Los investigadores están cerca de los restos de Cervantes

Los investigadores están cerca de los restos de Cervantes

Se cree que el autor de “El Quijote” está sepultado en un convento, pero no saben en qué sitio específico

10 Junio 2014
Los expertos que buscan los restos de Miguel de Cervantes anunciaron ayer el hallazgo de 30 nichos con restos óseos en la cripta de la iglesia del convento de las Trinitarias de Madrid. Se cree que allí podría estar enterrado el célebre escritor español, según publicó la agencia DPA. Desde hace años se intenta ubicar la tumba del autor de “El Quijote”, sepultado en este convento en 1616.

Los trabajos arrancaron el 28 de abril. Con el uso de un georradar se detectaron cinco áreas con restos fósiles dentro del convento, situado en el centro de Madrid y muy cerca de la casa donde murió Cervantes. “La ventaja del georradar es que posiciona las anomalías y los técnicos saben dónde buscar. Es una intervención que casi se puede calificar de quirúrgica”, explicó el historiador Fernando de Prado, director del equipo de investigación.

En la segunda fase del proyecto está previsto que se lleve a cabo una excavación selectiva y cuidadosa para tomar muestras de los restos. Como la línea sucesoria de Cervantes quedó extinguida, no se podrá hacer un estudio de ADN, por lo que en una etapa final se identificarían los restos mediante caracterización antropológica.

Según los expertos, está probado que el escritor español fue enterrado en el convento madrileño. Lo que no se sabe es dónde se encuentra exactamente su tumba.

Los investigadores presentaron ayer el plano tridimensional obtenido como resultado de los trabajos realizados con el georradar, las técnicas de termografía infrarroja y de escaneo para escudriñar cada centímetro de este inmueble con una superficie de 200 metros cuadrados. “Nunca se ha hecho una malla con tanta resolución. La precisión es absoluta”, dijo De Prado.

“Es un trabajo pionero en España y no me consta que se haya hecho nunca un trabajo con tanta amplitud de medios, el georradar ayuda mucho en edificios con la máxima protección patrimonial y teniendo en cuenta que existen monjas de clausura en su interior”, explicó el historiador.

La intención es dejar a Cervantes enterrado donde esté, pero con una placa que lo recuerde. El anhelo es que sea antes de 2016, cuando se cumplen los cuatro siglos de su muerte, aunque mejor sería en 2015, cuando se celebra el cuarto centenario de la segunda parte de “El Quijote”.

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