Alicia Bardón ya es Rectora y auguró grandes transformaciones en la UNT

Alicia Bardón ya es Rectora y auguró grandes transformaciones en la UNT

La comunidad universitaria acompañó a la nueva rectora y a su vicerrector, José García, en su acto de asunción. Presencia de autoridades nacionales. Provinciales y municipales en un Teatro Alberdi que se vistió de fiesta.

Alicia Bardón ya es Rectora y auguró grandes transformaciones en la UNT
30 Mayo 2014
La comunidad universitaria acompañó a la nueva rectora y a su vicerrector, José García, en su acto de asunción. Presencia de autoridades nacionales. Provinciales y municipales en un Teatro Alberdi que se vistió de fiesta.

A continuación, el discurso completo de la flamante rectora de la Universidad Nacional de Tucumán:

“Señor Vicerrector; Señor vicegobernador; Señor Secretario de Políticas Universitarias de la Nación; Señor viceministro de Salud de la nación; Señor Intendente de San Miguel de Tucumán; Sres. Ex Rectores de nuestra Universidad; Señores Decanos y Vicedecanos; Comunidad Universitaria
Queridos colegas, amigos

Con esta ceremonia, renovamos públicamente ante la comunidad, el compromiso de iniciar una nueva etapa en la historia institucional de nuestra Universidad.

Quiero agradecer, en primer lugar, a las personas que integraron la Honorable Asamblea Universitaria, máxima autoridad de la Universidad Nacional de Tucumán que nos honró con su decisión, para desempeñarnos en el gobierno 2014- 2018 y también a la Comunidad Universitaria por su participación en este proceso electoral plural, democrático y abierto que dio mandato a los consejos de cada Facultad en representación de todos los estamentos de esta Casa.

Agradezco, además, a quienes confiaron desde un primer momento en nuestro proyecto, a Juan Cerisola, al equipo de colaboradores de Rectorado, a la comunidad universitaria, a nuestros amigos y familias. Todos ellos dieron lo mejor de sí para acompañarnos en este gran desafío.

Hoy asumimos la responsabilidad que la Comunidad Universitaria nos delegó para conducir la quinta universidad del país, con el compromiso de velar por los valores académicos y democráticos forjados en cien años de tradición. Valores atesorados en un conjunto enorme de docentes, investigadores, estudiantes, egresados y no docentes, todos ellos empeñados en hacer de ésta, una Universidad verdaderamente comprometida con las necesidades de la sociedad, en un marco de pluralidad y tolerancia más allá de diferencias políticas o partidarias.

Queremos ratificarles lo que sostuvimos en nuestra campaña: que pondremos todo nuestro esfuerzo, nuestra energía y capacidad de trabajo para continuar afianzando la excelencia universitaria.

No son muchas las instituciones públicas que, como las universidades nacionales argentinas, tienen la posibilidad de autogestionarse con autonomía, cogobierno y autarquía. Es entonces nuestra obligación responder con excelencia a semejante privilegio que nos transfiere la sociedad llevando a cabo, con suma responsabilidad, las funciones que todos esperan de nosotros. Esto es particularmente cierto en un momento en que la actividad universitaria, en toda su extensión, es tan valorada por la sociedad y por el Estado.

Aludimos con la excelencia a un eje que ya destacamos en nuestro programa de gobierno: el sistema académico. Cuando hablamos del sistema académico nos referimos al gran andamiaje que promueve, sostiene y mejora la Educación Superior como Bien Público y Derecho Humano. Que ayuda a la formación profesional, científica, tecnológica, artística y ciudadana. Y que destaca al mérito, como motor.

Al mérito de miles de universitarios que habitan el lugar del esfuerzo, del compromiso, la dedicación y la vocación, en condiciones muchas veces adversas. Este modelo es el que tendrá gravitación en la universidad que se viene. La justicia, la libertad, la igualdad de oportunidades, la dignidad de las personas son los valores que compartimos en la Universidad del Centenario.

El nuestro será un gobierno comprometido con el sistema académico, la autonomía universitaria, la pluralidad política y los consensos programáticos. No hay lugar para “el poder detrás del poder” en la Universidad del Centenario.

Nuestra misión central seguirá siendo la inclusión educativa con mejoramiento e innovación de la enseñanza, con planificación integral, flexible y cohesionada. El fortalecimiento de las políticas dirigidas a estudiantes, el incremento del índice de egreso y de las medidas que optimicen el ingreso, la permanencia y la conclusión de sus carreras.

También será formar los mejores recursos humanos de pregrado, grado y posgrado, creando conocimiento en todas y cada una de las innumerables áreas en las que investigamos e innovamos, vinculándonos cada vez más con los variados actores de una sociedad cambiante y exigente.

En ese camino, se afianzará la Ciencia, el Arte, las Humanidades y la Innovación Tecnológica alentando la creatividad y la imaginación como principales impulsores en la expansión del conocimiento y de la expresión humana.

Concebimos la Extensión Universitaria como una proyección de la academia a la sociedad. Sus actividades estarán vinculadas a los proyectos de investigación y a la búsqueda de soluciones para la comunidad, en especial para los sectores más postergados. Esto es posible siempre que articulemos con los organismos del estado y las organizaciones sociales pertinentes.

Se impone otro estilo de política institucional que reforzará el rol de la UNT en el desarrollo cultural, económico y social del país, de la región y de la provincia. Que afianzará su liderazgo y que consolidará su perfil democrático, solidario, transparente, plural y eficiente.

Nuestra Universidad sostuvo en los últimos años una política de inclusión activa que consolidó su misión social y estuvo más cerca que nunca del horizonte de la Educación Superior como derecho efectivo y no meramente como declaración de principios. Somos defensores activos de la educación pública. Hoy, nos encontramos con otros desafíos de gobernabilidad, nacidos del momento histórico que nos toca vivir.

El reciente aniversario de esta centenaria institución, no fue reducido únicamente a festejos. Interregno de cambio y al mismo tiempo espacio de proyección, el Centenario nos convoca a la reflexión crítica sobre los legados, sobre las tradiciones, sobre nuestro rumbo actual y sobre el futuro.

Nos compromete a participar y a pensar colectivamente. Nos moviliza a consolidar la cultura democrática, el desarrollo y la institucionalidad que promovió siempre nuestra Casa de Altos Estudios. Un momento en el que todos somos protagonistas. Una etapa que incluye -además de mejoras académicas- modelos y cambios estructurales decisivos.

Es por eso que ratificamos nuestro compromiso con la reforma del estatuto de la UNT para satisfacer un justo anhelo de estabilidad de nuestros docentes, para consensuar un nuevo sistema electoral y para incluir en ciudadanía universitaria a los excluidos de hoy, entre otras transformaciones sustanciales.

Nos proponemos establecer una relación armónica con las entidades gremiales que representan los intereses de los trabajadores docentes y no docentes porque entendemos que compartimos la defensa de la Universidad Pública que alguna vez fuera atacada por el neoliberalismo y que nos mandó a los científicos en los 90 a lavar los platos y a los docentes les mutiló el salario.

Los cambios que proyectamos para la UNT incluirán, como ya lo anunciamos en nuestra campaña, la participación activa de las unidades académicas. Así como la planificación, el seguimiento, la autoevaluación, la transparencia y la publicidad de los actos de gobierno.

Estos desafíos nos ayudarán a mejorar; permitiendo y promoviendo capacidades para que los universitarios seamos autónomos, emprendedores y para que el liderazgo fluya en todas las direcciones, con conciencia y compromiso.

Desde hoy debemos imaginarnos como una institución policéntrica, no como una confederación de facultades, escuelas e institutos sino como un colectivo integrador y potenciador. Como un organismo vivo, flexible, con gestión y comunicación multidireccional.

Además, debemos lograr un cambio en la cultura institucional para salir de la improvisación permanente yendo a un modelo de planificación. Hay que planificar justamente porque el contexto cambia vertiginosamente y el porvenir es de extrema incertidumbre.

Permítanme, como físico-química que soy, repetir lo que  decía Niels Bohr –un científico con sentido del humor–, “Predecir es muy difícil, sobre todo el futuro”.

Nuestra responsabilidad y compromiso proviene de estar parados sobre bases firmes y enormes que construyeron en cien años quienes nos precedieron en el gobierno y todos los integrantes de la comunidad que pusieron su esfuerzo y afecto por esta institución centenaria.

Es nuestro desafío y propósito mantener y acrecentar la estatura y el prestigio de una Universidad que ha dejado y deja una impronta local, nacional e internacional en la educación y la cultura. Una universidad con tres recientes Premios Konex entre sus egresadas, científicos destacados de la NASA, un arquitecto mundialmente famoso, los creadores de la leche Bio y tantos otros que impactaron con sus aportes.

Me gustaría antes de concluir, agradece el trabajo responsable y comprometido del Ingeniero José García, nuestro vicerrector, quien me acompañó en todo momento. Y reitero mi agradecimiento al firme apoyo y la conmovedora confianza con la que he sido elegida para conducir el gobierno de esta casa en los próximos cuatro años, los convoco a ser parte de esa nueva Universidad.

Finalmente, permítanme compartir con todos ustedes, estas palabras del Dr. Manuel Belgrano que siempre me llegaron al corazón.

Decía Belgrano: “Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia”.

A todos ustedes que nos han acompañado en este acto, que nos acompañarán en los próximos años en la tarea que nos espera, y que nos han regalado su atención para esta reflexión compartida, Muchas Gracias”.

Prof. Dra. Alicia Bardón
Rectora de la Universidad Nacional de Tucumán.

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