Costa Rica: pura frialdad

Costa Rica: pura frialdad

Los “ticos” se sobrepusieron a un empate devastador, acertaron los penales y están en cuartos.

MANO DE ORO. Navas ataja con su izquierda el cuarto penal de Grecia y le permite así a Umaña sentenciar la serie a su favor y avanzar a la etapa de cuartos de final.  MANO DE ORO. Navas ataja con su izquierda el cuarto penal de Grecia y le permite así a Umaña sentenciar la serie a su favor y avanzar a la etapa de cuartos de final.
30 Junio 2014
RECIFE.- Este Mundial tiene magia. Quizás sea algo en el ambiente, el clima o una sustancia dentro del agua. Brasil 2014 transforma un partido previsiblemente aburrido entre dos equipos sin historia internacional como Costa Rica y Grecia, en algo tan hipnotizante como una persecución policial al mejor estilo norteamericano.

Los “ticos” vencieron a Grecia después de dos horas de juego. Antes, se habían puesto en ventaja gracias a un golazo de Bryan Ruiz al comienzo del segundo tiempo. Y como ya se está haciendo costumbre, el empate griego llegó a los 90. Los sabores que experimentaban ambos equipos sobre el cierre del partido, se entrecruzaban.

Costa Rica ya sentía que hacía lo que nadie fuera de su entorno, creía que podía hacer. Grecia tragaba saliva sabiendo que desperdiciaba una posibilidad histórica de quedar entre los ocho mejores de un Mundial.

Con un derechazo desesperado, Sokratis Papastathopoulos sacó de la boca todas esas sensaciones, confirmando los rumores: el Mundial tiene magia. En el alargue, los centroamericanos parecían tambalear por el golpe pero el entretiempo fue como el descanso en la esquina para un boxeador sangrante: a curar la herida y a seguir hacia adelante.

Y así fue: los “ticos” soportaron incluso hasta una jugada de gol clarísima segundos antes de los penales y era una señal: a Brasil lo salvó el travesaño en el mismo momento de su partido ante Chile y salió victorioso.

En la definición, Costa Rica, cuyo lema de país es “Pura Vida”, puso a patear a cinco robots sin alma: como maquinitas programadas, ejecutaron perfectamente los penales y esperaron aunque sea una mano de Keylor Navas, la figura del partido. Y llegó.

Michael Umaña la embocó y convirtió a ese equipo en el más feliz de cuartos de final. Pase lo que pase. Costa Rica hizo historia y pese que es la misma que hubiesen hecho los europeos si pasaban, su frescura nos pone más contentos.

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