“Habrá una repatriación de capitales”, opina Blejer

Mario Blejer está pisando los 66 años de vida. Pese a que hace 45 años debió dejar su provincia natal, aún conserva su acento cordobés. No pone reparos a la hora de reconocer que le gusta el cuarteto y que no tiene por qué cambiar su tonada, por más que sea considerado un ciudadano de mundo, con asesoramiento a bancos ingleses e israelíes y hasta siendo consejero del Fondo Monetario Internacional. Pero, ante todo, se define como realista y optimista, de pocas palabras y de conceptos contundentes. Como esa definición que le dio a LA GACETA luego de participar del Precoloquio de IDEA en Salta. “La Argentina no está en recesión”, sentenció. Sencillamente porque técnicamente no se ha dado.

- Muchos de sus colegas afirman que la Argentina está viviendo un proceso de recesión con inflación, una estanflación…

- En realidad, no definiría la situación del país como recesiva, porque eso es técnico: depende de dos trimestres con crecimiento negativo. Lo que sí hay es una caída fuerte del crecimiento económico, con un aumento de la tasa de inflación. No diría que estamos en recesión. No hay recesión, sino una caída fuerte del Producto Bruto Interno (PBI). Insisto, no he visto números que nos muestren dos trimestres con crecimiento negativo.

- En general, se dice que la economía del país puede llegar a expandirse hasta un 2% este año…

- No voy a dar números porque, la verdad, que no hay una base clara. Los números se han convertido en indicadores pocos confiables acá y en este momento, hasta que se clarifiquen. Están trabajando en un nuevo índice de precios y del Producto. Creo que llegarán (por el Gobierno nacional) a un buen resultado, pero en ahora no creo que los números sean lo suficientemente claros para definir cuestiones como la tasa de crecimiento.

- ¿Cómo cree que será la economía del segundo semestre?

- Creo que el mejor predictor para el segundo semestre es el primero. No creo que haya un deterioro, como tampoco una gran mejora. No veo una crisis en el horizonte. Enero fue un mes complicado, pero creo que ahora entrarán dinero por inversiones energéticas y otras que estaban pendientes hasta un arreglo entre el Gobierno y el Club de París. Creo también que habrá un poco de repatriación de capitales, de aquellos que tienen una idea de que esta gestión cambie y que los activos argentinos suban mucho de valor.

- La palabra “default” está nuevamente dando vueltas entre los analistas del mercado…

- Pero hablan del default técnico. No es el default del no te quiero pagar, sino el de no me dejan pagar. Pero creo que eso se va a resolver. No puedo dar detalles legales, pero conozco que habrá una resolución judicial favorable para el país. Y si llegara a ser negativa, hay mecanismos para evitarlo. El Gobierno va a declarar en todas las formas posibles que está dispuesto y deseoso de pagar sus compromisos. Pero siempre digo que si yo le debo plata a usted y le quiero pagar y usted quiere cobrar, entonces porque alguien quiera venir a interferir no creo que se anule la operación. Y no me refiero a los holdouts, sino a los tenedores de los bonos del canje. Con los holdouts habrá que buscar una negociación en algún momento. Así como se dijo que no se iba a negociar con Repsol y que no se le iba a pagar al Club de París, así también hay que buscar una negociación con ellos.

- ¿Qué puede llegar a pasar con el dólar?

- Van a tratar de mantener la competitividad. Probablemente haya alguna devaluación adicional hasta fin de año con el fin de evitar la erosión que causa la inflación, pero no mucho más. No creo que haya una disparada del dólar.

- ¿Cree que (Juan Carlos) Fábrega hizo los deberes desde el Banco Central, pero que la política fiscal no acompañó?

- Ese es el punto más bajo de la variable de control. En lugar de achicar, se incrementó el gasto, que sigue creciendo. Y el financiamiento no viene de afuera porque no se completan los pasos que hay que dar. Sin embargo, creo que algún ajuste, aunque resulte antipático, se hará en el presupuesto. Me da la impresión de que tienen en claro pero que no admitirán que la fuente de la presión inflacionaria viene del presupuesto a través del Banco Central. Más o menos lo están admitiendo; por eso se habla de reducción de subsidios, buscando más partidas para ajustar. Y si no lo hacen, es una fuente de riesgo.

- Si fuera médico, ¿qué diagnóstico le daría a la Argentina?

- Que en estos momentos, en términos médicos, cae en convalecencia. Pero que tiene una buena perspectiva, un buen diagnóstico, porque hay una situación en la cual los desequilibrios creados pueden aún ser corregidos. El desequilibrio externo viene del problema energético, básicamente. Pero hay cosas que no se pueden controlar, como Brasil, que determina la rentabilidad del complejo industrial automotriz. En general, creo que habrá una repatriación de capitales (a lo mejor de corto plazo), con una expectativa de mejora para la transición.