19 Mayo 2014
FIGURA. Marcos Pacheco, autor de dos de los goles de Cardenales, se abraza con su compañero Pablo Bonotto (de espaldas).
Cardenales jugó el mejor partido en los últimos tiempos, frenó a San Martín, uno de los líderes, y se ilusiona con lograr grandes cosas. Los “purpurados” vencieron al “santo” en Cebil Redondo por 4 a 2 y protagonizaron la sorpresa de la jornada. Marcos Pacheco, el mejor jugador de Cardenales, convirtió dos tantos y los restantes fueron marcados por Daniel La Ruffa y Gerónimo Guardia. Hernán Palacios hizo los dos para San Martín. Palacios tuvo la chance de descontar cuando su equipo estaba 1-3 abajo, pero el penal que ejecutó fue atajado por el arquero Ignacio Ramos, de excelente performance.
Impaciente
Defendió, atacó, le dio pases a sus compañeros y abrió el camino de la victoria “purpurada” con un doblete. Estaba desesperado, justo en los últimos minutos le tocó salir de cancha por un cambio. “¿Cuánto falta?” preguntaba a la mesa impaciente y desesperado. Quería que termine el juego para saltar a la cancha e ir a festejar con sus compañeros. El juvenil volante Marcos Pacheco, que integra el equipo con su papá Esteban (defensor) y su tío Marcelo (delantero), fue una de las figuras del partido. “Jugamos un gran partido. Nos plantamos muy bien y sabíamos que teníamos que jugarlo así para ganarlo. El trabajo que hicimos durante la semana fue bueno. Ahora está dando sus frutos”, le dijo “Marquitos” a LG Deportiva.
“Siempre tratamos de jugar en equipo. Tuvimos la suerte de que el arco se nos abrió en los momentos justos. Estábamos seguros que podíamos ganarle a este gran equipo. Es un batacazo. Fuimos superiores. El triunfo sirve para seguir adelante y creyendo en nosotros. Se lo dedico a mi familia, a mi viejo y a mi tío. Es un orgullo integrar el equipo con ellos” concluyó el juvenil goleador.
Impaciente
Defendió, atacó, le dio pases a sus compañeros y abrió el camino de la victoria “purpurada” con un doblete. Estaba desesperado, justo en los últimos minutos le tocó salir de cancha por un cambio. “¿Cuánto falta?” preguntaba a la mesa impaciente y desesperado. Quería que termine el juego para saltar a la cancha e ir a festejar con sus compañeros. El juvenil volante Marcos Pacheco, que integra el equipo con su papá Esteban (defensor) y su tío Marcelo (delantero), fue una de las figuras del partido. “Jugamos un gran partido. Nos plantamos muy bien y sabíamos que teníamos que jugarlo así para ganarlo. El trabajo que hicimos durante la semana fue bueno. Ahora está dando sus frutos”, le dijo “Marquitos” a LG Deportiva.
“Siempre tratamos de jugar en equipo. Tuvimos la suerte de que el arco se nos abrió en los momentos justos. Estábamos seguros que podíamos ganarle a este gran equipo. Es un batacazo. Fuimos superiores. El triunfo sirve para seguir adelante y creyendo en nosotros. Se lo dedico a mi familia, a mi viejo y a mi tío. Es un orgullo integrar el equipo con ellos” concluyó el juvenil goleador.
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Cardenales Rugby Club
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