16 Mayo 2014
A PUNTO. El Espacio Cultural Don Bosco fue alquilado por el Ente Cultural. la gaceta / foto de Antonio Ferroni
La solemnidad de la música clásica no será limitante de la euforia por abrir un nuevo escenario. Esta noche, a las 21, se cortarán simbólicamente las cintas que dejarán habilitado el Espacio Espacio Cultural Don Bosco (en avenida Mitre y San Juan, donde estuvo la ex parroquia Don Bosco), en el que se realizarán muestras y espectáculos y será sala de ensayos de los cuerpos artísticos de Tucumán.
La responsable del concierto sinfónico de apertura será la Orquesta Estable de la Provincia, dirigida por el maestro Jeff Manooquian. En esta oportunidad se estrenarán en el país obras de Camille Sanit-Saëns (la obertura de “La princesa amarilla”); Franz Krommer (concierto para 2 clarinetes en mi bemol) y Feruccio Busoni (Turandot, BV 248). Los clarinetistas Amalia del Giudice (solista de clarinete de la Banda Sinfónica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y Evjord Ngieliu (nació en Albania, e integra la Orquesta Académica del Teatro Colón, cargo al que accedió por concurso) fueron invitados especialmente para la velada.
La sala es un emprendimiento conjunto del Ente Cultural de Tucumán (alquiló el lugar por tres años) y de la Comunidad Salesiana, que abren a la comunidad un nuevo teatro para el desarrollo integral de la cultura.
La responsable del concierto sinfónico de apertura será la Orquesta Estable de la Provincia, dirigida por el maestro Jeff Manooquian. En esta oportunidad se estrenarán en el país obras de Camille Sanit-Saëns (la obertura de “La princesa amarilla”); Franz Krommer (concierto para 2 clarinetes en mi bemol) y Feruccio Busoni (Turandot, BV 248). Los clarinetistas Amalia del Giudice (solista de clarinete de la Banda Sinfónica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y Evjord Ngieliu (nació en Albania, e integra la Orquesta Académica del Teatro Colón, cargo al que accedió por concurso) fueron invitados especialmente para la velada.
La sala es un emprendimiento conjunto del Ente Cultural de Tucumán (alquiló el lugar por tres años) y de la Comunidad Salesiana, que abren a la comunidad un nuevo teatro para el desarrollo integral de la cultura.