29 Junio 2014
INEDITO. "No hay antecedentes en la historia política argentina de un procesamiento a un vicepresidente en ejercicio", dijo Binner, tras lo cual remarcó que en casos similares en Uruguay y Brasil los acusados renunciaron y "la figuras presidenciales salieron fortalecidas".
BUENOS AIRES.- El diputado nacional Hermes Binner, uno de los presidenciables de UNEN, sostuvo hoy que el vicepresidente Amado Boudou "debe renunciar" tras su procesamiento y citó casos de funcionarios de Uruguay y Brasil que dejaron sus cargos ante complicaciones judiciales.
Binner remarcó que "el ilícito que se le imputa fue cometido cuando se desempeñaba como ministro de Economía, cargo del que se valió y que utilizó justamente para cometer el delito".
Y, apuntó que "no hay antecedentes en la historia política argentina de un procesamiento a un vicepresidente en ejercicio", tras lo cual remarcó que en casos similares en Uruguay y Brasil los acusados renunciaron y "la figuras presidenciales salieron fortalecidas".
"En Uruguay, el ministro de Economía Fernando Lorenzo presentó su renuncia ante la inminencia de su procesamiento por “abuso de funciones”, hecho que fue anunciado públicamente por el presidente (José) Mujica", recordó.
Además, señaló en un comunicado que "en Brasil, el jefe de la Casa Civil (especie de Jefatura de Gabinete) José Dirceu renunció a su cargo por las denuncias de corrupción. Volvió a su banca de diputado, pero frente a al inicio del juicio político en su contra, también renunció como legislador".
Ante ello, el santafesino Binner advirtió que "cualquier gobierno pierde credibilidad frente al procesamiento de altos funcionarios por casos de corrupción".
"Esta desconfianza se acrecienta si desde la Presidencia de la Nación no se toman medidas claras y ejemplificadoras ante la grave sospecha de comisión de un delito, como lo es un auto de procesamiento", añadió.
Binner criticó al goiberno de Cristina Fernández al señalar que "ha actuado de manera diametralmente opuesta a los ejemplos de Brasil y Uruguay" dado que "aquí no sólo no se le pidió la renuncia al funcionario sospechado, sino que se presionó a la justicia para evitar que avanzara la investigación".
"El vicepresidente debe apartarse del cargo para no seguir dañando al gobierno y socavando la credibilidad en las instituciones", sostuvo.
Y, advirtió que "si no es así, la división entre política y sociedad civil se profundizará aún más y resultará cada vez más difícil concretar los necesarios consensos nacionales". (DyN)
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