En el nombre del padre

En el nombre del padre

Hoy el ex futbolista brasileño Zizinho alentará a su hijo “Gio” Dos Santos, estrella de México

PREPARADO PARA BRILLAR. Giovani Dos Santos, mexicano de hijo brasileño, jugará un partido especial ante los locales. reuters PREPARADO PARA BRILLAR. Giovani Dos Santos, mexicano de hijo brasileño, jugará un partido especial ante los locales. reuters
17 Junio 2014

Por Joaquín Cavanna, DPA

NATAL.- El veterano Geraldo Francisco Dos Santos, más conocido como Zizinho, soñó una y mil veces jugar un Mundial con su selección en su Brasil natal, pero nunca imaginó que un día apoyaría a un rival en su propio hogar: sólo su hijo Giovani es capaz de hacerle resignar sus raíces con el fútbol de por medio.

A las 16, el anfitrión Brasil y México se enfrentarán en Fortaleza en el duelo entre los dos líderes del Grupo A del Mundial y para la familia Dos Santos será una ocasión única e irrepetible: Giovani, hijo del brasileño Zizinho y una mexicana, defenderá los colores del “Tri” en el mismo suelo donde su padre se crió y se enamoró perdidamente del fútbol.

“Es muy emocionante para mí poder ver a mi hijo jugando un Mundial en mi país. Brasil me dio el fútbol cuando era niño y México me dio la oportunidad de tener una buena carrera. Aquí se junta todo”, dijo Zizinho, de 52 años.

“Me siento muy motivado por jugar un Mundial en este país. Tengo muchos familiares y amigos brasileños, pero eso es un punto y aparte para mí. Tengo muy claro lo que quiero”, afirmó Giovani, de 25 años y que disputa el segundo Mundial de su carrera intentando prolongar una estadística muy exitosa en torneos de importancia ante los brasileños.

En el Mundial Sub 17 de Perú 2005, el jugador de Villarreal integró el equipo mexicano que le ganó la final por 3-0 y en 2012 también participó en la final de los Juegos Olímpicos de Londres, en la que el “Tri” se impuso por 2-1, en el estadio de Wembley.

Su padre jamás llegó a jugar un Mundial, pero sí fue una gran promesa del fútbol brasileño. Nació en el pueblo Timbauba, a 100 kilómetros de Recife, pero vivió casi toda su infancia en el barrio de clase media Santo Amaro, de San Pablo y consiguió el 15 de abril de 1978 el que hasta hoy se mantiene como el gol de un jugador más joven en la historia del club Sao Paulo. Fue en un amistoso contra el Guaxupé y el entonces mediocampista anotó su tanto con 15 años de edad.

Luego, fue considerado por el mismo Telé Santana para ser uno de los jóvenes que viajen al Mundial de 1982 con leyendas como Junior, Sócrates o Zico, pero su mudanza al fútbol mexicano arruinó tal plan.

El América pagó U$S 550.000 por el entonces jugador del San Pablo de 19 años en 1981, batiendo un récord económico en el fútbol brasileño por el traspaso de un futbolista juvenil. “Voy a tener el éxito que tuvo (Diego) Maradona en su campeonato. Estoy muy confiado en mí”, dijo antes de emigrar a México. La suerte de Zizinho no fue tan parecida a la del astro argentino, pero sí gestó una carrera firme en el fútbol mexicano, donde jugó además en el León y en el Monterrey.

Geraldo vive el Mundial nuevamente en el barrio de Santo Amaro, junto a sus cuatro hermanos y a su madre. “Todos le hacen bromas a ‘Gio’ sobre el partido de hoy. Lo amenazan y le advierten que ni se le ocurra complicarle el Mundial a Brasil”, dijo el ex futbolista. El duelo en Fortaleza podrá suponer la clasificación automática de alguno de los dos equipos a los octavos de final.

Pero Zizinho la tiene clara: el lazo familiar es mucho más importante que las raíces. “Mi amor por mi hijo es mucho más grande que cualquier otra cosa. Por eso, quiero que el partido lo gane México... Aunque con un empate también me iría feliz”, advirtió entre risas.

Hoy uno estará en el campo y el otro en las tribunas. Posiblemente canten dos himnos nacionales diferentes, pero una vez que la pelota se ponga en juego, Francisco y su hijo Giovani tendrán el mismo objetivo en común.

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