Lince volvió a padecer de doble personalidad y cayó frente a la “U” salteña

Lince volvió a padecer de doble personalidad y cayó frente a la “U” salteña

¿Dr. Jekyll o Mr. Hyde?

NO LA SUELTA POR NADA. Gonzalo Abaca trata de zafarse de la marca de un rival, apoyado de cerca por Mauricio Ruiz. NO LA SUELTA POR NADA. Gonzalo Abaca trata de zafarse de la marca de un rival, apoyado de cerca por Mauricio Ruiz.
02 Junio 2014
Definitivamente, Lince padece trastorno de doble personalidad. Por momentos mantiene la del Dr. Jekyll, y es capaz de ponerle la correa a cualquier felino. Basta con recordar lo mucho que le costó al “Uni” tucumano salvar el invicto en Ojo de Agua la semana pasada, cuando lo visitó la versión peligrosa de los “grises”.

Pero hay ocasiones en la que aparece el alter ego maligno, Mr. Hyde, que se olvida de lo que sabe hacer y por ende hace todo (o casi todo) mal. No quedan muchas dudas de cuál de las dos identidades linceras fue la que recibió ayer a Universitario de Salta: sí, es la que es capaz de perder de local y sin siquiera arañarle un punto bonus a la derrota. Los salteños, que venía a los tropiezos, se impusieron 32 a 14.

El partido fue así. Lince intentó de entrada imponer su juego. En tres minutos, en una jugada de varios pases, terminó con el hooker Jorge Fernández acostado en el ingoal. Pero pronto arreciaron las nubes negras, y los “albiverdes” comenzaron a imponer su juego. Firmes en defensa, con una concentración en todas las líneas y tres cuartos veloces, lograron herir de muerte a los “grises” con tres tries en menos de 16 minutos, para dejar un parcial de 19 a 7.

La mitad buena de los de Silvano Bores al 800 asomó a medias durante la segunda parte, en la que asestaron la guinda en el ingoal y se pusieron a tiro de try de la igualdad. Pero Mr. Hyde ganó la batalla interna y le facilitó la tarea a los salteños. Con tranquilidad, fueron apropiándose del terreno y sumieron a Lince en un desconcierto definitivo con el try de José Chierici y un drop del hombre de las rastas, Diego González.

Pese a cosechar tres derrotas y un solo triunfo, la situación en el barrio Lola Mora aún no es grave: están solo a dos puntos de zona de clasificación. Sin embargo, lo será si no aprenden pronto a controlar los berrinches de su mitad rebelde, esa que el año pasado fue claramente la dueña.

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