14 Junio 2014
UNO MÁS. Jaite no tiene el perfil de una súper figura. Es un tipo común y corriente.
La simpleza de Martín Jaite, el capitán del barco argentino que del 12 al 14 de septiembre buscará mantenerse en el grupo Mundial de Copa Davis visitando a Israel, asombra tanto como cuando entrega credenciales de un hombre terrenal. No se siente figura ni tampoco estrella. Mucho menos Dios en un momento clave del tenis nacional, a nivel deporte y de sueño futuro de conquistar alguna vez la Ensaladera de Plata.
“Falta mucho para eso, aparte estoy acostumbrado y tampoco es mi único trabajo”, dice Jaite con tanta calma que contagia. Está de visita en Tucumán. Vino a dar una charla, una clínica de tenis, a contar su experiencia, a demostrar que el tenis es un deporte popular. “La idea de estas clínicas, de estas charlas es más bien una capacitación para chicos, padres y profesores, es un momento de intercambios de ideas. Básicamente, cuando vengo a hacer esto no vengo en busca de un súper talento sino que vengo a promocionar el tenis, o sea que la gente se acerque. Y también mostrarle a los chicos que todos salimos del mismo lado. No es que cuando nacimos ya éramos profesionales. Nos fuimos formando como se forman todos”, explica el reglamento número uno de su misión el ex top ten.
El número dos quizás es más importante que el uno. “Para mí hay una cosa que es muy clave. Que el tenis como deporte educa, y por otro lado lo que digo es que no hay que dejar el colegio para dedicarse a esto. Podés hacer las dos cosas si querés, y soñar con ser profesional”, asegura sin dudarlo.
Una pregunta pica desde la ignorancia. ¿Perdió punch el tenis desde la despedida de pioneros en la que hoy se conoce como la “legión argentina”? Llámese David Nalbandian, Guillermo Cañas, Guillermo Coria, José Acasuso, Agustín Calleri, Mariano Puerta y Mariano Zabaleta, entre otros.
“Creo que no”, afirma. “La ‘legión’ fue muy importante y motivante para cualquier chico. Fue algo único, muy difícil de repetir. Cuando me preguntan cómo está el tenis argentino, digo que no está mal. La ‘legión’ me hace recordar mucho a la época cuando veníamos a suplir a Guillermo Vilas y a José Luis Clerc (en los ‘90). Comparaban a nuestra buena camada con una tremendamente buena. Tampoco creo que haya bajado la pasión -asegura-. Es importante para cualquier deporte que haya figuras, y ahora hay una camada que se está formada de abajo y que surgirá con el tiempo”, define la idea total Jaite, que ríe cuando el nombre de Juan Martín Del Potro entra en escena.
¿Cuántas veces le preguntaron por ‘Delpo’ y su negativa de formar parte del grupo de la Davis? “Muchas, muchas desde que soy capitán de Copa Davis. No sé si más de 100 pero sí muchas veces. Cansa hablar un poco del tema porque, aparte, no son decisiones mías. El tema que Del Potro no juegue Copa Davis es decisión suya. Mucho no puedo contestar. A veces me preguntan qué me parece, y claro, tengo que decir que le pregunten a él. Es una decisión personal. Es respetable que no juegue también”, aclara.
El Repechaje contra los israelíes suena para algunos como una guerra a todo o nada. Jaite no está de acuerdo. No es una final del mundo. “No, no, yo no sería tan dramático. Bueno, está la posibilidad de perder la categoría, pero también confío en los jugadores: si ellos juegan en un buen nivel, Argentina se va a quedar en Primera. Es una serie importante, no el fin del mundo. Si ganamos o si perdemos”.
“Falta mucho para eso, aparte estoy acostumbrado y tampoco es mi único trabajo”, dice Jaite con tanta calma que contagia. Está de visita en Tucumán. Vino a dar una charla, una clínica de tenis, a contar su experiencia, a demostrar que el tenis es un deporte popular. “La idea de estas clínicas, de estas charlas es más bien una capacitación para chicos, padres y profesores, es un momento de intercambios de ideas. Básicamente, cuando vengo a hacer esto no vengo en busca de un súper talento sino que vengo a promocionar el tenis, o sea que la gente se acerque. Y también mostrarle a los chicos que todos salimos del mismo lado. No es que cuando nacimos ya éramos profesionales. Nos fuimos formando como se forman todos”, explica el reglamento número uno de su misión el ex top ten.
El número dos quizás es más importante que el uno. “Para mí hay una cosa que es muy clave. Que el tenis como deporte educa, y por otro lado lo que digo es que no hay que dejar el colegio para dedicarse a esto. Podés hacer las dos cosas si querés, y soñar con ser profesional”, asegura sin dudarlo.
Una pregunta pica desde la ignorancia. ¿Perdió punch el tenis desde la despedida de pioneros en la que hoy se conoce como la “legión argentina”? Llámese David Nalbandian, Guillermo Cañas, Guillermo Coria, José Acasuso, Agustín Calleri, Mariano Puerta y Mariano Zabaleta, entre otros.
“Creo que no”, afirma. “La ‘legión’ fue muy importante y motivante para cualquier chico. Fue algo único, muy difícil de repetir. Cuando me preguntan cómo está el tenis argentino, digo que no está mal. La ‘legión’ me hace recordar mucho a la época cuando veníamos a suplir a Guillermo Vilas y a José Luis Clerc (en los ‘90). Comparaban a nuestra buena camada con una tremendamente buena. Tampoco creo que haya bajado la pasión -asegura-. Es importante para cualquier deporte que haya figuras, y ahora hay una camada que se está formada de abajo y que surgirá con el tiempo”, define la idea total Jaite, que ríe cuando el nombre de Juan Martín Del Potro entra en escena.
¿Cuántas veces le preguntaron por ‘Delpo’ y su negativa de formar parte del grupo de la Davis? “Muchas, muchas desde que soy capitán de Copa Davis. No sé si más de 100 pero sí muchas veces. Cansa hablar un poco del tema porque, aparte, no son decisiones mías. El tema que Del Potro no juegue Copa Davis es decisión suya. Mucho no puedo contestar. A veces me preguntan qué me parece, y claro, tengo que decir que le pregunten a él. Es una decisión personal. Es respetable que no juegue también”, aclara.
El Repechaje contra los israelíes suena para algunos como una guerra a todo o nada. Jaite no está de acuerdo. No es una final del mundo. “No, no, yo no sería tan dramático. Bueno, está la posibilidad de perder la categoría, pero también confío en los jugadores: si ellos juegan en un buen nivel, Argentina se va a quedar en Primera. Es una serie importante, no el fin del mundo. Si ganamos o si perdemos”.