09 Junio 2014
El momento preelectoral por el que transita la provincia puede servir para el reacomodamiento de algunas piezas que quedaron sueltas en el tablero político del peronismo local, luego de los comicios nacionales celebrados en octubre del año pasado. Y el escenario de la capital es una caja de resonancia de lo que podría llegar a ocurrir el próximo año, cuando se lleven a cabo las elecciones provinciales.
Las chicanas, las intrigas y los dimes y diretes se intensifican cada día que pasa y 2015 comienza a acercarse.
El caso del presidente del Concejo Deliberante capitalino, Ramón Santiago Cano, podría ser un ejemplo cabal del proceso de sucesión en el que está inmerso el peronismo. Días atrás, algunos dirigentes encolumnados tras la figura del gobernador José Alperovich se habían quejado de la “falta de compromiso” de Cano para con el mandatario provincial. Y hasta llegaron a dudar sobre si el presidente del Concejo estaba con Alperovich o con el intendente Domingo Amaya. En el entorno del titular del PE hasta se habrían quejado de la buena relación que existe entre Cano y el jefe municipal.
LA GACETA le consultó al edil capitalino sobre estos trascendidos. Según Cano, los rumores que circularon hace días forman parte del folclore político cotidiano. No obstante, se encargó de aclarar que responde a Alperovich “desde la primera hora”.
“Desde el principio de esta gestión he estado a la par del gobernador y seguiré estando. Me siento identificado con su proyecto. Sigo siendo alperovichista y trabajo todos los días en ese sentido. Aunque tenga buena relación con el intendente de la capital, no soy amayista. Esos son globos de ensayo que algunos tiran para generar divisiones”, se escudó Cano. “Hay dirigentes que miran primero su situación personal o sus intereses personales. A partir de ahí pueden plantear una pelea. No creo que esto sea bueno para el peronismo. Tampoco es bueno para el gobernador y el intendente”, aclaró.
Las chicanas, las intrigas y los dimes y diretes se intensifican cada día que pasa y 2015 comienza a acercarse.
El caso del presidente del Concejo Deliberante capitalino, Ramón Santiago Cano, podría ser un ejemplo cabal del proceso de sucesión en el que está inmerso el peronismo. Días atrás, algunos dirigentes encolumnados tras la figura del gobernador José Alperovich se habían quejado de la “falta de compromiso” de Cano para con el mandatario provincial. Y hasta llegaron a dudar sobre si el presidente del Concejo estaba con Alperovich o con el intendente Domingo Amaya. En el entorno del titular del PE hasta se habrían quejado de la buena relación que existe entre Cano y el jefe municipal.
LA GACETA le consultó al edil capitalino sobre estos trascendidos. Según Cano, los rumores que circularon hace días forman parte del folclore político cotidiano. No obstante, se encargó de aclarar que responde a Alperovich “desde la primera hora”.
“Desde el principio de esta gestión he estado a la par del gobernador y seguiré estando. Me siento identificado con su proyecto. Sigo siendo alperovichista y trabajo todos los días en ese sentido. Aunque tenga buena relación con el intendente de la capital, no soy amayista. Esos son globos de ensayo que algunos tiran para generar divisiones”, se escudó Cano. “Hay dirigentes que miran primero su situación personal o sus intereses personales. A partir de ahí pueden plantear una pelea. No creo que esto sea bueno para el peronismo. Tampoco es bueno para el gobernador y el intendente”, aclaró.
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