14 Junio 2014
La sentencia iba a llegar hoy, pero los tres imputados por el homicidio del comerciante Marcelo Juan Roccuzzo deberán esperar hasta el miércoles. Y uno de ellos (Gonzalo Javier Leal) lo hará en el penal de Villa Urquiza, a donde lo envió el juez Dante Ibañez luego de que intimidara a una testigo durante la audiencia del jueves.
Según la investigación del caso, la tarde del 19 de enero de 2007 ingresaron Leal y Martín Álvaro Rodrigo Dip Rivera (murió el año pasado) a una distribuidora de helados ubicada en avenida Colón al 600. Ambos, para sustraerle un maletín a Roccuzzo, le habrían disparado en la cabeza, por lo que el comerciante falleció dos días después. El planificador del asalto habría sido Raúl Daniel Fadel, quien habría recibido información sobre los movimientos del local de parte de Flavio Bruno Lucero, cómplice y empleado de la distribuidora.
Por ese hecho, la sala V de la Cámara Penal (integrada por Ibáñez, Juana Juárez y Emilio Páez de la Torre) juzga a Leal, Fadel y Lucero por el delito de robo seguido de muerte.
“Leal era muy violento”
Mientras la Policía busca en una provincia vecina a Selene Molina, quien era novia de Leal al momento del hecho, la madre de la joven declaró ayer como testigo. Constanza Molina se sentó nerviosa frente a los jueces y contó que vivió casi tres años con custodia policial porque Leal había amenazado con matarlos, a ella y a su hijo recién nacido. “Parece que creía que yo le impedía a mi hija estar con él”, explicó la testigo.
La mujer relató que su hija se mudó con el imputado pese a que -según dijo- el hombre era violento con ella. “Cuando pedía ayuda me decían que nadie podía hacer nada porque ella tenía más de 18 años”, manifestó. Sin embargo -agregó-, la joven solía regresar a la casa de su madre cada vez que se peleaba con Leal y en varias ocasiones volvió golpeada. “Él era muy violento con mi hija, ella llegó a tenerle mucho miedo, y también era violento conmigo; incluso una vez me pegó con el casco de la moto en la cara”, recordó Molina.
La madre de Selene afirmó que su hija se fue de la provincia para “cambiar de vida” y “porque tenía miedo”, por lo que pidió que no se difunda su dirección actual. El martes, cuando se reanude el debate, la joven deberá comparecer ante el tribunal. También deberá hacerlo un ex comisario y un tal “Piltrafa”, a quien la defensa propuso como testigo a último momento. Esa sería la última audiencia antes de los alegatos y la sentencia.
Según la investigación del caso, la tarde del 19 de enero de 2007 ingresaron Leal y Martín Álvaro Rodrigo Dip Rivera (murió el año pasado) a una distribuidora de helados ubicada en avenida Colón al 600. Ambos, para sustraerle un maletín a Roccuzzo, le habrían disparado en la cabeza, por lo que el comerciante falleció dos días después. El planificador del asalto habría sido Raúl Daniel Fadel, quien habría recibido información sobre los movimientos del local de parte de Flavio Bruno Lucero, cómplice y empleado de la distribuidora.
Por ese hecho, la sala V de la Cámara Penal (integrada por Ibáñez, Juana Juárez y Emilio Páez de la Torre) juzga a Leal, Fadel y Lucero por el delito de robo seguido de muerte.
“Leal era muy violento”
Mientras la Policía busca en una provincia vecina a Selene Molina, quien era novia de Leal al momento del hecho, la madre de la joven declaró ayer como testigo. Constanza Molina se sentó nerviosa frente a los jueces y contó que vivió casi tres años con custodia policial porque Leal había amenazado con matarlos, a ella y a su hijo recién nacido. “Parece que creía que yo le impedía a mi hija estar con él”, explicó la testigo.
La mujer relató que su hija se mudó con el imputado pese a que -según dijo- el hombre era violento con ella. “Cuando pedía ayuda me decían que nadie podía hacer nada porque ella tenía más de 18 años”, manifestó. Sin embargo -agregó-, la joven solía regresar a la casa de su madre cada vez que se peleaba con Leal y en varias ocasiones volvió golpeada. “Él era muy violento con mi hija, ella llegó a tenerle mucho miedo, y también era violento conmigo; incluso una vez me pegó con el casco de la moto en la cara”, recordó Molina.
La madre de Selene afirmó que su hija se fue de la provincia para “cambiar de vida” y “porque tenía miedo”, por lo que pidió que no se difunda su dirección actual. El martes, cuando se reanude el debate, la joven deberá comparecer ante el tribunal. También deberá hacerlo un ex comisario y un tal “Piltrafa”, a quien la defensa propuso como testigo a último momento. Esa sería la última audiencia antes de los alegatos y la sentencia.