“No voy a renunciar ni a pedir licencia”

BUENOS AIRES.- El juez federal Ariel Lijo citó ayer a Amado Boudou a prestar declaración indagatoria el 15 de julio próximo, acusado por presuntas irregularidades para adueñarse de la quebrada imprenta Ciccone Calcográfica, ante lo cual el vicepresidente juró ser “inocente”, dijo que concurrirá al tribunal y aseguró que “de ninguna manera” renunciará ni pedirá licencia.

La citación a Boudou, quien se convirtió en el primer vicepresidente de la Argentina -en funciones-, que irá a declarar como imputado de supuesta corrupción, abarca el período en que fue ministro de Economía (julio 2009-diciembre 2011) y sus actividades cuando ya había asumido como vice de Cristina Fernández.

Luego de Boudou, y en los días subsiguientes deberán declarar -también como imputados- su amigo y socio José María Núñez Carmona; el ex jefe de asesores de la AFIP, Rafael Resnick Brenner; el monotributista Alejandro Vandenbroele, titular del fondo inversor The Old Fund y quien quedó al frente de la empresa recuperada; Nicolás Ciccone, uno de los fundadores de la firma, y su yerno, Guillermo Reinwick. Una de las novedades fueron las citaciones de Ciccone y Reinwick como ‘acusados’, ya que habían declarado en el expediente, como ‘testigos’.

Acusó a dos diarios

Tras notificarse de la citación, Boudou salió a clamar su inocencia por Twitter y varias radios: “Lo juro y lo sostengo, así lo voy a demostrar cuando vaya a indagatoria”. Respecto a un eventual pedido de licencia o de renuncia, el vicepresidente afirmó: “De ninguna manera, si estoy diciendo que soy inocente”. “Tampoco” teme ir preso porque no ha “cometido ningún delito”. “No tengo ninguna situación que se me pueda imputar en la cual yo haya actuado fuera del marco de la ley”, acotó Boudou.

“(La notificación) La recibí con tranquilidad y con la posibilidad de terminar de esclarecer todo este escándalo, que se ha convertido en una operación de prensa desde los diarios Clarín y La Nación”, fustigó el vicepresidente. También acusó a Lijo de emitir su llamado a indagatoria para tapar el acuerdo del Gobierno con el Club de París.

La acusación

El juez describió la acusación: “Boudou, junto a Núñez Carmona, habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone, mientras Boudou era ministro, a través de la sociedad The Old Fund y de Vandenbroele”. Ello, “con el fin de contratar con el Estado la impresión de billetes y documentación oficial. Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Núñez Carmona, habrían acordado con Nicolás y Héctor Ciccone, y Reinwick, la cesión del 70% de la empresa, a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar con la Administración Pública”.

Según el juez, “Boudou habría tenido directa injerencia, presenciando las reuniones para la adquisición, y, junto a Resnick Brenner -jefe de asesores de la AFIP- en el trámite del otorgamiento de un plan de pagos ilegal en la AFIP”.

Luego de describir el derrotero de Ciccone hacia la quiebra, el juez trazó como hipótesis que “Boudou y Núñez Carmona se habrían interesado en el negocio que implicaría adquirir Ciccone y lo habrían materializado a través de la firma The Old Fund, puesto que permitía el anonimato de sus verdaderos dueños”. “Boudou habría aportado su condición de funcionario y Núñez Carmona habría realizado, como privado, aquello que Boudou no podía por su cargo. En razón de que el ministro de Economía no podía adquirir el monopolio de la producción de billetes, y que Núñez Carmona tampoco podía hacerlo debido a su pública relación con él, asignaron a Vandenbroele ese rol”, resume la acusación. Lijo enumeró las supuestas reuniones de la familia Ciccone con Boudou y sus colaboradores y describió que “una vez que se concretó la operación, se habría puesto en marcha el salvataje de la empresa”. (DyN)