Historias con dosis adecuadas de realismo y suspenso

Historias con dosis adecuadas de realismo y suspenso

Rey Rosa expone conflictos políticos desde la perspectiva del género negro

A ESCALA. El autor deja el color local para pintar los dramas de Latinoamérica. alfaguara A ESCALA. El autor deja el color local para pintar los dramas de Latinoamérica. alfaguara
22 Junio 2014

NOUVELLES

IMITACIÓN DE GUATEMALA

RODRIGO REY ROSA

(Alfaguara - Buenos Aires) 

Imitación de Guatemala reúne cuatro novelas breves del escritor guatemalteco Rodrigo Rey Rosa. Los escenarios y los conflictos políticos ocurren en diferentes zonas de Guatemala. Sin embargo, podrían suceder en otros países atravesados por la droga, la violencia y la corrupción. Despojadas de color local, las novelas narran problemas que atraviesan a Latinoamérica.

En Que me maten si... Emilia, una joven inteligente y astuta, y un anciano escritor inglés forman parte de una curiosa asociación de espías. Los convoca el caso de unos niños indios que han sido asesinados. Detrás de esos supuestos crímenes, están las manos sucias de un militar guatemalteco. Emilia conquista a Ernesto, amigo personal del hijo del militar.

Ernesto no sabe ni sospecha nada de la conquista ni de los espías conjurados. Él cree en el sincero amor de Emilia y avanza en un vínculo “venenoso”. Cuando las cosas se complican, el amante de Emilia lo mata. Aquí podría terminar la novela. Pero Rodrigo Rey Rosa se las arregla para que este episodio sea un mero pliegue de la trama. Como si fuera una negra y rápida película de aventuras, el autor da una vuelta a la historia y muestra al anciano escritor inglés en un viaje para detectar otro caso de corrupción. Emilia visita en Inglaterra a la esposa del escritor y ésta le encarga que lo siga. El escritor ha viajado solo y su vida corre peligro. Otras vueltas de tuerca aparecen en la novela y en cada pliegue el autor nos depara una nueva intriga: con ductilidad, hace girar la rueda del suspenso y de la resolución de los enigmas.

Historia moral

El cojo bueno es la única que incluye una rara especie de historia moral. Juan Luis es secuestrado por un grupo de amigos de la infancia. Lo someten a diversos vejámenes. Entre ellos, le cortan una pierna. Tras la explosión intencional de una granada, tres de los autores de las atrocidades salen indemnes.

Juan Luis aspira a ser escritor –como Rey Rosa–, viaja a Marruecos y quiere conocer a Bowles –, como Rey Rosa en su propia vida. Después de años, descubre en el rostro del dueño de la posada –que es visitada por Bowles– el rostro inolvidable y cruel de uno de los secuestradores. Disconforme, Juan Luis vuelve a Guatemala y averigua el paradero de La Coneja, uno de los secuestradores. Se encuentran y mantienen una conversación asimétrica y tensa. El final, como en algunos cuentos de Borges, entrega una sorpresa estética y moral.

Kafkiana

Piedras encantadas es la más kafkiana de la serie. Un niño es atropellado por una camioneta. El dueño del vehículo, Armando, huye del accidente. El niño, sabremos después, es hijo adoptivo de un aristócrata. Armando, atravesado por el miedo, le cuenta a su amigo Joaquín el episodio y le pide ayuda. La novia de Joaquín es periodista y está interesada en el accidente como hecho periodístico. Joaquín duda desde el principio sobre la decisión de Armando. Piensa que éste debe entregarse a la justicia. Armando contrata a un abogado mafioso que quiere hacer del suceso un negocio. En el medio, interviene un sofisticado inspector y un grupo de niños de la calle, que parecen complotados en un ardid mayor. Con los vericuetos de un policial, Rey Rosa hace con esta trama un laberinto paranoico y político.

Policial negro

Caballeriza es la última de la serie. Y es, quizás, la novela que cumple con mayor rigor los rasgos duros del policial negro. La tarde del cumpleaños del patriarca Carrión, ocurre un incendio en el establo. Muere un caballo y el cuidador huye. El abogado de la familia le propone a Rodrigo investigar la historia que se esconde detrás del incendio. Rodrigo y el abogado visitan la casona de los Carrión ubicada en la Bocacosta. Ese encuentro crucial altera la realidad y la ficción. Una alta mujer alemana, el hijo mafioso de Carrión, el nieto díscolo y un negocio turbio se esconden en los recovecos de la misteriosa casa –novela– familiar.

Rey Rosa escribe con un lenguaje parco y fresco historias claras y contundentes. Con el dominio de la peripecia y del tiempo narrativo propone novelas basadas en atmósferas realistas y bañadas por el dosificado suspenso. Con la intriga y la creación de escenas precisas, Rey Rosa pergeña episodios cinematográficos que exponen –sin énfasis– los conflictos políticos desde la perspectiva del género negro.

© LA GACETA

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Fabián Soberón

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