24 Junio 2014
SIN INDICIOS. La Selección entrenó por la mañana y luego viajó a Porto Alegre.
BELO HORIZONTE.- El director técnico de Argentina, Alejandro Sabella, no dio ayer pistas sobre los 11 titulares que alineará ante Nigeria en el encuentro de mañana en Porto Alegre, en el que buscará asegurar el primer lugar del Grupo F.
Contrario a lo que se esperaba, en la práctica a puerta cerrada de ayer, Sabella indicó trabajos físicos y recreativos, y no realizó ningún ensayo táctico ni plantó un probable equipo sobre el campo.
Se estima que el entrenador prácticamente no realizará cambios para el choque con los africanos. La principal incógnita es si reemplazará a Marcos Rojo por José Basanta, para preservar al ex Estudiantes -que tiene una tarjeta amarilla- de cara a los octavos de final. Sabella indicó un entrenamiento liviano, que los jugadores iniciaron con un trote y continuaron con una práctica de fútbol-tenis. Otros jugadores ejercitaron tiros al arco, en medio de un clima distendido.
Por la tarde, el plantel se subió a un vuelo charter que lo trasladó a la ciudad de Porto Alegre, en Rio Grande do Sul, adonde se espera que lleguen unos 80.000 hinchas “albicelestes” con el objetivo de alentar a su selección dentro y fuera del estadio Beira-Rio.
Tras la práctica, el que dialogó con la prensa fue el defensor Ezequiel Garay, quien se sumó a la postura de varios de sus compañeros de ver el vaso medio lleno luego de la pobre actuación ante Irán porque “lo importante era ganar”, y consideró que Nigeria “también será muy difícil”. “Lo importante es que ganamos. Sabíamos que no iba a ser un partido fácil pero había que ganar. Por suerte Leo (Messi) hizo un golazo que nos dejó clasificados”, dijo el defensor del Benfica de Portugal.
Nigeria ya es un clásico de la Argentina en los mundiales, porque con el encuentro de mañana serán cuatro los enfrentamientos en Copas del Mundo y tres en forma consecutiva. Los tres partidos terminaron con victorias argentinas, el primero de ellos en la tristemente tarde en Boston, cuando dio positivo el control al que fue sometido Diego Maradona en Estados Unidos 1994. (Reuters-Especial)
Contrario a lo que se esperaba, en la práctica a puerta cerrada de ayer, Sabella indicó trabajos físicos y recreativos, y no realizó ningún ensayo táctico ni plantó un probable equipo sobre el campo.
Se estima que el entrenador prácticamente no realizará cambios para el choque con los africanos. La principal incógnita es si reemplazará a Marcos Rojo por José Basanta, para preservar al ex Estudiantes -que tiene una tarjeta amarilla- de cara a los octavos de final. Sabella indicó un entrenamiento liviano, que los jugadores iniciaron con un trote y continuaron con una práctica de fútbol-tenis. Otros jugadores ejercitaron tiros al arco, en medio de un clima distendido.
Por la tarde, el plantel se subió a un vuelo charter que lo trasladó a la ciudad de Porto Alegre, en Rio Grande do Sul, adonde se espera que lleguen unos 80.000 hinchas “albicelestes” con el objetivo de alentar a su selección dentro y fuera del estadio Beira-Rio.
Tras la práctica, el que dialogó con la prensa fue el defensor Ezequiel Garay, quien se sumó a la postura de varios de sus compañeros de ver el vaso medio lleno luego de la pobre actuación ante Irán porque “lo importante era ganar”, y consideró que Nigeria “también será muy difícil”. “Lo importante es que ganamos. Sabíamos que no iba a ser un partido fácil pero había que ganar. Por suerte Leo (Messi) hizo un golazo que nos dejó clasificados”, dijo el defensor del Benfica de Portugal.
Nigeria ya es un clásico de la Argentina en los mundiales, porque con el encuentro de mañana serán cuatro los enfrentamientos en Copas del Mundo y tres en forma consecutiva. Los tres partidos terminaron con victorias argentinas, el primero de ellos en la tristemente tarde en Boston, cuando dio positivo el control al que fue sometido Diego Maradona en Estados Unidos 1994. (Reuters-Especial)
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