“Chichí” dejó una huella imborrable en Concepción

“Chichí” dejó una huella imborrable en Concepción

SÍMBOLO. “Chichí” fue un referente en el deporte de la “Perla del Sur”. SÍMBOLO. “Chichí” fue un referente en el deporte de la “Perla del Sur”.
16 Mayo 2014
Parece mentira, pero ya pasó un mes desde que se fue; desde que Concepción, y en especial Huirapuca, perdieron a uno de sus ilustres. Se llamaba Alejandro Molinuevo, pero con decir “Chichí” era suficiente. Porque pertenecía a esa raza de hombres destinada a perdurar en la memoria de los otros. Como se dice, nadie muere mientras esté vivo su recuerdo.

Resumir con justicia una vida llena de logros y actividades como la de “Chichí” es una tarea destinada al fracaso. Pero se puede resaltar el ejercicio de la abogacía durante muchos años, en los que se ganó el respeto y el reconocimiento profesional de toda la provincia, al punto de ser distinguido como “decano” en el Centro Judicial de Concepción. Al mismo tiempo, se destacó en el deporte como jugador y entrenador del equipo de básquet de “Huira”, integró Concepción FC, y jugó pelota a paleta en la Sociedad Española. También brilló como dirigente en Huirapuca, del que fue presidente, en la Liga Tucumana de Fútbol del Sur y en la Federación Tucumana de Automovilismo Deportivo. Su amistad íntima con Nasif Estéfano, a quien acompañó en varias pruebas de Turismo Nacional, dio pie a muchas anécdotas inolvidables, como aquella en la que “El Turco” , en plena carrera, le pidió que encendiera la radio para escuchar música. “Una vez, mientras iba corriendo, lo vio a mi viejo y se paró a comer asado con nosotros. Eran muy compinches”, cuenta su hijo Alejandro Molinuevo, entrenador del “viento del sur” y de la “naranja”. Hoy a las 20 se hará una misa en la Catedral de Concepción para recordar al inolvidable “Chichí”.

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