Por Jose Ariel Ibañez
15 Junio 2014
Llegaron los mejores. Los que ya fueron campeones del mundo y los que sueñan con coronarse alguna vez. Los que sacan pecho cuando se ponen la camiseta porque, aseguran, tiene peso propio. Los que tienen grandes estrella y los que apuestan al corazón de sus humildes jugadores. Están los 32 participantes. Pero falta un eterno protagonista. La historia no juega en este Mundial. Es la gran ausente de la primera ronda. España, campeón reinante, fue vapuleado por Holanda. Uruguay, al que los anfitriones temen después del Maracanazo de 1950, la pasó mal con Costa Rica. Brasil ya no muestra el “jogo bonito” y hasta Italia se anima a jugar más cerca del arco rival que del propio. Tiene a Pirlo, un talentoso capaz de contagiar al resto. ¿Quien hubiese dicho que un seleccionado italiano iba a ser capaz de hacer un gol después de tocar nueve veces el balón antes de la definición de Balotelli? Bienvenido el cambio. Un aplauso para el espíritu goleador de los equipos: 28 goles en ocho partido. Más de tres por encuentro es el promedio. Los que aman el fútbol, Brasil 2014 soplan nuevos aires. La historia, esta vez, no juega.
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