
Por Ezequiel Martínez - Para LA GACETA - Buenos Aires
Mucho se ha dicho y escrito sobre la figura de Pablo Escobar. Más aún en estos tiempos que corren. Películas, series de TV y novelas han representado –bajo diferentes formas y con distinta suerte- la vida del narcotraficante colombiano más famoso. Sin embargo, poco han contribuido para desentrañar las múltiples dimensiones de una figura controvertida, polémica, que aún hoy –a 20 años de su muerte- sigue generando odios fulminantes y amores incondicionales. El libro La parábola de Pablo. Auge y caída del gran capo del narcotráfico, del periodista Alonso Salazar, es una honrosa excepción.
Esta biografía narra de manera exhaustiva la vida pública y privada de Pablo Escobar. A partir de una sólida investigación que se nutrió de múltiples testimonios inéditos –de familiares, amigos, conocidos, victimas, colaboradores y socios-, pero también de un abundante material de archivo (prensa y documentos de la época), el autor logra un retrato completo de la persona detrás del personaje. Sus orígenes familiares y sociales, su niñez y adolescencia, sus primeras incursiones en el incipiente universo del tráfico de drogas, la construcción de un imperio que puso en vilo al Estado y a la sociedad colombiana. El hombre que hizo de la muerte un negocio –y su arma de negociación más efectiva- y que no tuvo reparo en eliminar físicamente a periodistas, funcionarios del Estado, militares y jueces en aras de sus objetivos. Pero también del hombre que fue elegido por el voto ciudadano como congresista del parlamento colombiano y que aún hoy se lo recuerda en muchos barrios populares, históricamente postergados por el Estado colombiano, por sus acciones sociales en la construcción de viviendas, escuelas y hospitales.
Todas las contradicciones que atravesaron la vida de Escobar son reflejadas en este libro: el recuerdo de muchos como un guerrero que despertó la admiración de sectores excluidos, y otras, como un villano con infinita capacidad para ejercer el mal.
Lo interesante de este libro, además, es que permite comprender muchos de los aspectos psicológicos y las motivaciones que marcaron el accionar de “El patrón” -sus prácticas y conductas- y las transformaciones que sufrió su personalidad (hasta llegar al desbordamiento) determinado por el poder que supo acumular en más de una década. Por su lado, abre el camino para indagar las condiciones sociales, culturales, económicas y políticas que permitieron la emergencia de una figura como Pablo Escobar. Podemos así entender su irrupción –más allá de sus rasgos individuales- como producto de causas históricas y no como simple contingencia del destino.
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Ezequiel Martínez - Periodista, especialista en marketing editorial.
