09 Junio 2014
A PISAR EL FRENO. David Valdez, de muy buen partido ayer, pierde de vista el balón ante el asedio de un rival de Sportivo.
SAN FRANCISCO.- Sabiendo que se trataba de un partido de relleno, donde los puntos únicamente servían para engrosar las estadísticas, Atlético bloqueó su pesar de no haber llegado con chances de ascenso a esta última fecha y se retiró ganador de la casa de Sportivo. La presión no les jugó una mala pasada a los debutantes del “decano” y eso, en parte, se debió a que su sustento emocional fueron Cristian Lucchetti y los centrales, Bruno Bianchi y Franco Sbuttoni.
Apenas arrancó el partido, el local pudo haber destruido el anhelo visitante. Maximiliano Ortiz dispuso a los 11 segundos de la jugada más clara y así como le llegó el boleto ganador, éste lo rompió en las manos de Lucchetti. Gran achique del uno, que con su respuesta evitó la caída de su arco.
No fue la única posibilidad que tuvo Sportivo durante el primer cuarto de hora. Dominó ese lapso pero no lo aprovechó. Entonces, después de la típica siesta que acostumbró a tomarse indebidamente en el torneo, Atlético enderezó su horizonte y empezó a jugar el fútbol. Los lateral se animaron a volar, los volantes a llegar con peligro y la ofensiva a complicar moviéndose sin posición fija en el área de César Rigamonti.
La mejor jugada llegó de los pies de Marcos Soria. Arrancó en mitad de cancha, descargó en David Valdez y éste en Gonzalo Ontivero. “Negro” se la devolvió a Soria, que vio el arco y sacó un misil con destino de gol. Rigamonti se lo tapó pero no amortiguó la pelota. Cuevas la tomó y buscó a Acosta, que no perdonó. Bombazo, gol. Desde el 1-0 (22’) en adelante, Atlético se sintió cómodo, manejó el partido y ganó tres puntos de relleno. (Especial)
La decisión de Rivoira de poner varios chicos en el equipo era arriesgada. Por eso es mayor el mérito a los juveniles que salieron a la cancha a ganar.
Salvado del descenso, Sportivo Belgrano quería cerrar la temporada con una victoria y celebrar así la inauguración de una tribuna en su cancha. No lo logró porque regaló varias chances de gol.
Apenas arrancó el partido, el local pudo haber destruido el anhelo visitante. Maximiliano Ortiz dispuso a los 11 segundos de la jugada más clara y así como le llegó el boleto ganador, éste lo rompió en las manos de Lucchetti. Gran achique del uno, que con su respuesta evitó la caída de su arco.
No fue la única posibilidad que tuvo Sportivo durante el primer cuarto de hora. Dominó ese lapso pero no lo aprovechó. Entonces, después de la típica siesta que acostumbró a tomarse indebidamente en el torneo, Atlético enderezó su horizonte y empezó a jugar el fútbol. Los lateral se animaron a volar, los volantes a llegar con peligro y la ofensiva a complicar moviéndose sin posición fija en el área de César Rigamonti.
La mejor jugada llegó de los pies de Marcos Soria. Arrancó en mitad de cancha, descargó en David Valdez y éste en Gonzalo Ontivero. “Negro” se la devolvió a Soria, que vio el arco y sacó un misil con destino de gol. Rigamonti se lo tapó pero no amortiguó la pelota. Cuevas la tomó y buscó a Acosta, que no perdonó. Bombazo, gol. Desde el 1-0 (22’) en adelante, Atlético se sintió cómodo, manejó el partido y ganó tres puntos de relleno. (Especial)
La decisión de Rivoira de poner varios chicos en el equipo era arriesgada. Por eso es mayor el mérito a los juveniles que salieron a la cancha a ganar.
Salvado del descenso, Sportivo Belgrano quería cerrar la temporada con una victoria y celebrar así la inauguración de una tribuna en su cancha. No lo logró porque regaló varias chances de gol.
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