12 Junio 2014
EN MADRID. Felipe, el futuro rey de España y su esposa, Letizia, visitan la histórica Residencia de Estudiantes. reuters
MADRID.- El Congreso de los Diputados de España abrió el camino a la proclamación de Felipe VI la semana que viene, dando luz verde con una amplia mayoría a la ley que hará efectiva la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos.
Pese a las voces republicanas que dentro y fuera del Parlamento español piden estos días un referéndum sobre la monarquía, la ley de abdicación del monarca obtuvo en la cámara baja un respaldo de más del 80 % de los diputados.
La apoyaron el Partido Popular (PP) del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, que pese a sus raíces republicanas defiende el consenso constitucional que en la transición de la dictadura a la democracia fijó la monarquía parlamentaria como forma de Estado. El martes ratificará la ley el Senado y la proclamación de Felipe VI será el jueves 19.
“España es una monarquía parlamentaria porque así lo quieren los españoles”, manifestó Rajoy frente a los que piden un referéndum. “La forma política del Estado no está en el orden del día”.
“Nadie nos va a alejar del consenso de la Constitución, nadie”, dijo el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras enfrentarse estos últimos días a voces en su formación que reclaman la vuelta del PSOE a su tradición republicana. “En España hay un rey pero los españoles no somos sus súbditos, somos ciudadanos de pleno derecho”, sostuvo.
Junto al PP y al PSOE votaron otras formaciones más pequeñas, con un total de 299 votos a favor de los 341 emitidos en un pleno que despertó gran expectación pese a conocerse el resultado de antemano y en el que los parlamentarios votaron de viva voz. La aprobación de la ley de abdicación en el Parlamento es un trámite para dar carácter legal a la renuncia de Juan Carlos, pero los partidos republicanos y los independentistas la han convertido en un debate social sobre la forma del Estado.
En las inmediaciones del Congreso de los Diputados, varias decenas de manifestantes pidieron el final de la monarquía. Un fuerte despliegue policial impidió que se acercaran al edificio.
Frente al PP y al PSOE se situaron varios partidos de izquierda encabezados por Izquierda Unida (IU), tercera fuerza parlamentaria nacional, que pidió sin éxito la convocatoria de un referéndum sobre la monarquía dentro de tres meses.
“No se puede esperar más, no se puede negar al pueblo español decidir qué modelo de Estado quiere”, dijo su líder, Cayo Lara. Y denunció que la sucesión de Juan Carlos I en su hijo Felipe es “una maniobra palaciega que se presenta como regeneración democrática pero es sangre nueva para una dinastía decrépita”.
Junto a los 19 votos contrarios a la ley de abdicación hubo 23 abstenciones, entre ellas las de los diputados de CiU (Convergencia y Unión), el partido que gobierna la región de Cataluña, desde la que el Ejecutivo catalán mantiene un desafío independentista que rechazan los principales partidos nacionales.
En el Congreso de los Diputados se escucharon voces a favor de la independencia de esa región y de la del País Vasco (norte). Un diputado de la izquierda independentista vasca cerró de hecho su intervención con el grito de “monarkia kampora” (monarquía fuera).
La abdicación de Juan Carlos I llegó en un momento delicado de salud para el monarca de 76 años y tras varios escándalos que han perjudicado la imagen de la Corona, especialmente la imputación por un presunto delito de corrupción de la infanta Cristina y de su marido Iñaki Urdangarin. (Télam-DPA-Reuters)
Pese a las voces republicanas que dentro y fuera del Parlamento español piden estos días un referéndum sobre la monarquía, la ley de abdicación del monarca obtuvo en la cámara baja un respaldo de más del 80 % de los diputados.
La apoyaron el Partido Popular (PP) del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, que pese a sus raíces republicanas defiende el consenso constitucional que en la transición de la dictadura a la democracia fijó la monarquía parlamentaria como forma de Estado. El martes ratificará la ley el Senado y la proclamación de Felipe VI será el jueves 19.
“España es una monarquía parlamentaria porque así lo quieren los españoles”, manifestó Rajoy frente a los que piden un referéndum. “La forma política del Estado no está en el orden del día”.
“Nadie nos va a alejar del consenso de la Constitución, nadie”, dijo el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras enfrentarse estos últimos días a voces en su formación que reclaman la vuelta del PSOE a su tradición republicana. “En España hay un rey pero los españoles no somos sus súbditos, somos ciudadanos de pleno derecho”, sostuvo.
Junto al PP y al PSOE votaron otras formaciones más pequeñas, con un total de 299 votos a favor de los 341 emitidos en un pleno que despertó gran expectación pese a conocerse el resultado de antemano y en el que los parlamentarios votaron de viva voz. La aprobación de la ley de abdicación en el Parlamento es un trámite para dar carácter legal a la renuncia de Juan Carlos, pero los partidos republicanos y los independentistas la han convertido en un debate social sobre la forma del Estado.
En las inmediaciones del Congreso de los Diputados, varias decenas de manifestantes pidieron el final de la monarquía. Un fuerte despliegue policial impidió que se acercaran al edificio.
Frente al PP y al PSOE se situaron varios partidos de izquierda encabezados por Izquierda Unida (IU), tercera fuerza parlamentaria nacional, que pidió sin éxito la convocatoria de un referéndum sobre la monarquía dentro de tres meses.
“No se puede esperar más, no se puede negar al pueblo español decidir qué modelo de Estado quiere”, dijo su líder, Cayo Lara. Y denunció que la sucesión de Juan Carlos I en su hijo Felipe es “una maniobra palaciega que se presenta como regeneración democrática pero es sangre nueva para una dinastía decrépita”.
Junto a los 19 votos contrarios a la ley de abdicación hubo 23 abstenciones, entre ellas las de los diputados de CiU (Convergencia y Unión), el partido que gobierna la región de Cataluña, desde la que el Ejecutivo catalán mantiene un desafío independentista que rechazan los principales partidos nacionales.
En el Congreso de los Diputados se escucharon voces a favor de la independencia de esa región y de la del País Vasco (norte). Un diputado de la izquierda independentista vasca cerró de hecho su intervención con el grito de “monarkia kampora” (monarquía fuera).
La abdicación de Juan Carlos I llegó en un momento delicado de salud para el monarca de 76 años y tras varios escándalos que han perjudicado la imagen de la Corona, especialmente la imputación por un presunto delito de corrupción de la infanta Cristina y de su marido Iñaki Urdangarin. (Télam-DPA-Reuters)
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