Leo García: “Transo con lo popular porque me gusta”

“Me gratifica que me digás que estoy un poco en la historia del pop y cuando me decís que soy emblemático, más cuando me gusta todo tipo de música. Pero bueno, lo que más interesa es cantar con mi guitarra y divertir a la gente; eso soy yo”. Hay palabras que se amontonan en su boca y otras que prácticamente se detienen antes de salir durante la entrevista que LA GACETA mantuvo con Leo García. Lo cierto es que ahora toma las cosas con mayor tranquilidad; entender que no debe esperarse una respuesta a la obra, dice, lo curó un montón: “me relajó, y está bueno sanar esa ansiedad”, les contó a los periodistas hace pocas semanas.

El músico, pop por excelencia, es un viejo conocido de esta ciudad, la que ha visitado en numerosas oportunidades y no solamente para tocar o cantar, sino para estar con un grupo de amigos que tiene aquí; en boliches y clubes y hasta en fiestas privadas, solo con su guitarra, o, como máximo, acompañado por una computadora.

García acaba de publicar su octavo álbum de estudio, titulado “Algo real”. Pero es consciente de que, conociendo a su público, tendrá que interpretar, si se lo piden, desde “Morrissey” hasta “Tributo a Gilda”, temas sobre los que creció su fama, luego de haber sido “descubierto” por otro “pope” del pop, Daniel Melero.

- ¿Cómo es tu nuevo disco?

- Nos la pasamos ensayando cuatro semanas y trabajé con un equipo lindo, tanto en la grabación como en la mezcla. Mi baterista es Gaby Pedernera, de Eruca Sativa, una de las mejores agrupaciones argentinas en la actualidad. Cuando lo llamé, no pensé que le coparía la propuesta de trabajar conmigo. Lo mismo me pasó con Emanuel Sáez, guitarrista de Buenos Aires Karma, quien le dio esas texturas ceratianas a las canciones. En el grupo hay gente que es más chica que yo. Creo que mi trabajo como productor fue nivelar todas las emociones, y creo que esa energía se refleja en estas composiciones. Para mí es una superproducción; no es un disco hecho en casa, algo que por otra parte me encanta. El mastering lo mandamos al mismo lugar en el que solía hacerlo Phil Spector (Sear Sound Studios, en la ciudad de Nueva York); eso costó lo mismo que la grabación entera. Metí caños, y eso hubo que bancarlo. Y ahora sale el primer videoclip del tema “Rompe paga”, en el que trabajan Mike Amigorena y Mónica Antonópulos, creo que en unos 10 días; hace mucho que no hacía una cosa con tanta producción y estoy muy satisfecho, muy contento.

- Leí que es tu álbum menos “dance”…

- “Algo real” tiene soul, rock, pop y hasta un country a lo Babasónicos (“Lo que es vivir sin mí”). Nunca soy muy consciente de cómo suenan mis canciones. Trabajé con buenos músicos… y ahora estoy dirigiendo videoclips para otros grupos.

- El mundo externo, el mundial de fútbol, por ejemplo, ¿te va?

- Tengo como un wi-fi que me conecta totalmente y no puedo ignorar al mundo. No guardo rencor sobre algunas cosas, como me pasaba antes; y porque está bueno compartir con placer. Soy feliz si (Lionel) Messi mete un gol, por ejemplo. Transo con lo popular, y no me parece que está mal, porque a mí me gusta, eso está claro para mí ahora.

- ¿A qué le canta Leo García?

- Está buena la pregunta. Les canto a las emociones, que es como que me canto a mí mismo. En una canción es encontrarse con uno y saber que no estamos solos, es descifrar eso tan complejo como es la palabra amor. En mis letras hay una cierta ironía y nos reímos de cosas que a veces nos hacen llorar.

- ¿Volverías a cantar “Morrissey”?

- Cuando me lo piden lo hago, no tengo problemas en cantar canciones de otros y las mías. De lo que se trata es de saber qué espera la gente de mí, de uno y no me niego; el artista debe tener un touch de conciencia sobre la propuesta que llega a su gente. Antes vivía con mucha ansiedad, pero en la actualidad no me siento decepcionado de nada.

- ¿Sos religioso?

- La otra vez vi la luna, que estaba entre dos nubes, en una noche azul, y tuve la sensación de que me miraba. Creo que fue porque estaba conectado, pues no había tomado ninguna droga. Desde una percepción real, sigo teniendo mi delirio místico. Pasé por varias religiones; la última fue Hare Krishna. Al tiempo empecé a leer sobre el dadaísmo, que entiendo como una religión debido a que explica lo que es el arte. Ningún artista hace una obra para esperar respuesta de nada. Eso me curó un montón, me relajó.

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• A las 23.30 en Salón Pontevedra, ubicado en Suipacha y Santiago del Estero