
Desde Londres se repiten las noticias destacadas, tal como en este 2014. Final en Viña del Mar, cuartos de final (desde la qualy) en Portugal, ronda 3 en Roland Garros. El resto del año se vislumbra tan demandante como atractivo ya que su presente lo señala como un singlista asegurado en el repechaje de Copa Davis. ¿Hay razones para explicar por qué ahora sí y antes no? Justo ahora que no pudo entrenarse en césped por un desgarro en la previa de Wimbledon…Gran parte de la magia del deporte es no saber cuándo van a ocurrir las cosas. Ahora están ocurriendo con “Leo”. Y lo mejor de todo es que nadie puede asegurar cuándo terminará su aventura. Es cierto que el inmenso talento del búlgaro Grigor Dimitrov, aspirante a mejores puestos del ranking, puede marcarle el límite hoy, en partido previsto alrededor de las 10. Si así ocurre, poco cambiará. Porque nadie, nunca, podrá robarle la mejor actuación de su carrera.
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