22 Junio 2014
UN MAESTRO. Jorge Luis Pinto pide que se elogie la escuela de DT colombianos.
RIO DE JANEIRO.- Pocos le prestaban atención en el lobby del hotel de Costa de Sauipe durante el sorteo del Mundial, pero apenas seis meses después, Jorge Luis Pinto es el técnico de moda en Brasil 2014.
El menudo y eléctrico entrenador de Costa Rica logró al frente de los “ticos” una hazaña con la que nadie contaba cuando la suerte lo encuadró en un grupo con Italia, Inglaterra y Uruguay.
“Estamos en un grupo complejo”, dijo entonces el técnico colombiano, una descripción que entonces parecía demasiado optimista, teniendo en cuenta que el pequeño país centroamericano tenía que medirse con tres campeones del mundo.
La zona fue bautizada pronto como el Grupo de la Muerte, pero nadie pensaba que Costa Rica tuviera algo que decir ante el poderío de sus rivales. Nadie, excepto Pinto.
“Somos un equipo táctico, que juega bien con la pelota, que busca a los contrarios”, advirtió el colombiano. “Tenemos buenos jugadores, como Bolaños, Bryan, Celso o Keylor, el arquero, pero principalmente tenemos una mentalidad de equipo”, agregó en aquel momento.
Que Costa Rica era un conjunto bien trabajado se adivinaba al ver la eliminatoria de la Concacaf, donde el equipo terminó segundo por detrás de Estados Unidos. Pero su peligrosidad quedó clara en su debut en el Mundial, cuando derrotó a Uruguay por 3-1 contra todo pronóstico y tras remontar un gol en contra.
Si alguien pensaba que era casualidad, el equipo dirigido por Pinto se encargó de desmentirlo luego al derrotar a Italia por 1-0 y lograr su segunda clasificación para octavos tras la de Italia 90.
“Nadie habla de Costa Rica, pero sin dudas hará un buen papel”, advirtió el seleccionador italiano, Cesare Prandelli, antes de que comenzara el certamen.
“Mentalidad”, repite Pinto para explicar el éxito de su equipo, que se ha contagiado de la explosiva y ultraconfiada personalidad de su entrenador, un hombre que consagró su vida a recorrer Latinoamérica de banquillo en banquillo.
Colombia, Costa Rica, Venezuela, Ecuador y Perú fueron destinos del entrenador de 61 años, que ganó títulos nacionales en diferentes países con clubes como Alianza Lima, Alajuelense, Cúcuta Deportivo o Deportivo Táchira.
Estudioso del juego, Pinto se formó en Colombia, se perfeccionó en Brasil y se graduó en Alemania, donde asistió unos meses a la prestigiosa “Deustche Sporthochschule Köln” (Escuela Superior Alemana de Deportes).
Valiente y sin complejos, Costa Rica es un reflejo de su entrenador, que se hizo cargo del equipo en 2011. “Me gusta que mis equipos sean ordenados tácticamente y con buen criterio con la pelota”, señala el técnico, uno de los tres entrenadores colombianos en el Mundial.
“Nos hemos preparado, hemos trabajado. Siempre se habló de la escuela de entrenadores alemana, de la escuela española. Hoy tienen que hablar de la escuela de entrenadores colombiana”, dijo Pinto, quien ahora da lecciones de fútbol en Brasil.
El menudo y eléctrico entrenador de Costa Rica logró al frente de los “ticos” una hazaña con la que nadie contaba cuando la suerte lo encuadró en un grupo con Italia, Inglaterra y Uruguay.
“Estamos en un grupo complejo”, dijo entonces el técnico colombiano, una descripción que entonces parecía demasiado optimista, teniendo en cuenta que el pequeño país centroamericano tenía que medirse con tres campeones del mundo.
La zona fue bautizada pronto como el Grupo de la Muerte, pero nadie pensaba que Costa Rica tuviera algo que decir ante el poderío de sus rivales. Nadie, excepto Pinto.
“Somos un equipo táctico, que juega bien con la pelota, que busca a los contrarios”, advirtió el colombiano. “Tenemos buenos jugadores, como Bolaños, Bryan, Celso o Keylor, el arquero, pero principalmente tenemos una mentalidad de equipo”, agregó en aquel momento.
Que Costa Rica era un conjunto bien trabajado se adivinaba al ver la eliminatoria de la Concacaf, donde el equipo terminó segundo por detrás de Estados Unidos. Pero su peligrosidad quedó clara en su debut en el Mundial, cuando derrotó a Uruguay por 3-1 contra todo pronóstico y tras remontar un gol en contra.
Si alguien pensaba que era casualidad, el equipo dirigido por Pinto se encargó de desmentirlo luego al derrotar a Italia por 1-0 y lograr su segunda clasificación para octavos tras la de Italia 90.
“Nadie habla de Costa Rica, pero sin dudas hará un buen papel”, advirtió el seleccionador italiano, Cesare Prandelli, antes de que comenzara el certamen.
“Mentalidad”, repite Pinto para explicar el éxito de su equipo, que se ha contagiado de la explosiva y ultraconfiada personalidad de su entrenador, un hombre que consagró su vida a recorrer Latinoamérica de banquillo en banquillo.
Colombia, Costa Rica, Venezuela, Ecuador y Perú fueron destinos del entrenador de 61 años, que ganó títulos nacionales en diferentes países con clubes como Alianza Lima, Alajuelense, Cúcuta Deportivo o Deportivo Táchira.
Estudioso del juego, Pinto se formó en Colombia, se perfeccionó en Brasil y se graduó en Alemania, donde asistió unos meses a la prestigiosa “Deustche Sporthochschule Köln” (Escuela Superior Alemana de Deportes).
Valiente y sin complejos, Costa Rica es un reflejo de su entrenador, que se hizo cargo del equipo en 2011. “Me gusta que mis equipos sean ordenados tácticamente y con buen criterio con la pelota”, señala el técnico, uno de los tres entrenadores colombianos en el Mundial.
“Nos hemos preparado, hemos trabajado. Siempre se habló de la escuela de entrenadores alemana, de la escuela española. Hoy tienen que hablar de la escuela de entrenadores colombiana”, dijo Pinto, quien ahora da lecciones de fútbol en Brasil.