18 Mayo 2014
Todo está estancado en el conflicto de Ucrania
La operación antiterrorista no está logrando los objetivos de expulsar a los rebeldes de las zonas del este. Liberaron a un “gobernador popular” que había sido detenido Siguen los combates entre el ejército y los secesionistas; no avanza la mesa de diálogo y el Gobierno de Kiev no logra imponer su ofensiva
KIEV.- La tensión creció en Ucrania con nuevos combates e incidentes violentos en las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, mientras las autoridades celebraron en Jarkov una segunda mesa redonda de unidad nacional, sin la presencia representantes de las milicias y sin lograr avances.
El bastión rebelde de Slaviansk, sitiado por tropas ucranianas desde fines de abril, fue escenario de enfrentamientos armados durante la madrugada de ayer en lo que fue un nuevo intento de asaltar la ciudad por parte de las fuerzas de Kiev.
El alcalde popular de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, denunció que las fuerzas ucranianas dispararon con morteros y obuses contra Semionovka y destruyeron un puente ferroviario en Andreyevka, dos localidades próximas a la ciudad. En las afueras de la ciudad se oyeron explosiones, las más fuertes desde el relanzamiento de la “operación antiterrorista” por Kiev, mientras varios aviones de combate sobrevolaban la zona.
El Gobierno de Rusia exigió “el cese inmediato de las acciones militares” que llevan a cabo tropas ucranianas contra los rebeldes en el sureste del país que afecta la vida de los “ciudadanos pacíficos”.
“Las tropas ucranianas intentaron de nuevo asaltar la ciudad con apoyo de la aviación. El fuego contra infraestructuras civiles ya se hace con artillería pesada. Existe un riesgo real para la vida de los ciudadanos pacíficos”, denunció la cancillería rusa.
Con el objetivo de cumplir la hoja de ruta marcada por la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), las autoridades ucranianas volvieron a reunirse para buscar soluciones a una rebelión que avanza imparable y a cuyos líderes no quieren incluir en el diálogo.
Valeri Golenko, el pro ucraniano presidente de la asamblea regional de Lugansk, advirtió en la reunión que las soluciones que ofrece el gobierno para sofocar el descontento popular en el este del país, como la descentralización del poder y un estatus especial para la lengua rusa, llegan a destiempo.
“Es necesario declarar con decisión y claridad que Ucrania debe convertirse en un Estado federal, o al menos las regiones de Lugansk y Donetsk”, aseveró Golenko, que también pidió el fin de la “operación antiterrorista” contra los insurgentes.
Sin embargo, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, rechazó crear un Estado federal y aseguró que se resistirá “como ciudadano hasta las últimas consecuencias para que Ucrania no sea desmembrada”. Para el jefe del gobierno, Ucrania debe ser un país centralista con amplias competencias en las regiones. La mesa redonda tuvo lugar nuevamente sin la participación de representantes de los extremistas prorrusos. En la reunión estuvieron, Yatseniuk, los ex presidentes Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma, y el diplomático alemán Wolfgang Ischinger. El miércoles se celebrará una nueva mesa redonda en Cherkassy, a unos 200 kms al sur de Kiev.
Pero calcando los sucesos de Crimea, el Gobierno de Kiev confirmó que un grupo de soldados profesionales integrados en sus filas cambiaron de bando y juraron lealtad a la república de Donetsk. El ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, dijo que la liberación del gobernador popular de Lugansk, Valeri Bolotov, que ocurrió ayer, se debió al cambio de bando de algunos soldados. “Los guardias lo detuvieron e informaron de ello a las fuerzas de seguridad, pero tras esperar unas dos horas no llegó el apoyo solicitado” y un grupo armado de 100 insurgentes pudo liberar a Bolotov, lamentó un vocero del Servicio Guardafronteras. (Télam-DPA)
El bastión rebelde de Slaviansk, sitiado por tropas ucranianas desde fines de abril, fue escenario de enfrentamientos armados durante la madrugada de ayer en lo que fue un nuevo intento de asaltar la ciudad por parte de las fuerzas de Kiev.
El alcalde popular de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, denunció que las fuerzas ucranianas dispararon con morteros y obuses contra Semionovka y destruyeron un puente ferroviario en Andreyevka, dos localidades próximas a la ciudad. En las afueras de la ciudad se oyeron explosiones, las más fuertes desde el relanzamiento de la “operación antiterrorista” por Kiev, mientras varios aviones de combate sobrevolaban la zona.
El Gobierno de Rusia exigió “el cese inmediato de las acciones militares” que llevan a cabo tropas ucranianas contra los rebeldes en el sureste del país que afecta la vida de los “ciudadanos pacíficos”.
“Las tropas ucranianas intentaron de nuevo asaltar la ciudad con apoyo de la aviación. El fuego contra infraestructuras civiles ya se hace con artillería pesada. Existe un riesgo real para la vida de los ciudadanos pacíficos”, denunció la cancillería rusa.
Con el objetivo de cumplir la hoja de ruta marcada por la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), las autoridades ucranianas volvieron a reunirse para buscar soluciones a una rebelión que avanza imparable y a cuyos líderes no quieren incluir en el diálogo.
Valeri Golenko, el pro ucraniano presidente de la asamblea regional de Lugansk, advirtió en la reunión que las soluciones que ofrece el gobierno para sofocar el descontento popular en el este del país, como la descentralización del poder y un estatus especial para la lengua rusa, llegan a destiempo.
“Es necesario declarar con decisión y claridad que Ucrania debe convertirse en un Estado federal, o al menos las regiones de Lugansk y Donetsk”, aseveró Golenko, que también pidió el fin de la “operación antiterrorista” contra los insurgentes.
Sin embargo, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, rechazó crear un Estado federal y aseguró que se resistirá “como ciudadano hasta las últimas consecuencias para que Ucrania no sea desmembrada”. Para el jefe del gobierno, Ucrania debe ser un país centralista con amplias competencias en las regiones. La mesa redonda tuvo lugar nuevamente sin la participación de representantes de los extremistas prorrusos. En la reunión estuvieron, Yatseniuk, los ex presidentes Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma, y el diplomático alemán Wolfgang Ischinger. El miércoles se celebrará una nueva mesa redonda en Cherkassy, a unos 200 kms al sur de Kiev.
Pero calcando los sucesos de Crimea, el Gobierno de Kiev confirmó que un grupo de soldados profesionales integrados en sus filas cambiaron de bando y juraron lealtad a la república de Donetsk. El ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, dijo que la liberación del gobernador popular de Lugansk, Valeri Bolotov, que ocurrió ayer, se debió al cambio de bando de algunos soldados. “Los guardias lo detuvieron e informaron de ello a las fuerzas de seguridad, pero tras esperar unas dos horas no llegó el apoyo solicitado” y un grupo armado de 100 insurgentes pudo liberar a Bolotov, lamentó un vocero del Servicio Guardafronteras. (Télam-DPA)
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