Tres biografías y una metáfora que engloba la historia cubana

Tres biografías y una metáfora que engloba la historia cubana

Uno de los libros más logrados del talentoso Leonardo Padura

BATALLAS POR LA TIERRA Y TAMBIÉN POR LA MEMORIA. Padura exhibe con su obra que en el horizonte del cambio de siglo, Cuba enfrenta el desafío de reconstruir el campo cultural del período posrevolucionario. cubanet.org BATALLAS POR LA TIERRA Y TAMBIÉN POR LA MEMORIA. Padura exhibe con su obra que en el horizonte del cambio de siglo, Cuba enfrenta el desafío de reconstruir el campo cultural del período posrevolucionario. cubanet.org
18 Mayo 2014

NOVELA

LA NOVELA DE MI VIDA

LEONARDO PADURA  

(Tusquets - Barcelona) 

La novela de mi vida es una de las novelas más logradas del cubano Leonardo Padura, autor de ficciones, centradas en la biografía, como Adiós Hemingway y El hombre que amaba a los perros. Lleva por título las palabras del poeta José María Heredia desde el destierro: “¿cuándo acabará la novela de mi vida y comenzará su realidad?”.

El libro une tres biografías: la autobiografía del poeta del siglo XIX, cifrada en unas misteriosas memorias; la biografía del hijo José de Jesús Heredia; y la biografía de Fernando Terry, escritor y crítico de fines del siglo XX, obsesionado por encontrar las memorias y torturado por su propio exilio.

La poesía de Heredia, desde la distancia, construyó la tierra inalcanzable y añorada, rescatando “el olor perdido de La Habana… con la intensidad dolorosa de la novela que ha sido mi vida, donde todo ocurrió en dosis exageradas”. Leemos en el Himno del desterrado: Dulce Cuba en tu seno se miran / en su grado más alto y profundo, / la belleza del físico mundo, / los horrores del mundo moral.

Expulsado de la isla por sus actividades revolucionarias, Heredia presiente la imposibilidad del regreso y augura el futuro: “¿Sería acaso el primero en sufrir la amarga experiencia, de sentir que aquella tierra sensual era insustituible en su corazón?”. Perseguido por la desgracia y vencido por la enfermedad abjura de sus ideales independentistas. El fundador de la cubanía literaria acabará repudiado y obligado a morir lejos, en trágica alegoría del porvenir.

La segunda trama narra la historia del manuscrito entregado por José de Jesús a la logia de los Hijos de Cuba de Matanzas en 1821 hasta su destrucción debido a mezquinos intereses en 1838.

Personajes manipulados

En el presente de la escritura, el poeta e investigador literario, Fernando Terry, regresa a la isla tras el libro extraviado, aunque también tras las preguntas de su propio pasado. Para ello apela a los Socarrones, un grupo de poetas que representan distintos destinos: el combatiente en Angola, el homosexual perseguido, el literato triunfador, el poeta frustrado.

Padura arma una metáfora de la historia de Cuba. Si el viaje de Heredia acaba con el destierro y la muerte ante la incomprensión de sus contemporáneos; el viaje de Terry concluye con la reconciliación, con un pasado que se vive como fatalidad.

Fernando alcanza “la certeza de que todos ellos han sido personajes construidos, manipulados en función de un argumento moldeado por designios ajenos”.

En el horizonte del cambio de siglo, Cuba se enfrenta al desafío de reconstruir el campo cultural del periodo posrevolucionario. En esta circunstancia se entablan batallas por la memoria y por la tierra.

La novela de Padura pertenece al vasto territorio de textos que se debaten en esta tensión.

© LA GACETA

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Carmen Perilli

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